viernes, 17 de junio de 2016

CONCIERTO



Tenía mis dudas pero finalmente  respiré.
El artista tocó sus canciones míticas.
No se dejó ni una.
Dimos palmas. Coreamos. Encendimos móviles y mecheros. Aplaudimos a rabiar.
Salimos convencidos de haber visto a un tipo cercano, simpático, complaciente, profesional...
Y sí.
Totalmente acabado.

2 comentarios:

Antxon Rabella dijo...

De tan cercano, simpático,complaciente y profesional dejó de ser el mito que fue y se quedó en alguien que sigue tocando y tocando y tocando las canciones míticas de siempre, sin nada nuevo, provocativo ni rompedor. Así eran sus canciones míticas al principio, pero se quedó ahí para siempre.Convertido en estatua e icono perpetuo...


McCartney ha editado 24 discos en solitario. No me he enterado. Cuando le recuerdo, le imagino tocando una y otra vez, una y otra vez el St Peppers Lonely Hearts Club Band...

nineuk dijo...

Pues Paul, a diferencia de otros, siempre trata de que suene alguna composicion reciente entre sus clásicos. Lo cierto es que yo mismo me veo a menudo en esa contradicción. Por un lado agradezco que me suenen los temas y por otro...cuando estos pertenecen a un pasado bastante remoto...salgo del concierto convencido de que lo visto despide un tufillo a cadáver que tumba...