miércoles, 27 de diciembre de 2017

LAS NAVIDADES PERDIDAS

La mesa familiar repleta de invitados. Un Belén con indios y vaqueros. Saltos de esquí en blanco y negro. Ir con mi abuelo a ver el nacimiento gigante del Hospital. Petardos, bombas fétidas y polvos de estornudar en unas vacaciones eternas. La letanía de la lotería surgiendo de toda la vecindad: “veinticincomiiiiiiiil pesetaaaaaas”. Bromas telefónicas el día de los inocentes: “¿Es ahí donde lavan la ropa? ...Pues que guarros ¿no?”.  Mi tía Julia corriendo pasillo adelante porque Tom Jones “El Tigre” sale en la telegala navideña.
Las muñecas de Famosa se dirigen al portal. El Lobo, que gran turrón. Mi padre y su jota favorita: “En el alto Pirineo soñé que la nieve ardía / Y por soñar imposibles soñé/ Que tu me querías”. Mi primer canto en euskera en el coro del Colegio: “Gabon Gabon Jesús”.  Mi prima Mari Carmen me enseña a hacer una estrella de plata perfecta. “Sirvo con igual cuidado, al rico, al menesteroso, al portero y al criado. El cartero les felicita las pascuas”. Viendo con mi abuela Mónica en el cine “Un millón en la Basura”. Partida de “seises” hasta la madrugada. Mazapanes de Soto, “Royal Carlton”, según mi padre “el único champán riojano”. Maniobras para cortar el ladrillo de turrón: trapo, cuchillo y plancha de hierro. Felicitaciones “pintadas con los Pies”. La liturgia para abrir el cava, avisando a los vecinos de arriba. Los piques con los amigos por ver quien se acostó más tarde. Las cartas a los reyes: triciclo, tren eléctrico, proyector “Ricolor”, pistola sideral,  “Exin-Castillos”, “Exin-Baloncesto”, “Exkalektrik”...
Tres días en casa de mis tíos en Bilbao. Mi primo José Mari es mi sherpa perfecto. Estallido de colores por toda la ciudad. Cascada de estrellas alucinantes en “El Corte Inglés”. Risas y carreras en las escaleras mecánicas– hasta que un vigilante nos señala la puerta- .Parque Infantil de Navidad en la feria de muestras. El paraíso a nuestro alcance. Gargantua es tentación y temor. Lo miramos con desconfianza. ¿nos metemos por esa boca? Media hora calibrando las caras –y las edades- de los atrevidos y por fin... la taquicardia. Nos convertimos en alimento y caca del enorme muñeco. En cuestión de un segundo ya estamos fuera. Con los amigos del barrio lo exageraré debidamente. 
Campanadas de Nochevieja. Siempre hay alguien que se despista, alguien que se adelanta y alguien que se atraganta. No falla.
Cabalgata de reyes. Mi hermano grita desde el balcón: “Una biciiii con timbre y con banderaaaaa”. Al volver del desfile vemos al vecino, currela del ayuntamiento disfrazado de rey Gaspar en el portal. Nerviosas explicaciones de mis padres: “estos no son los de verdad”. Un día tonto, casi a traición, la Sor nos suelta la verdad de sopetón: “Con siete años supongo que ya sabéis lo de los magos de Oriente...” No, yo no lo sabía, monja borde.  
Se acabó. Las navidades son para la infancia. Rota la magia solo quedan los excesos. Mucho mas tarde, con mis hijas, la recupero un tanto.
Las primeras palabras que vi escritas en euskara: Zorionak eta Urte Berri on.
Pues eso mismo.        

7 comentarios:

Anónimo dijo...

Jjejeej, solo te han faltado el CineExin, la sidra el Gaitero y los mantecados De la viuda. Turrones el Lobo que recuerdos. :-)

Juli Gan dijo...

Qué bonita era la navidad de críos. Sólo te ha faltado Pepe Isbert buscando a Chencho. Jaaajaja.

nineuk dijo...

JEJEJE, pues alguien me comentó recientemente que a Chencho lo van a recuperar para una película en la que NO aparece...

susana dijo...

Brindo para seguir leyendo relatos y microrrelatos el año que viene!
Un abrazo "para el que los escribe" y para los que los leen.

nineuk dijo...

Txin Txin!!

Anónimo dijo...

ZORIONAK amigo, besos a la "negra" :-)))
Oi! Oi! Oi! desde Santurtzi
Nano

nineuk dijo...

OI OI OI OI!!! Ese pedazo de Nano. De la que te vea te voy a dar un cabezazo que te voy a dejra sin ideas... (si es que tenías alguna) ;-) Oiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii