lunes, 12 de diciembre de 2016

MÁS ALLÁ

(Artículo de Magali Moso Urkia) 


“Libertad, igualdad y fraternidad” ¡que bonito lema! La pena es que hoy en día esos valores se ven continuamente vulnerados.

La sentencia del TEDH número 43835/2011, presenta una cuestión que hoy en día se aborda en varios debates, y tertulias;  ¿ Debemos prohibir el velo integral?

Los recientes acontecimientos políticos, como la victoria de Donald Trump, y el imparable ascenso de la ultraderecha europea, dejan en evidencia lo exitoso que esta resultando el discurso anti-inmigración. Uno de los países que más de cerca esta viviendo este auge, es Francia, donde la ultraderecha dirigida por Marine Le Pen esta alcanzando unos porcentajes desconcertantes, imponiéndose en las urnas, con el 30% de los votos. Por supuesto, la islamofobia es un punto común en todos estos partidos ultraderechistas, y me atrevo a decir, que si les preguntáramos a sus dirigentes sobre la prohibición del velo integral, su respuesta sería afirmativa. Alegarían la amenaza que supone esta vestimenta para la seguridad del país, como ya de forma más adornada afirma el Estado francés en la sentencia, y mostrarían varios ejemplos o argumentos, que a mi humilde parecer, no merecen ser mencionados en el presente artículo.

Por otro lado, tenemos el argumento que yo llamare, “post-moderno”, donde la libertad, es el Derecho estrella, es el centro de todo.
 La libertad de expresión absoluta, la libertad de ejercer prostitución ( y por supuesto la compra del sexo) ,la libertad de vestir como quiera...Y si estamos bajo cero y me pongo una minifalda, ¿Porque no? Soy libre.
La libertad de comprar lo que quiera, y la libertad de vender lo que quiera y por supuesto, la libertad de taparme la cara si quiero. Libertad en todas sus formas y actividades, vaya.
Defendiendo la libertad ante todo, nos creemos tolerantes, nos creemos abiertos y utilizamos la libertad como un adorno para demostrar que somos muy progresistas. Lo vemos como algo moderno.
No quiero negar la importancia de la libertad, ni mucho menos. Por supuesto que creo que el derecho a la libertad es uno de los mayores logros del ser humano, pero opino, que mucha gente, sólo se centra en la libertad al argumentar cualquier hecho, y me gustaría sacar otros Derechos que considero igual de importantes al debate.

Aquel querido tricolor que manifestaban los constituyentes franceses, “Libertad, igualdad y fraternidad”, llevaba otro elemento esencial, que muchas veces, no por casualidad, olvidamos completamente: La igualdad.

Me gustaría analizar esta Sentencia, y el fenómeno del velo integral desde un punto de vista feminista. No tanto analizando la capacidad del Estado, para tomar estas medidas, sino la capacidad del ser humano, de ver más allá de la libertad religiosa.

Sinceramente, considero que la problemática que deriva de la prohibición o no del velo integral, sirve para ocultar la auténtica catástrofe que se desarrolla ante nuestros ojos y que una y otra vez se evita encarar: el sometimiento de cientos de millones de seres humanos, mujeres, a las que determinados regímenes políticos no reconocen sus derechos humanos, civiles y políticos, sin que el resto de la comunidad internacional alce su voz.
¿Es inocente el empeño en que las mujeres tapen su cuerpo y su cabello? En absoluto. Responde a una clara voluntad de sometimiento de las mujeres a los varones y ha respondido a ese propósito en todo tipo de religiones: el cristianismo, el islam y el judaísmo. Contra esa imposición, contra esa exigencia de sometimiento, se han levantado todos los movimientos feministas del mundo. Incluido el mundo musulmán.

Quiero recordar, que nuestras madres, abuelas o tatarabuelas,  hace setenta años debían ir al banco acompañadas de sus maridos, debían dejar el trabajo cuando se casaban, debían taparse la cabeza en sendas ocasiones, y por supuesto, no podían ejercer el derecho a voto.
Fue su constante lucha la que nos saco de aquella situación. Esas mujeres, fueron objeto de burla, desprecio, fueron tachadas de malas madres, de mandonas, de brujas, y sufrieron muchísimo para llegar hasta donde estamos ahora. En este sentido, no me parece tan descabellado como alega tanta gente pedir que en nuestra sociedad se invoque a la igualdad de género a la hora de legislar o tomar medidas. Atendiendo a lo establecido en la sentencia, el Tribunal no lo considera alegable, y su razonamiento es acorde al Derecho. Ello no quita, que podamos olvidar lo difícil que ha sido la lucha por la igualdad, y todo el sufrimiento que ha conllevado, antes de marcarlo como un mero argumento “simplista”.

En cuanto a la alegación del Estado francés del respeto a la dignidad humana, he de decir que en mi opinión, el burka o el niqab, que ocultan completamente el rostro,  niegan la condición de la mujer como ser humano y van contra lo que es propio de una persona, lo que la caracteriza sobre todo lo demás, la identidad.
Aún así, no creo que sea el mayor problema. El mayor problema es lo que esta detrás de eso.
 En un tranquilo y maravilloso viaje que hice con mi familia a  Estambul, hace un par de años, llegue a esta conclusión. Observaba a todas estas mujeres con el velo integral,  por las calles, y veía como llevaban entre dos manos, que ligeramente asomaban de su vestimenta; dos niños, un carrito, biberones, dos mochilas, neceseres, y muchos otros objetos. Mientras tanto, su marido caminaba airoso por delante, sin ningún tipo de preocupación.  El problema no es sólo el taparse la cara o no, el problema es el siguiente: ¿Que papel juega la mujer en el Islam?

Por supuesto no puedo ignorar el argumento estrella de los que critican la prohibición: Las mujeres quieren hacerlo, no están bajo coacciones.
Vuelvo a las preguntas: ¿ No es la religión suficiente coacción?
Sabemos de lo que hablamos. La religión ha sido una herramienta para controlar a millones de masas a lo largo de la historia. La obediencia ha sido su mayor logro, y ¿ su medio? el temor. El miedo a vivir una vida miserable después de la muerte, si no se obedece. Así, invocando a dioses y profetas, existen las mujeres que apoyan y reciben, la mutilación genital en África, con pleno consentimiento, y existen mujeres que deciden tapar al completo su rostro, aún estando comprobados los problemas de salud que causa. Ya que estamos en el artículo de las preguntas, me gustaría que nos preguntáramos si es casualidad que las víctimas ( si, víctimas ) sean mujeres. Opino que hay que negarse a contemplar la polémica del velo integral, como una cuestión exquisitamente multicultural, sin significación de género.
A esto me gustaría añadirle, que cuando se dice que hay que dejar que sean las mujeres musulmanas las que decidan si quieren llevar velo integral o no, es absurdo ignorar lo que dicen los movimientos feministas del mundo musulmán, que siempre lo han considerado como un símbolo de sometimiento de la mujer. Son los  movimientos feministas los que han luchado en todo el mundo por conseguir la equiparación de derechos de las mujeres y los hombres, y gracias a ellos se ha avanzado en el reconocimiento de los derechos de la mujer.
En un mundo donde el movimiento feminista del norte y del sur reclama autonomía, libertad e igualdad para las mujeres, la religión pervive como escenario donde la superioridad del hombre es representada sin crítica.
Por último, me gustaría añadir, que no mantengo la misma postura en cuanto al burkini, o al velo. En mi opinión el bien jurídico protegido debería de ser la identidad. Y ello se vulnera con la ocultación del rostro, no del pelo. Además, la religión Islam, en su más amplia y ajustada interpretación, establece lo siguiente: “El profeta dijo que a nosotras solo se nos puede ver la cara y las manos”.  No debemos olvidar, imposición del velo integral, viene dada de la mano de los más radicales islamistas como los talibanes en Afganistán,  o de la mano de las políticas más extremistas como la de Arabia Saudita, donde las mujeres no pueden salir a la calle sin estar acompañadas de un hombre.
 Los símbolos del sometimiento de millones de seres humanos son lo que son. Para nada una mera demostración de identidad cultural.

Mi mayor miedo es que, en los tiempos que vienen, donde la islamofobia y el racismo aumenta a niveles colosales, el discurso de la teofobia se apodere del discurso feminista, sólo para ir en contra de esta minoría, y aumentar el odio.
 Yo no tengo claro si la prohibición del velo integral surtiría el efecto deseado por parte del colectivo feminista. Lo único que pretendo, es sacar a la luz argumentos aplastados por el discurso progresista moderno. Dejando claro, que no hablo en nombre del feminismo, sino de muchas feministas que defienden esta postura. Aún así, no se es menos feminista por pensar de manera diferente.
Lo que si tengo claro, es que, con vistas al futuro, el movimiento a favor de la educación de las mujeres impulsada por activistas como Malala, debe ser expandido e impulsado en todo el mundo. A mi parecer, ese es el inicio de un gran cambio significante y rompedor.  

Para finalizar, me gustaría decir, que aunque esta argumentación parezca algo radical, y políticamente incorrecta, puede que en un futuro lejano, las jóvenes musulmanas la estudien, y entiendan, que toda esta lucha, todos estos artículos, y todos los discursos que defienden los límites al velo integral, tienen un único e importante objetivo: La igualdad de la mujer, en todo el mundo.   
Magali Moso Urkia



















7 comentarios:

susana dijo...

Enhorabuena a Magali, escribir y discernir lo lleva en la sangre.
Estoy de acuerdo con cada palabra que ha escrito y gran frase "no se es menos feminista por pensar de manera diferente".
Es rompedora, cómo me alegro!
Un abrazo familiar...

Antxon Rabella dijo...


Estoy de acuerdo contigo Susana. Es un artículo brillante y valiente. Magali, no sé si eres hija o familiar de Roberto, pero tienes madera, aunque no te apellidases Moso.

Tú no puedes dejar de escribir Magali, aunque tal y como está la cosa, y por muy bien que lo hagas quizá lo tendrás que hacer en blog. Van a ir desapareciendo autores jóvenes en forma de libro. Nadie arriesga. Pero escribe, que seguro que por tu fluidez lo haces con bastante satisfacción.

Antxon Rabella dijo...


Pero qué tontería he dicho. Y cómo no vas a ser familiar de Roberto. Ya sería algo muy extraño que Roberto te cediera tu espacio sin ser familia pero muy curiosamente, apellidándote Moso. Y si Roberto dedica "La radio encendida" a Carmen "buena madre (o mujer) y mejor persona" podrías ser hija de Roberto y de Carmen. Pero está claro con lo que dice Susana sobre abrazo familiar.

Bueno, repito, me ha gustado tu análisis.

eccemomo dijo...

¡Bien Magali! La cara no es una parte cualquiera del cuerpo, es el lugar de la identidad, del yo y del inconsciente, de la expresión de emociones y sensaciones. El velo integral convierte a la persona (siempre mujer, no por casualidad) en un objeto neutro, carente de todo significado excepto que es una mujer, una mujer sometida, encerrada, anulada. Incluso si se lleva por decisión propia ha de prevalecer el derecho de los otros de ver la cara de la persona y notar que es eso: una persona.

Unknown dijo...

Susana, muchísimas gracias por tu comentario.Me ha hecho muchísima ilusión, me agrada que te haya gustado mi artículo ya que tu opinión es muy valiosa para mí. Espero que todo te vaya genial, en mi familia nos acordamos mucho de ti. Un beso muy fuerte y espero verte pronto.

Unknown dijo...

Eccemomo: Estoy completamente de acuerdo, mucha gente cree que los que tenemos esta visión del velo integral estamos en contra del multiculturalismo, pero no es así, esta crítica va más allá de eso, y me alegro mucho de que te haya gustado.
Antxon Rabella: Soy la hija de Roberto y muchas gracias por tus amabilísimas palabras, me alegro mucho de que te haya gustado mi análisis.
Un abrazo a los dos.

Unknown dijo...

Querida Magali
Debido a un multiculturalismo mal entendido y a un difuso sentimiento de culpa europeo, los "progresistas" están siempre dispuestos a comprender y disculpar al islamismo radical pero lo cierto es que como dice Alain Finkielraut "el islamismo radical es una reacción no ante lo que Occidente tiene de opresivo sino ante lo que tiene de emancipador"
Enhorabuena por tu artículo
pedro