Volviendo en el autobús de la resaca decidió enviarle un mensaje. “Han sido unos días fantásticos. Nunca te olvidaré. Eres lo mejor que me ha pasado en muchos años. Espero que nos volvamos a ver y podamos repetir toda esa locura”. Lo releyó, suspiró y dudo unos instantes. Finalmente lo envió y al poco quedó plácidamente dormido acunado por el run-run del motor. El mensaje se posó dulce, inefable, fatal... en el móvil de su esposa.
Pues mira. Es un buen comienzo para una historia... la esposa entonces, torturada por el mensaje se pone a investigar qué cóño pasó ahi y quien es la destinataria (¿destinatario?) Ya solo nos queda el nudo y el desenlace...
Volviendo en el autobús de la resaca decidió enviarle un mensaje. “Han sido unos días fantásticos. Nunca te olvidaré. Eres lo mejor que me ha pasado en muchos años. Espero que nos volvamos a ver y podamos repetir toda esa locura”. Lo releyó, suspiró y dudo unos instantes. Finalmente lo envió y al poco quedó plácidamente dormido acunado por el run-run del motor. El mensaje se posó dulce, inefable, fatal... en el móvil de su esposa.
Huy, qué pillada. Para enviar mensajes hay que estar con todos los sentidos alerta. :D
ResponderEliminarMadre mía... A lo mejor se ha buscado la ruina, o quién sabe, lo mismo empieza a ser feliz.
ResponderEliminarLM
En la siguiente curva el autobús derrapa y no hay supervivientes...eterno mensaje para ella.
ResponderEliminarPues mira. Es un buen comienzo para una historia... la esposa entonces, torturada por el mensaje se pone a investigar qué cóño pasó ahi y quien es la destinataria (¿destinatario?) Ya solo nos queda el nudo y el desenlace...
ResponderEliminar