POR LA LEGALIZACIÓN DE LAS DROGAS

Los niveles de horror y repulsión alcanzados en los últimos meses en México, en torno al narcotráfico y sus múltiples implicaciones, obligan a una profunda reflexión al respecto.
Hablar de la legalización de todas las drogas es algo que produce a menudo un rechazo inicial relativamente lógico. Cuando desde pequeños se nos está advirtiendo sobre "los peligros de la droga", cuando el que más el que menos ha visto historias cercanas de deterioro y muerte producidas por alguna adicción, es lógico que de primeras, algo así pueda resultarle poco menos que una extravagancia.
Con eso se juega también, sin duda, para que el debate se vea eternamente pospuesto. Sin embargo la situación está alcanzando unos niveles de gravedad inusitados y cada vez somos más los que creemos que la legalización es ahora una cuestión perentoria, un asunto de vida o muerte.
¿Razones para la legalización? Vayan estas cinco:

1. El narcotráfico desaparecería y la corrupción disminuiría: El narcotráfico es un negocio millonario, el precio de todo producto se dispara al reducirse la oferta y aumentar la demanda. Elementos corruptos entre policías, abogados, jueces, políticos y demás calaña en todo el mundo son parte del negocio y varios de los que proponen su erradicación están ganando dinero de alguna u otra manera. Si consumir drogas fuera legal su precio bajaría y no sería un negocio tan atractivo para muchos, los gobiernos podrían incluso cobrar impuestos por las ventas de drogas. Adiós a los narcotraficantes y toda la corruptela.

2. El costo de prohibir el tráfico y consumo es muy alto y claramente ineficaz. La producción de coca en Colombia sigue en aumento y Afganistán obtuvo un volumen récord en su cosecha de opio del 2010. Las experiencias prohibicionistas han sido siempre fracasos: La famosa ley seca en los Estados Unidos (1920 – 1933) originó la proliferación de organizaciones criminales y un incremento en el consumo de alcohol.
Se podría invertir los millonarios recursos destinados a la lucha contra las drogas en educación, actividades que promuevan la cultura, cura de enfermedades y en aliviar muchos otros problemas.

Periodista asesinada en México DF

3. Quienes quieren consumir drogas lo harán aunque sean ilegales. De hecho su propia ilegalidad las hace a menudo más atractivas (ya se sabe, el morbo de lo prohibido).

4. Limitar el acceso a las drogas es una restricción a las libertades personales.Cada ser humano, al menos en teoría, debería ser libre de elegir lo que hace con su vida y lo que quiere poner en su cuerpo, obviamente mientras no le cree problemas a otros.

Prohibir el uso de ciertas drogas es como prohibirnos el consumo de pasteles o de comida rápida, causantes también de problemas de salud. La libertad de expresión debería incluir la libertad de las personas para equivocarse o elegir un camino diferente en sus vidas si así lo quieren.

5. Prohibir unas drogas y permitir otras constituye una arbitrariedad de difícil explicación:

Si el consumo de ciertas drogas en la mayoría de países del mundo está prohibido no es por el bienestar de los consumidores, hay muchos otros artículos, como el alcohol y el tabaco que siendo legales provocan tanto o más daño.

Personalmente estoy convencido de que llegará. La fuerza de los hechos y el sentido común situará las actuales drogas ilegales en el lugar que hoy ocupa el alcohol, el café o el viagra y las barbaries que conocemos serán vistas como horrores del pasado. Pero no es fácil. La legalización no sirve en un solo país y el gran problema para que se produzca a nivel mundial es que el narcotráfico implica hoy a muchos políticos, policías y jueces que se verían perjudicados en sus intereses.