UNAI EXPÓSITO

A medida que vamos acumulando tiempo vamos también coleccionando fantasmas. Nuestros muertos son algo muy íntimo y a menudo muy doloroso. Josu Expósito, conocido por muchos como miembro carismático de ESKORBUTO, es uno de los míos. Fueron muchas conversaciones entre humaredas, muchos recorridos entre callejuelas, muchas discusiones sobre la vida, la política, el rock & roll . Entre los recuerdos más queridos están los partidos de fútbol, antes incluso de que nos pusiéramos a berrear canciones. A diferencia de mí, Josu era un futbolista genial. Sabía correr con el balón, driblar, rematar de cabeza, desplazarse y era un artista en fomentar el espíritu de equipo. Si alguien en su día le hubiera promocionado debidamente, Josu (y lo decimos todos los que le conocimos) podría haber sido una gloria balompédica. Entre las brumas de la memoria recuerdo algunas frases de admiración hacia su sobrino. Cuando Josu estaba ya en cuesta abajo me habló de un niño que sabía hacer de todo y que tenía un estilo increíble dando patadas al balón. Aquel enano era Unai Expósito, su sobrino, se le parece tanto que a mí cuando le veo, se me pone un nudo en la garganta. Parece que no corren los mejores tiempos para él con el nuevo entrenador y es una pena, porque cuestiones afectivas aparte, la temporada pasada demostró una gran regularidad. Mucha suerte Unai. .