LA HERMANA "SONRISA"

Una historia que me ha tenido especialmente cautivado durante esta semana. En 1963, dos años antes del concilio Vaticano II, una monja belga, con curioso sobrenombre, 'Soeur Sourire' (hermana sonrisa), y una guitarra, logró un éxito de dimensiones planetarias y se convirtió en la única artista belga que haya liderado el 'Bilboard” norteamericano. Sucedió durante varias semanas y la situó en las listas por delante del mismísimo Elvis Presley. Hablando de este tema con amigos y compañeros, resulta que hubo tambien versión en castellano y en euskera.  Aquel éxito, con el que no contaba y que nunca planeó, cambió por completo el rumbo de su vida.

En 1985, Jeannine Deckers, 52 años, ya sin hábito y recién salida del armario, deprimida y ahogada por las deudas se quitó la vida junto a su pareja, también retirada de la vida conventual.

Jeannine Deckers nació en Bruselas el 17 de octubre de 1933, tuvo una infancia y una juventud que ella describió como grises. Trató posteriormente de ser profesora de dibujo aunque sin mucho éxito. Buscando un modo de huir de la autoridad materna ingresó en la orden Dominicana en 1959, donde se convirtió en la Hermana Luc-Gabriel, en el Convento de Fichermont en Waterloo. Muy pronto se ganó el aprecio y admiración de la congreación por su talento para componer y cantar.

Un buen día, la madre superiora de la congregación le propuso grabar un disco y negociar un contrato con el sello fonográfico Phillips. Ni su nombre, ni su imagen aparecerían en las portadas. El pseudónimo "Sor sonrisa" (ella misma afirmaría años después que le parecía más bien ridículo) salió de una encuesta interna entre ejecutivos de la Phillips. Jeannine, que no se planteaba entonces carrera musical alguna firmó que canción quedara en propiedad de su editor y que los derechos de autor fueran para el convento.

En contra de cualquier pronóstico, en 1963 la canción “Dominique” alcanza una enorme popularidad, la frescura de su voz, su letra, y la simplicidad aparente de su fe le ganaron la simpatía de un público que no solo se limitó a los católicos.

« Dominique-nique-nique camina humildemente

pobre y cantando.

En todos los caminos, en todos los lugares, sólo habla del Buen Dios.

Sólo habla del Buen Dios. »

Su anonimato despertó la curiosidad de la prensa así como el rumor de que era poseedora de una belleza proporcional a la pureza de su alma. Muy pronto la canción se colocó en primer lugar de las listas Billboard de Norteamérica permaneciendo ahí por más de tres semanas. El famoso programa americano "El Show de Ed Sullivan" tuvo que trasladarse al convento de Fichermont, donde se encontraba Jeannine, para dar a conocer a la diva clandesdtina. Años más tarde se rodó el filme The Singing Nun (1966) dedicado a su vida. El papel de Sor Sonrisa lo encarnó la entonces popular Debbie Reynolds. La actriz no guardaba ningún parecido con su modelo, cuyo rostro permaneció en el anonimato.

Por aquellos años Jeannine Deckers retoma sus estudios e intenta con gran esfuerzo (como se refleja en su diario) dedicarse al estudio de la teología, continuando sus estudios en la Universidad Católica de Lovaina. Es quizá durante este paréntesis estudiantil que empieza a cuestionarse el sentido de su vida. En 1966, convencida de su falta de vocación, y considerando la vida en el convento como anacrónica, deja la orden de los dominicos sin que ellos le provean viático alguno.

La posteridad olvidó pronto la cara B del sencillo de 45rpm: “Le pied du missionaire”, y más aún los títulos de su siguiente disco: “Une fleur, cœur de Dieu”.



El contrato con su casa discográfica le prohibía tambien utilizar el pseudónimo que la convirtió en celebridad. Bajo el nombre de Luc Dominique Jeannine intentó continuar su carrera con canciones como La Pilule d'or (La píldora de oro) (1967) que fue una oda a la píldora anticonceptiva antes de que la prohibiera el Vaticano. Escribió en esta época temas más bien controvertidos en los que pone en cuestión los comportamientos de las madres, de los hombres (a los que consideraba violentos y dominadores), de la iglesia católica y también el conservadurismo. Se apasionó por las nuevas concepciones de la Teología (entre el Concilio Vaticano II y mayo del 68) y buscó, para ella misma y para su compañera, una nueva vía religiosa, situada entre las vidas regular y seglar. El éxito de sus discos, muy modesto, queda reflejado en uno de sus títulos de la época: “Je ne suis pas une vedette” (No soy una artista).

En la canción, Luc Dominique explica que Sor Sonrisa ha muerto:

Yo reclamo a mis hermanos

El derecho de evolucionar

De vivir solidaria

Entre ellos, consagrada

En short o en túnica

Blue jeans o Pijama

ella ha muerto, Sor Sonrisa

ella ha muerto, ya era tiempo

Vi volar su alma entre nubes

Su nivel de vida fue muy irregular, encontró su sustento diario a través de sus escritos, sus discos, cursos de guitarra y sobre todo a través de su trabajo con niños autistas. Sus problemas con el fisco transformaron esta situación precaria en un drama completo. En 1976  intentó un retorno artístico en los Estados Unidos, pero nadie se interesó por ella.

Sus temas fueron haciéndose controvertidos y críticos con la Iglesia, a la que escandalizaba además con su vida privada (vivía con su pareja Annie Pescher, terapeuta en la escuela de niños autistas) . En los 70 la escuela para niños autistas que dirigían fue cerrada por el gobierno belga, por la via de axfiliarlas a impuestos. Los servicios fiscales del país, reclamaron entonces las fortunas que debía haber ganado como Sor Sonrisa y permanecieron sordos a sus protestas. Requirió entonces la ayuda de su antiguo convento y de la casa Philips. La hermanas le dieron lo que consideraban que debía ser su parte pero la casa Philips, cuyos dividendos eran el 95% del total, no quiso ayudarla. Las autoridades religiosas fueron generosas y le ayudaron a adquirir su vivienda en Wavre, siempre que dejara de denigrar a la congregación y firmara un documento como que ya no le debían nada. Pero la deuda acumulada, incluidos los intereses sumió a la pareja en una profunda depresión, agravada por el alcohol y los medicamentos. Se suicidaron juntas el 29 de marzo de 1985.

Ironias del destino, el día de su suicidio, y a sus espaldas, la SABAM  (La SGAE belga) había recogido en una cuestación para ella dinero suficiente para pagar una deuda cinco veces superior a la que tenían.