miércoles, 20 de enero de 2010

DONOSTIA



Resuenan los tambores por la parte vieja. Ecos que repiten estruendos del pasado, de la infancia, de los ancestros, de los miles de uniformes que han desfilado por esa ciudad fronteriza en disputas históricas que se van haciendo más difusas generación tras generación. El visitante observa con una mezcla de admiración e impotencia porque esa es una fiesta doméstica y ancestral. La participación espontánea es difícil cuando se trata de un enorme espectáculo ensayado desde meses atrás y con unas liturgias que pasan de generación en generación (y que aprenden en casa y en la escuela).
Hoy es su día y yo quiero asomar humildemente el hocico para saludar con sincero afecto a una ciudad en la que he vivido muchas y muy variadas experiencias: La agridulce mili en en cuartel de Loyola, con mistela y grandes colegas soñando ante la bahia en los atardeceres del helipuerto. Los conciertazos inolvidables: Ramones, Santana, AC/DC y otros más domésticos en el Etxekalte o en la Trini. Los bares del centro: El Bowie, El Rainbow, El Tranctor, donde sonaba a gloria la música más in del momento mientras lanzábamos furtivas miradas a chicas imposibles. Los otros garitos, los de "lo viejo" : el Arraun, La Iguana, La Maruja, el Erniope y el de mis amigos los Garmendia del Mesón San Telmo, sin olvidar los de la Zurriola y las salchichas del Txofre en Gros.
Me costó querer  a esa ciudad con fama de hermética pero ahora forma parte de mí y la añoro cuando paso demasiado tiempo sin acercarme. Donosti exultante en esos veranos de jazz, Igeldo y música en la calle, terriblemente melancólica en esos días de cielo plomizo y oleajes salvajes que parecen comerse la ciudad. Bihotzez, donostiarrak: zorionak eta ondo pasa. Zuen jaia da eta.

10 comentarios:

El Conde de MonteCristo dijo...

Pelota, estás excomulgado :-)

Juli Gan dijo...

A pesar de la excomunión del Conde de Montecristo, yo te lo agradezco. Mmm, la relación de lugares es interesante.Una reflexión: Cuanto más tiempo paso fuera, menos entiendo eso de herméticos. En comparación con la gente de donde vivo, somos de un abierto caribeño. Además, los guipuzcoanos a los donostiarras siempre nos han llamado "kaxkariñak". Gracias, de verdad, mila esker aunitz.

nineuk dijo...

Claro, lo del hermetismo es muy relativo. Mi relación de garitos es muy ochentera, ahora diría que los bares han perdido punch respecto a aquella época. Hay otros que no cito porque no consigo recordar el nombre: Uno super "Cool" que había en Gros y ese otro que hay en el Boule...¡coño el Altxerri!.
No me excomulgues Conde, no hago la pelota, me limito a contar mi vida (de forma emotiva ya tu sabes...)

El Conde de MonteCristo dijo...

Nada nada, mañana hago la petición la Vaticano ;-)

El Conde de MonteCristo dijo...

Fuíste al Ku alguna vez?

Juli Gan dijo...

Si lo del Ku es a mí. Pillé alguna noche chorra de ésas en los noventa. Al Etxekalte sí que solía ir, pero me agobiaba el humo. Yo es que siempre fuí una niña muy formal y salía poquito por las noches ;-)

nineuk dijo...

Pues si es a mí: No, nunca estuve en el KU. Pero sí en la que estaba en Anoeta , que aguantaba toda la noche...

El Conde de MonteCristo dijo...

Y ya puestos, el ambiente del Ku de Donosti era tan "moderno" como lo vendían o no era pa' tanto?

Fue antes el Ku de Donosti o el Ku de Ibiza?

Estas también para ambos y para el que se quier apuntar.

nineuk dijo...

Yo nunca escuché que fuera tan "moderno". Lo que sí escuché es que los dueños (que respondían a las iniciales KU) abrieron la de Ibiza. Volviendo de esa disco, los Ramones tuvieron un accidente sin mayores consecuencias. Tampoco pisé LA PERLA aunque era el meeting point de los militronchos

Juli Gan dijo...

Ayyy, el Keops. Jajajaja. Sólo me dejaban entrar los días sin alcohol, porque era menor. Justo antes de que lo tiraran trabajaba en el polideportivo de detrás (Frontón AtanoIII), una vez me encontré una silla de ruedas de las urgencias del hospital allí abandonada. Alguno que se cansó de esperar y se bajó en ese medio de locomoción. Lo mejor es que me la llevé y llamé allá para qe vinieran a buscarla, y la que pilló el teléfono dijo: "Vaya, otra vez". Jaaaa,ja,ja,ja.