MALDITO TMEO (EN SU 100 CUMPLE-NÚMEROS)

"¿Roberto?, soy Quini. ¿Que tal andas?. Era para ver si te animabas a escribir algo para el número especial de TMEO que vamos a sacar ..."
Veinte años años han pasado desde la remota fecha del año 88 en la que publiqué mi última colaboración escrita en el TMEO y ahora se produce la llamada...
Pues vale. No voy a rechazar a la oferta. Prefiero pensar que tanto tiempo después se han dado cuenta de lo mucho que han perdido sin mi divertida, atinada, inspirada colaboración.
Porque amigos (y enemigos) yo quería escribir en el TMEO. No me importaba hacerlo por la cara. Publicar mis textos en esta revista me hacía especial ilusión porque yo me veía perfecto entre Alvarez Rabo (gogoan zaigu) y Orúe, o entre Mikel Valverde y Ata o rellenando la media página esa que hace Mauro, yo que sé.
Llegué a publicar tres cuentos en aquellos primeros números. Tratando se ser coherente con la línea de la revista (o la que a mí me parecía) seleccionaba siempre lo más escatológico y bestia de mi repertorio. Así fue como vieron la luz "Estrellas del Porno" y "Un Polvo de Dos Reales". Pero yo notaba frío. Nadie me decía "muy bien, sigue así" ni siquiera "Muy mal, cambia de rollo", no. Era mucho peor . Los relatos se publicaban tarde, dos o tres números después de que yo los enviara y si el primero ocupaba dos opulentas páginas con ilustración incorporada, el segundo fue ya claramente comprimido en una página sin dibujo y con letras liliputienses.
Yo me torturaba: ¿Soy demasiado blando? ¿soy poco navarro-alavés? ¿quieren más vomitonas, más barricadas ardiendo?. Desde la redacción no me llegaban mensajes claros. Era evidente que me reclamaban más para aportar noticias que creaciones literarias y si había alguna opinión, nadie me la manifestaba con suficiente nitidez. Traté de variar una tanto la línea llevada hasta entonces publicando "Blues para el último comunista" pero ahi terminó todo. Alguien me dijo es su día que iban a incrementar más la parte "comic" que la escrita y mis últimos relatos fueron almacenándose en las estanterías de la redacción si no directamente en la papelera. Eso sí, animoso que soy (ani-moso je je je) aún hice con Berto el guión de uno de sus cómics, hace ya muchos, muchos números.
Y el caso es que la jodida revista siempre me ha tratado, por lo demás, de puta madre. He sido invitado a todas esas comidas y cenas celebradas a lo largo de su existencia, con sus inolvidables partidos beodos y siempre me han tenido informado y al día de todas sus ediciones. Sólo faltaba la llamada y al final se ha producido, maldita sea. Así que ahora no me vengais con hostias. Todos los próximos números contarán con mis geniales relatos, bien ilustrados a doble página y anunciados en portada. Serán pagados de acuerdo al convenio colectivo de EL PAIS o a la plataforma de la CNT para artículos de prensa y mira, ya no quiero sinceridad ni honestidad: quiero que Quini me llame todos los meses para decirme "De puta madre, sigue así" de manera que mi autoestima aumente a la par que mi fatuidad. Y esto es solo el principio. Si se ha producido esta maravillosa llamada se que ahora llegarán las demás: El contrato con la Warner para los próximos diez discos de ZARAMA, la decisión entusiastamente positiva de aquella ingrata que me dijo "déjame que lo piense" y las llamadas para disculparse de todos aquellos cabrones que me suspendieron y me aparcaron tantos malditos veranos en casa. Me llamarán de la emisora para ofrecerme el super-programa en Prime Time que saben que merezco y de la BBC para presentar un programa de gran presupuesto sobre la historia del Rock y así sucesivamente.
Gracias Quini, gracias TMEO. La justicia poética existe. Gracias a vosotros lo sé. Y otra cosa tambien sé gracias a vosotros (entre otros) : No hay que tomarse nada demasiado en serio ( y menos una parida como esta) . Zorionak. A ver qué pasa con esas cenas, aunque sea pagando, pues. GORA TMEO!