SANTURTZI 2009-7-10

Actuar en Santurtzi era, como es de suponer, algo especial. Allí se fraguó todo en el 77, allí nos despedimos en el 95 y allí nos sucedieron todas esas cosas de la infancia y primera juventud (ahora estamos en la séptima o así) que no se olvidan nunca.
Nos esperaba un escenario de infarto y una presumible masa humana de las que no concitamos tan fácilmente.
Los reencuentros comenzaron antes de la prueba de sonido. Viejos amigos de la infancia y adolescencia, buena parte de la familia de Txus con camisetas creadas para la ocasión (por supuesto con la imagen del pariente). El flujo de apariciones continuó durante la prueba de sonido, prueba complicada: la explanada de los conciertos es ideal en cuanto a espacio pero el moderno edificio de enfrentre produce constantes reververaciones. Además, en escena los pitidos son constantes y a veces, de origen controvertido (¿que coño se acopla?). La prueba es seguida por abundante personal. Alguno, un tanto pasado de rosca, está convencido de que la actuación ya ha comenzado y se cabrea cada vez que paramos...Cuando ya parece que nos escuchamos todos aceptablemente y que el sonido exterior es bueno, hay que hacer la prueba con los "nuevos". Txus está nervioso, Alfonso menos. Llevan trayectorias muy distintas con sus respectivos instrumentos desde que nos "disolvimos". Alfonso aparece seguro, contundente y luciendo ese estilazo que siempre le adorna. El Txus está duro y sudoroso pero esa guita...dios, esa guita es el muelle, son esos clavos que salen directos del bafle a la sien, es esa cadencia obsesiva que surge al ritmo exacto de su excitada respiración... Txuflos no será Hendrix, pero también es único.

Unos pintxos y más saludos en el back stage. Parientes/as, amigos/as y un segurata digno de EL JUEVES con el que hay que negociar cada nueva incorporación al camerino.
Llega Carlos, el que fuera mi compañero de pupitre en el remoto instituto (ahora curra en el ayuntamiento) , ha llegado el momento de la verdad. Mikel Ibañez, mi compañero de PARLABARATO ha aparecido justo a tiempo con la canción (grabada en un CD) "Santurce", un éxito puertoriqueño de los años 50 con el que teníamos previsto empezar. Aunque me lo había dejado en la emisora, el tío me ha hecho el gran favor de traérmelo. Como diría Rosendo "prometo estarte agradecido" . Así que suena la pieza, creando cierta perplejidad en los congregados: "Vamonos pa Santurse/ que vamos/vámonos a gozar"...
Arrancamos con el "Kostako Bidea" que enciende bien la mecha y la maquinaria se pone en marcha. Es un escenariazo y un publicazo pero no tengo la sensación de tenerlos ganados desde el principio (es algo que casi siempre nos pasa, supongo que será bueno). Entre la masa ya empiezo a distinguir algunas caras conocidas. Alguien me arroja una txupa de cuero roja y negra...esa txupa... sí, es la de Imanol, la de Rottem...ahí está, en primera fila enseñándome el dedo corazón. No hay literatura posible para poder trasladar aquí quien es el pequeño gran Imanol y a qué recuerdos lo asocio. Solo diré que para él bajar desde el barrio San Juan y situarse en primera fila es un esfuerzo acojonante. Lejos están los tiempos en los que nos acompañaba por esas carreteras de Dios y en los que llegó a consumar un polvazo justo debajo de nuestro "show". Rottem y su desbordante vitalidad, Rottem y sus abrazos que parten costillas, Rottem, que fuera lider de "Artrosis" y compañero de históricas batallas...joder, solo por volverle a ver ahí merece la pena la vuelta.
Hay que hacer de nuevo mención a la dichosa emotividad, parece una consante de este blog, será por la edad y eso. Pero es verdad. Buena parte del atractivo que podamos mantener viene de ahí, es inevitable. Me lo comentan a menudo: "He estado a punto de llorar con la de ... porque me recordaba cuando salía con ..." En fin, eso está ahí y aún pecando de inmodestia (y aquí teneis mi blog para desmentirlo) tambien me dicen que nos ven en forma y que disfrutan con nuestra actuación. Desde luego no será porque no lo sudemos. Estuvimos en escena una hora y cincuenta minutos, recorriendo un escenario que parecía un campo de fútbol y dimos dos bises de tres canciones cada uno. En el primero, por cierto, sacamos a los emigrantes. Creo que cumplieron con creces la expectativas y que habrá que repetir en cuanto se pueda. Me hablaron muy bien de los montajes de GABI (que se proyectaban al fondo), pero yo, fui de los pocos allí congregados que no los vio (jua) . Después del concierto vuelta por el pueblo y constantes reencuentros en la tercera y cuarta fase. El 18 de Agosto nos vemos en Abando Ibarra.