lunes, 16 de abril de 2012

HUYENDO DE FRANCO

Durante la Guerra Civil, miles de familias vascas tuvieron que tomar una decisión muy dura, la de enviar a sus hijas e hijos a otros países con el objetivo de alejarles de los desastres de una guerra que se presentaba (ahí están los tristemente célebres bombardeos para atestiguarlo) como especialmente cruel con la población civil.
Así, el Puerto de Santurtzi fue testigo mudo de la marcha de miles de niños vascos que se dirigieron a paises que, en aquellos momentos, estaban lejos de la guerra. Francia, Gran Bretaña, Bélgica, la URSS… Los niños y la niñas vascos fueron la avanzadilla de lo que después sería el exilio de miles y miles de vascos que tuvieron que abandonar sus casas y su tierra obligados por el terror fascista

Indefensos, desarraigados y asustados, aquellos niños quedaron en muchos casos al albur de la buena voluntad de sus paises que les recibían. La estructura del Gobierno Vasco, constituido en plena guerra y enfrentado a una lucha de supervivencia contra las tropas fascistas, no llegaba para controlar y supervisar todos los destinos en los que se desperdigaron esos miles y miles de pequeños y pequeñas vascos.

Os cuento esto porque la Universidad de Gales ha publicado un libro que cuenta la historia de la estancia de algunos de esos niños en Gales y otros destinos británicos: "Fleeing Franco"
Un libro que recoge muchas de las caras de este triste poliedro que se formó gracias al impulso del fascismo, y a la miopía y cobardía de unas democracias europeas, que prefirieron mirar hacia otro lado, con la vana esperanza de que, si no hacían nada, nada les pasaría. Sin darse cuenta de que la desgracia de los republicanos en España, era el prólogo de su propia desgracia.

"Huyendo de Franco",  habla de niños mal cuidados y medio abandonados en un lugar extraño, que, incluso, se revelan; o del recelo con el que fueron recibidos por parte de una población mayoritariamente conservadora que, seguramente, les veía como los hijos de diablos comunistas y Anti-Dios. Pero también habla de la generosidad que su situación depertó entre la comunidad en la que se habian establecido y de cómo los conflictos dieron paso, también, a la solidaridad.

Pues bien, la asociación que reune a los niños vascos evacuados a Gran Bretaña en 1937 anuncia para el próximo 21 de mayo, en coincidencia con el 75 aniversario de su partida, el que será, posiblemente, su último encuentro anual con carácter oficial, debido a la avanzada edad de los supervivientes.
En su huida de las penurias de la guerra, estos niños encontraron en el país de acogida una solidaridad y un calor humano que traspasaron las rígidas fronteras sociales que imperaban en el Reino Unido de la época. Escritores, músicos, artistas plásticos y demás personalidades relevantes del mundo de la cultura tuvieron un destacado papel como protagonistas en esta oleada de solidaridad y cariño hacia los niños vascos.
Esto contrastaba con la falta de apoyo del gobierno británico a la causa republicana en su desigual lucha contra el fascismo español, al que Hitler y Mussolini apoyaban con armas, hombres y dinero.
El mundo de la cultura también se movilizó contra el fascismo y en apoyo a los niños vascos refugiados. Entre estas movilizaciones destaca la que tuvo lugar en el Royal Albert Hall de Londres el 24 de junio de 1937, cinco días después de la caída de Bilbao en manos de las tropas fascistas.
El acto, anunciado por medio de un dibujo original de Picasso –uno de los bocetos previos al “Guernica”- estuvo presidido por la duquesa de Atholl. Aunque pertenecía al Partido Conservador, la duquesa de Atholl, miembro del parlamento británico, fue una de las más firmes defensoras de la II República en Gran Bretaña.
Entre los oradores y artistas que intervinieron figuraron, entre otros, el escritor alemán Heinrich Mann -que había tenido que huir de Alemania tras la llegada al poder de los nazis- y el célebre bajo-barítono afroamericano Paul Robeson, cuya carrera musical y cinematográfica se encontraba en su apogeo. Robeson grabó incluso un disco destinado a recaudar fondos para ayudar a los niños vascos.
También tuvo un papel muy destacado en este acto del Royal Albert Hall un coro formado por varios de los niños evacuados a Inglaterra, que cantó una selección de canciones populares vascas.
El coro formado por los niños vascos obtuvo un gran éxito, fruto del cual grabaron dos discos. Los editó el sello Parlophone y obtuvieron excelentes críticas en la prestigiosa revista “Gramophone” y otras publicaciones especializadas.
El libro en cuestión, publicado en inglés y castellano resulta muy elocuente. Los testimonios de quienes entonces eran niños hablan de familias que se vuelcan y de tratos exquisitos pero también de niños que ya nadie reclama y tienen que quedarse para siempre en un país extranjero, o de otros que se ven obligados a robar al perro la comida a escondidas (hasta que son descubiertos).
Es curioso también el testimonio de una niña que no podía comprender por qué le levantaban constantemente el puño (saludo comunista), algo que en Euskadi no había llegado a ver jamás.



8 comentarios:

Lev Mishkin dijo...

Para complementar la entrada, si me permites.
El otro arbol de Gernika, un libro que leí solo porque salía la calle Portu de Barakaldo. Y que habla de esos niños. Entretenido
El documental "Los niños de Rusia" de Jaime Camino. Ver a ese miliciano (o gudari) en el puerto de santurtzi comiendose a besos a sus hijos antes de que partieran rumbo a la URSS con el Aurtxo Seaskan de banda sonora, me hicieron saltar las lagrimas en el cine. Lo que nunca había hecho.

nineuk dijo...

Gracias Lev. Me apunto la segunda. la primera fue para mí toda una revelación. La lei a hurtadillas en la biblioteca de Santurtzi y me dijo mucho más sobre la guerra civil que todo lo que había oido en casa/escuela.Recuerdo que el final era, quizás obligado por la época en que se publicó, un tanto claudicante, pero no dejaba de ser la visión de un niño.

Anónimo dijo...

muy interesante las tres aportaciones dadas por los dos.
gracias-eskerrik asko.
jimmy.

Jagoba dijo...

Siempre genial el blog de Roberto.

fernando dijo...

Mi amatxu acabó en Francia en vez de Inglaterra y, tengo que decir que tuvo suerte. La mujer que la acogió la trató muy bien. Hasta tal punto que, luego ya pasados los años, vino aquí, alguna vez que otra, de vacaciones. Y así mis hermanos y yo, tuvimos oportunidad de conocerla. Por cierto, una persona encantadora. Por otra parte, buena entrada colega. Como podrás comprender, el tema me ha interesado bastante.

nineuk dijo...

Mil gracias a los tres. La verdad es que aprte del contenido, no me direis que la foto de esos dos chicos no es todo un poema...

susana dijo...

Me parecen muy buenos los programas que está emitiendo EITB sobre éstos niños "ingleses" con entrevistas incluídas, algunos todavía con nosotros, la documentación de los reportajes es muy interesante y su aportación sobre el bombardeo de Durango del que siempre se ha hablado menos.
Por qué éstos programas sobre el 75 aniversario a partir de las doce de la noche?

nineuk dijo...

Estoy de acuerdo. bastante más interesantes que los de la transición, que ya despide un tufillo a moho que tumba.