lunes, 24 de junio de 2013

VIDAS ANTERIORES


La vida es lo que hacemos mientras hacemos planes, dicen que dijo John Lennon. Seguir vivo es, entre otras cosas, ir asumiendo que uno no puede llevar a cabo todos los tipos de vida con los que sueña en la infancia. En el mejor de los casos lograremos que uno de ellos se haga realidad, asumiendo, eso sí, que tampoco será exactamente como la soñábamos pues los sueños , sueños son.

Argumentos como estos salieron a luz durante el debate posterior a la presentación del libro “Vidas Anteriores” de Oscar Losa Vega, donde ejercí de presentador. La segunda novela de este autor santurtziarra se centra en buena medida en los reencuentros, en los pesados lastres que vamos arrastrando del pasado y la necesidad de volver para curar las viejas heridas, aunque sepamos que a menudo, es imposible.

La sombra del pasado, que siempre se siente mucho mas cerca de lo que pensábamos está también presente en otro libro: “Pasión y Muerte de Iosu Expósito” de Beñat Arginzoniz. Son ambos, escritores cercanos a mí. Oscar desde tiempos remotos (aunque ahora vive en un pueblo de Cantabria) y Beñat desde hace algunos años. Sin pretenderlo me han metido entre los dos en el tunel del tiempo para trasladarme al Santurtzi de los 70/80 , tiempo de óxido, excitación, cambios profundos y ansias por probarlo todo, especialmente aquello que nos hiciera sentirnos más subversivos, más rompedores, más jóvenes de nuestro tiempo.

Los recorridos de quienes habitan esas páginas y habitaron esas realidades son a menudo paradójicos. Yo al menos, he conocido luchadores callejeros que han terminado en la policía, chicos de familias ricas que han abrazado la heroina hasta las últimas consecuencias o candidatos a la pura marginación preocupados ahora por los posibles impuestos a las “grandes fortunas”.

En la banda sonora de estas historias, sin duda, se encuentran entre otros, los primeros álbunes de una mujer muy especial: Patty Smith. Tengo tambien muy reciente la lectura de su libro autobiográfico “Eramos Unos Niños” donde se refleja un tipo pasión por el arte muy alejada de los clásicos estándares de la “Rock Star”. Patty es en realidad una poetisa que se convirtió en rockera de éxito “por aclamación”, cuando los artistas que la rodeaban en el New York de finales de los setenta, conscientes de su talento y su magnetismo, prácticamente la subieron en volandas al escenario. Recientemente la disfrutaba por tercera vez, en el mismo atrio del Guggenheim, en uno de esos conciertos que te hacen sentir en el lugar del mundo “donde se debe estar”, deletreando a voz en grito el nombre de GLORIA, que es una mujer y son todas las mujeres resumidas en la figura admirable de la Patty.

Ya lo dijo Benedetto Croce…. Somos hijos de nuestro tiempo más que de nuestros padres.                   

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