Aunque me obligaron a leerlo, con él no se produjo la reacción contraproducente que me ocurrió con otros. "La Hoja Roja" fue el primer libro que disfruté de verdad, metiéndome hasta los tuétanos en la piel de aquel anciano al que "le había salido la hoja roja en el librillo de papel de fumar" . Después llegaron "Las Ratas" , "La Sombra del Ciprés es alargada" y "Cinco horas con Mario", siempre con la entusiasta recomendación y posterior análisis de Don Julio, el profesor de literatura, mi mejor recuerdo docente, muerto a los 36 años de una puta leucemia.
Recuerdo también sesiones en la biblioteca de Santurtzi. Se supone que iba a estudiar pero las estanterías me tentaban con títulos atractivos al alcance de la mano. Cayeron, entre otros, "Mi idolatrado hijo Sisí" (mi favorita), "Diario de un Cazador", "Diario de un Emigrante" y "El disputado voto del Señor Cayo". Despues, en la uni, en el taller de literatura, me sentí un tanto "compadecido" cuando manifesté mi afición a tus novelas, por lo visto no era vanguardia, ni tendencia ni se necesitaban análisis semióticos para entender un carajo.Ahora leo que se está muriendo. Joder, ha escrito tanto y tan bueno sobre la muerte. A diferencia de tantos otros su carrera no se ha visto mezclada con ningún mal rollo (si acaso las polémicas sobre la caza pudieron pringarle un poco, pero siempre fue tan respetuoso...).
Miguel Delibes, como tantos otros, es alguien que me ha dado mucho sin conocerme. Me ha transmitido mensajes de dignidad, de decencia, de amor, de compasión por los mortales y lo ha hecho con unas historias preciosas, impregnadas de personalidad , de detalles, de gusto por un lenguaje que conseguía ser elaborado sin perderse en florituras ni artificios. Cada poco tiempo me acuerdo de alguna frase de sus personajes: La Desi, el Picaza, Doña Leonor, Desiderio... los imagino a todos aplaudiéndote ahora, como ocurría en una película de Woody Allen. Yo también me sumo. Que buen rollo de hombre: Miguel Delibes. Eternamente agradecido.
14 comentarios:
Asto hilari, orok egur, y tal; yo discrepo. Como se supone que era "listo de esos a los que les gusta leer", una vez me regalaron un libro, "el tesoro", de Delibes (los otros, los conocidos, ya me los metieron por vena en clase), y, qué quieres que te diga, siempre me ha parecido un poco... cómo se dice... "gagá"?
A mí también me gustaban los tebeos de Goliat, Crispín y Sigrid, pero cada edad tiene su cosa. Y en el caso de ciertos literatos, deberían quitarles el boli antes de poder firmar cosas como ésta:
http://www.libertaddigital.tv/ldtv.php/foro/viewthread/7285/
P.D.: prefiero al de "susedidos bastos", incluso utilizaba su impagable "luxuria barnetegian" en clase. Aunque el summum es "flores en la basura". Será que soy de esa cosa que llaman "ezkerraldea" que no tiene ni idioma ni ná, y no de la ancha castilla.
Corrijo lo de que no tenemos idioma. Sabemos cuatro, como en Erandio: latín, latón, euskara de plástico y castellano de cartón.
Por cierto, goian bego para Delibes y algún otro que me viene tal día como hoy a la mente, escuchando clásicos como éste, que bien firmarían Ciclos Iturgaiz:
http://www.youtube.com/watch?v=3Pm6RRnmLdI
Remana, ya sé escribir, que me enseña el señorito.
No puedo acceder al artículo ese porque me piden paswords y eso. Es cierto que cada edad tiene sus lecturas, pero tambien que muchas de las enseñanzas (o así) siguen siendo válidas alo lkargo de la vida. A menudo me acuerdo del Capitán Trueno (por ejemplo) y sospecho que su realación con Ingrid de Tule no deja de ser el ideal masculino (una sueca bollo y valerosa a la que visitar de vez en cuando, eso sí, apesadumbrado con su obligación de viajar por el mundo matando infieles con los amigotes...)
A mí me hicieron leer "el camino", y luego descubrí yo sola "la sombra del ciprés es alargada", "mi idolatrado hijo Sisi" y "Los santos inocentes". El mundo rural castellano y sus circunstancias. De lo de la puta leucemia, sí, muy puta, también se llevó a mi madre la muy zo....
Hostias: "Los Santos Inocentes". Ahí,el mundo rural castellano y sus circustancias son la base sobre la que elaborar una historia de lectura universal sobre ricos y pobres, "listos" y "tontos" poderosos y parias. Aquí Delibes ya no se muestra tan comprensivo con la humanidad en general. Sí, hay hijos de puta. La película me pareció también cojonuda.
Mi primer libro de Delibes también fue la hoja roja, la hoja que quedaba al descubierto cuando se fumaba el último puro.
Delibes apura sus últimos instantes y ya la hoja roja luce entera.
Nos quedan sus libros y Mariuca-uca
"A menudo me acuerdo del Capitán Trueno (por ejemplo) y sospecho que su realación con Ingrid de Tule no deja de ser el ideal masculino (una sueca bollo y valerosa a la que visitar de vez en cuando, eso sí, apesadumbrado con su obligación de viajar por el mundo matando infieles con los amigotes...)".
Sí, ese tipo de "lecturas" de las lecturas de antaño son las que me simpatizan (fíjate que principito felipito, que tiene mi edad, casi se casa con una sueca). Supongo, Roberto, que serás de los que nos quedamos con el mensaje revolucionario de la primera parte de Star Wars en vez de con el belicista y seudototalitario de estas últimas petardadas (petardos=traca de efectos especiales).
Vaaaale, si a algunos Zarama nos sigue molando aunque sea en thirty three, y tenemos toda la cole del Jabato y el Trumoie, admito a Miguel como autor de cabecera.
Me sumo a tu homenaje, imprescindible.
Ah, y zorionak a tu niña.
De todas formas, me he quedado con ganas de conocer al Delibes pecadorrrr que adivino en ese articulo de Libertad Digital. Se agradeceria un link mas facil...
Eskerrik Asko potxola.
Mmmmmm, let me see... ireki google, idatzi "delibes" eta "manifiesto", eta agertzen zaizun lehenengo estekan, horra.
Ikusten zeinen ondo txanatzen dudan euskaraz, zeuen "hitzak" ulertzeko ikasi behar izan nuelako?
Oso txanante txanatzen duzu eta bai, irakurri nuen bere garaian manifestu erdaltzale hori eta izorratu ninduen bere sinadura ikustea. Nobody's perfect.
Pues a mi Delibes me parece genial en la descripción. Las Ratas me paseó por las orillas de los ríos, tal y como yo la sentía, la crudeza del relato unida a la realidad (no voy a decir castellana) porque es un relato que yo trasportaba en mi imaginación a los ríos Alaveses.
Los santos inocentes, es cruda y real, sobre todo para los que hemos conocido el poder de los caciques, pero en mi opinión, dos obras de arte en el cine y en la literatura.
Creo que detesto la caza, como otras muchas cosas, no obstante tanto Delibes como el propio Cela (que nunca fue como persona santo de mi devoción) fueron como escritores grandes en su oficio, en su arte, o en su genialidad, dejo el apelativo para utilizar el que cada uno considere oportuno. Me sumo al agradecimiento, porque su pluma supo entrar en mi interior.
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