lunes, 20 de julio de 2015

EL VALLE DE SALAZAR

Itzaltzu
Las tan criticadas redes sociales, también nos traen alegrías. Una de ellas ha sido, para mí, entrar en contacto con Rita Labiano Moso, redactora de la revista Mendixut y pariente lejana que me hizo llegar ese precioso álbum titulado “El Valle de Salazar y sus gentes en imágenes”.                                                                                                                                                   El Valle de Salazar o Zaraitzu siempre ha tenido un hálito mítico en mi casa. Un joven llamado Casto Moso, mi bisabuelo, salió de allí un día en busca de futuro hacia Bizkaia, donde “Los Hornos de Barakaldo alumbraban todo Bilbao”. Según el relato mil veces repetido –y seguramente idealizado- por mi padre, Casto ligó con su abuela Generosa, de Urdulitz, en el “txitxarrillo” de Bilbao. Aquel primer cortejo fue en euskera: “A zer neska polit-ederra” (que chica preciosa) le dijo el joven navarro.  Casto hablaba el euskera de su pueblo, Itzalzu. En casa siempre he oído que era tio del pastor Zoilo Moso Bezunartea, un hombre que se preocupó de dejar plasmados sus conocimientos sobre el salacenco en varios escritos, especialmente las cartas que intercambió con José Estornes Lasa. Hoy es realmente difícil encontrar hablantes.
Mi primer contacto con la zona no pudo ser menos idóneo. Me llevaron de maniobras a la selva de Irati, durante la mili. A pesar de las agotadoras y precarias circunstancias que me rodeaban, lo que pude contemplar entre marchas y guardias me pareció  de una belleza paradisíaca. Más tarde pude venir con la familia y entonces sí, pude ya disfrutar a conciencia de sus múltiples atractivos.                                                                                                           En las dos ocasiones en las que he visitado la zona me he llevado la misma extraña impresión. El euskera está presente en calles, montes y ríos, se respira en cada esquina. Uno tiene la sensación de estar ante una realidad desaparecida muy recientemente y adivina, en la mayoría de los habitantes de la zona, hablantes familiares muy cercanos en el tiempo. Inevitablemente te viene a la mente aquella canción de Bittor Aiape: “Zer arraroa euskararik gabe Nafarroa” (Que raro, Navarra sin euskera).                                                                                                                                                Etxamendi eta Larralde ya plasmaban esta misma impresión al presentar su canción “Otsagabia”
1963, un folleto encima de mi mesa al volver del trabajo El pueblo de Lizaso en venta por sus últimos habitantes”. Mi padre nos hablaba a menudo de Otsagabia, a un día de marcha de nuestro caserío natal, “Allí se habla el mismo idioma que aquí, en casa”. Y allí, en 1963 nadie entendía ya una palabra de euskera. Sin duda alguna nuestro país se caía a pedazos.
De Itzalzu también conocía la leyenda de Gartxot, ese personaje medieval, popularizado por Arturo Campión que mató a su propio hijo, Mikelot antes de que los frailes se lo arrebataran para gozar de su portentosa voz. El “día de Gartxot”, por lo que he podido saber, ha alcanzado notable popularidad, gracias entre otros a Benito Lertxundi y su Altabizkar y a los trabajos en cómic y animación de Asisko Urmeneta.  Asisko quiso que sus personajes hablaran el salacenco para darle más autenticidad al cómic y para ello se sirvió entre otros de otro francotirador: el itzaltzuarra Iñigo Auzmendi, de Casa Mikeleiz,  actualmente residiendo en Australia.  Iñigo, nacido en 1978, conoce el dialecto porque decidió estudiarlo por su cuenta. Sus palabras, en una entrevista para el diario “Berria” resultan bastante   clarificadoras al respecto: “hay muchos textos sobre el salacenco, su recuperación es una cuestión de voluntad, otra cosa es el uso.  Además, en nuestro pueblo hay euskaldunes, pero solo tenemos dos niños...” Casto no fue el primero ni el último en abandonar el valle . Y es que, al parecer, hasta en el paraíso hay problemas.






4 comentarios:

Juli Gan dijo...

Gure Nabarra euskalduna. Será que soy medio navarra, con raíces en las cinco villas de la montaña (Bortziriak)a los pies del Bidasoa, y que, por ser el euskara que oí desde niña, tengo miles de expresiones genuínamente navarras. Nabarra tiene el euskara muy dentro, a pesar de que piten a alcaldes que se atrevan a lanzar discursos en su vieja lingua navarrorum. Hay quienes tienen el monopolio de lo navarro como propio y exclusivo y se niegan a admitir que la Navarra vasca es, en esencia, la Navarra más pura.

nineuk dijo...

Bueno, no creas. A Del Burgo yo le lei aquello de "los únicos y verdaderos vascones somos los navarros". Luego se mosquean si se les habla en legítimo "vascón". Ahí si que se retratan.

Antxon Rabella dijo...

Gure arazoa beti berdina izan da.
A ze altxorra daukagun euskararekin, hain ederra, hain zaharra...
Hizkuntzalari batzuek zera komentatzen zuten: Utzi euskera tresna miresgarri eta polit bat bezala ikusteari, baina mesedez erabili ezazue, nahiz eta ondo ez egin.
Nik neuk, ikastolan erakutsia, aittitte eta amamak ez zekiten erdararik. Baina nire gurasoek euskeraz, eta guk seme alabak gaztelaniaz erantzuten genuen.
Irakurketak eta idazketak gaztelaniaz egin ditut ia beti, o sea que soy uno más de los responsables. Donostin bertan oso gutxi entzuten da euskara. Salacenoarena ez nekien, polita da baina tristea.
Euskararen paradisu ederrean, arazo nagusia aldarean jartzen dugun hizkuntz bat ez dugula erabiltzen da.
Pozten naiz zure aurkikuntza politaz, zeure erroak non bota ziren buruz jakin zenuen lekuan egon zinelako .Besarkada

nineuk dijo...

Bai, agian askotan izan den erronka horretan arrain handiak irabazteko ohitura dauka. Esanten dutenez hemeretzigarren mendearen hasieran Irlanda osoan mintzo zen gaelikoaz. Gaur hara bidaltzen ditugu gura seme-alabak ingelesa ikas dezaten. Borodadea garrantzitsua da, baina errealitatearen zamaren contra borrokatzea ez omen da horren erraza.