Al puente, quienes lo hemos tenido cerca toda la vida, no lo miramos con ojos prácticos. Estaba ahí cuando di los primeros paseos de la ruda y cálida mano paterna y seguramente ahí seguirá, cuando vaya adonde él está. Fue medio de transporte diario en las madrugadas camino de la uni, apretujado entre otros zombies de diversa catadura (recuerdo que algunas usuarias iban armadas de agujas contra los aprovechados).
Al puente lo acompañaron siempre historias alucinantes cuya veracidad nunca se demostraba del todo: que si un negro se tiró desde lo alto por una apuesta y se mató, que si anarquistas y nacionalistas estuvieron matándose a tiros porque los primeros querían volarlo y los segundos no (lo históricamente plausible es que fue volado antes de la llegada de las tropas franquistas por orden de la autoridad republicana).
El puente es querido por sus vecinos porque es historia, es majestuoso, es de hierro como el origen del desarrollo industrial de Bizkaia y forma parte de nuestra memoria. Además, la UNESCO lo consagró como patrimonio de la humanidad, algo de lo que no puede presumir ni el mismísimo Guggenheim.
Así que poco importa que nuestro gran monumento esté obsoleto como medio de transporte, que sea ya excesivamente caro para los apenas 160 metros que recorre, que solo tenga capacidad para seis coches y algunas bicis/motos, que nos alarme cada cierto tiempo con algún vehículo caido a la ría con resultado de muerte. Es un puente, por cierto, que no se administra desde ninguna institución autónoma,
su propietario es la Autoridad Portuaria de Bilbao, que cedió su explotación a una sociedad durante 102 años, hasta 1995. Entonces se convocó un concurso público, adjudicado finalmente a la empresa Transbordador de Vizcaya, que abona un canon de 6.000 euros al año.
Esta compañía está controlada por Javier Cardenal, la familia Uriarte López y los antiguos propietarios de Estudios Arriaga y tiene la concesión hasta 2025. Cardenal, antiguo propietario de la correduría de seguros Eurobrok, es uno de los hombres más ricos de Bilbao. En su patrimonio figuran los concesionarios de Toyota y Lexus y participaciones en empresas como Consulnor. Los Uriarte López son propietarios de la firma madrileña Transbansa. Finalmente, José María Arriaga era el administrador único de Estudios Arriaga, la firma que rehabilitó edificios como el Palacio Artaza, la Bolsa de Bilbao o el Castillo de Butrón antes de quebrar.
El Puente Colgante tras ser volado durante la guerra |
Desde hace algún tiempo, hay tambien un ascensor (solo en Las Arenas) que te permite llegar hasta la travesera superior tras abonar cuatro euracos. Compruebas una vez arriba que el puente se puede atravesar a pie con garantías de seguridad y es entonces cuando te preguntas:
Ahora que tantos ascensores y escaleras mecánicas se instalan en localidades con cuesta, y ya que tanto se gasta en iluminarlo (solo lo vi encendido una vez), pintarlo, cambiarle la barquilla, inaugurarlo una y otra vez ¿tan difícil sería colocar otro ascensor en Portugalete y facilitar así el flujo de peatones a uno y otro lado de la ría? ¿Dejaría por ello de ser "patrimonio de la humanidad"?
Desplazarse de forma gratuita entre dos localidades separadas por 160 metros es practicamente imposible en pleno 2011. Antes de ese 2025 en el que se termina la concesión, alguien debería hacer algo para terminar con este disparate: El uso del Puente Colgante no debería ser un negocio, otra cosa es que se vendan recuerdos o camisetas. Creo que es de sentido común.
4 comentarios:
Recuerdo una excursión escolar que hicimos por el Abra. Fuimos a la escuela naval de Santurtzi y luego nos dio por pasearnos por la barcaza del puente colgante de una orilla a la otra de la ría. En muchas zonas se paga por utilizar balsas, gasolinos, o cruzar un puente. Al menos, hace una porra de años, ahora no lo sé, el precio era irrisorio, como debía de ser. Míralo como si fuera una entrada a un museo, que casi lo es.
Si, algo así es lo que se pretende, convertirlo en nuestra "Torre Effiel", de hecho he visto anuncios que lo venden literalmente así. Pero es que es un puente. Si pasas en coche con dos personas, te llevan 2 euros y 20 ctms. (Si es de noche aún más). Y hablamos de unir Getxo (y alrededores)con Portugalete (y los suyos) dos de los núcleos poblacionales más importantes de la zona.
¡Gran entrada¡ Muy buena.No tenía ni idea de quienes eran los propietarios: genial aportación. Habría que profundizar en las leyendas que citas, son suculentas. Y lo demás, estupendo. Enh efecto, el Puente parece haberse covertido en un negocio-souvenir olvidando que un mogollón de personal sigue necesitando pasar de un lado a otro. Por la noche, a partir de las doce y media o así solo hay un puente cada hora.¡Uno cada hora. Es absurdo. Lo ves ahí, tan cerquita, y te pasas un mogollón de tiempo esperando. No me extraña que alguno que otro haya intentado pasar nadando, joder. Antes la cosa era más humana, llegaras a la hora que llegaras, te veían del otro lado y el puente venía a por tí,¡qué tiempos¡. No soy indeniero,pero siempre me he preguntado si tan difícil es construiir un paso peatonal bajo la ría de un lado a otro. Londres tiene algunos bajo el Támesis y se ha pasado el metro entero por San Ignacio, así que imposible no debe ser, coño. Dí que sí, Zaramatimes, este no es nuestro Puente Colgante, nos lo están robando. ¡Vendetta¡.
¿Dicen? Que cuando aparecieron los primeros móviles, un paisano que cruzaba la ría en la barquilla del puente, sufrió un paro cardiaco.
Entre los pasajeros uno, llevaba un gran teléfono móvil (de aquellos tiempos) con funda de cuero ajustado al cinto. Se cuenta, que todos los pasajeros pusieron los ojos en aquella todavía inalcanzable tecnología, con el firme convencimiento, de que robar unos minutos al antiguo procedimiento de llamada a la ambulancia, podía salvar una vida. La leyenda del puente cuenta, que cuando le rogaron que utilizara su móvil para salvar una vida, tuvo que confesar con sentimiento que el aparato era una copia de plástico.
El puente es una maravilla, por sí mismo y por las márgenes que lo sustentan.
En el castillo de Butrón ocurrió lo mismo, se vendió por un precio simbólico y como el carissssimo negocio, no funciono, se cerró y ahí está, muerto de risa como tantas otras cosas.
Es un problema que tienen las administraciones. Lo mismo que algunas de nuestras neskak & mutilak,cuando ven algo que merece la pena, con recelo, poco convencimiento y aguja de coser entre la faldiquera. Nos quedamos solter@s ¡seguro!
De todas formas, si se venden, los recursos básicos , como el agua y el hambre ,no me extraña, que el patrimonio de todos lo gestionen los de siempre.
Salud
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