jueves, 15 de octubre de 2009

"LA MÁQUINA DE PINTAR NUBES"



Yo tengo una regla de oro para concluir si una película me ha gustado o no: que siga proyectándose en mi cabeza durante muchas horas después.
Eso me ha pasado con esta ópera prima de Aitor Mazo y Patxo Tellería. Una tragicomedia ambientada en el Bilbao de 1974 que reflexiona sobre el sentido del arte, sobre la amistad y sobre la capacidad de adaptación al medio que tenemos los humanos, por muy crudo que sea ese "medio".
Para alguien que vivió , como yo, aquel 1974 con "uso de razón" (aunque no la usara demasiado), pueden chirriar algunos detalles. Se diría que el cine vasco está , a menudo, obligado a justificar nuestro pasado reciente con escenas de un "buenismo" un tanto rancio (en "Kutsidazu Bidea Ixabel" también había algo de eso) pero dejando a un lado esto, que queda en pura anécdota, la historia de obreros mal pagados y pintores apasionados de fin de semana que se nos cuenta es buena, aguanta todo el metraje y llega a ofrecer momentos brillantes. En lineas generales los actores (y especialmente las actrices)son muy creíbles y aunque se pueden buscar algunos detalles fallidos (si se pretende una recreación exacta del Bilbao del 74), la ciudad que se nos ofrece, tiene una lectura universal como lugar fabril, oscuro y gris pero donde sus víctimas se buscan la vida para encontrar espacios de ilusión y amistad. Es algo así como el "Dirty Old Town" de Ewan McColl donde el autor "besa por primera vez entre los tubos del gas".
No es una película perfecta, pero es una película de puta madre. Al menos yo, ahí sigo, viéndola constantemente.

4 comentarios:

Bruno Pekín dijo...

La cosa promete. Me la apunto.

Javier Vizcaíno dijo...

Yo también tení un poco de uso de razón por entonces y por eso mismo me apetece verla. Lo que dices de ella me anima, porque también había escuchado que era mejor abstenerse.

El tío Goyo dijo...

La veré, por cierto menudo homenaje!!!
en la careta!!!

nineuk dijo...

No ha sido intencionado...(soy ciber-torpelson tambien) pero ¿a que no queda mal?