La verdad es que fue bien acogido y tuvo la virtud paralela de disminuir drasticamente el número de mensajes navideños que recibía.
Pero coño, algo de cierto hay en que estas fechas (por invernales, por caseras, por memorias infantiles o yó que se por qué rábanos) excitan los sentimientos más emotivos. Amigos y amigas perdidos o distanciados reaparecen en un rincon del alma. Me viene el recuerdo de Luis Aguilé, al que siempre vi como un tipo triste y solitario cantando "Ven a mi casa esta navidad" junto a un arbolito lánguido, en blanco y negro.
Llevo tanta vida consumida que empiezo a vivir los días con cierta sensación de urgencia. He vivido años de navidades reencontradas con la infancia, me he dejado mecer por el pálpito de que tus hijas también tienen derecho a todas esas fantasías que uno tuvo. Finalmente los mitos han ido cayendo y ahora toca cruzar los dedos en cotillones trasnochadores, como antes los cruzaban por mí.
En el fondo quizá todo consiste en tratar de superar aquello. Nacimientos que eran mundos inacabables, trenes electricos que eran un subidón incomparable a ningún otro posterior. Un enjambre de abuelos y tías cariñosos que en esos días estaban dipuestos a llevarte a maravillosos belenes gigantes o a parques infantiles de ensueño...hasta la melodía de los irritantes niños de la lotería sabía a vacaciones y a aventuras por el monte.
Me estoy poniendo ñoño de cojones, ya lo se. Pero ya de perdidos, terminaré por desear a todo el que ha llegado hasta estas líneas finales -ya tiene mérito lo tuyo- mi más sincero deseo de que la vida le sea leve y que al menos uno de sus sueños se cumpla, con o sin Jesusito.
Para compensar tanta melaza, el próximo día 28 pienso arrojar bombas fétidas y polvos de estornudar y no me aceptes caramelos, que son vomitivos.
Eguberri On guztioi.
7 comentarios:
sigo siendo un bobo,como siempre,pero ahora un bobo alopècico,y ya llevo unas cuantas primaveras,cosechando los frutos que mi boca de ano sembraba a golpe de diarrea mental,todo aquel panfleto que tenia por "ideario" ni era mio,ni tuve la prudencia de dedicarle una neurona,
(pobricas,estaban todas de blancazo),y no es que sea ahora mucho mas listo,de hecho....pero ahora tengo un hijo,y cada vez mas valoro el poso que toda esa mierda me dejo,(...igual en parte debido al pacharan,jajaja)y veo en sus ojos mi reflejo,su ilusion,las ganas de vivir, que compartimos,por muchos gallumbos,calzetines y demas belenes que tenga la muy perra de arrojarnos,perdon mama,porque todo te lo debo a ti,maite zaitut,eta urte berri on.pd.ella nunca nos hablo de reyes,olentzeros,y demas,no podia permitirselo,pero es lo de menos,todos estan ahi,,,aqUI.
Parece que la infancia es el origen de todo. Me produce una gran desazón pensar en los adultos que no tuvieron oportunidad de disfrutarla, o en los niños de ahora que la vida les está baqueteando sin compasión.
De niños queremos ser mayores. Para qué? luego volvemos a evocar (y añorar) aquellos tiempos como nuestros mejores años y pensamos que todo se ve diferente a través de aquellos ojos.
(Felicidades a la pintora!)
Zorionak eta urte berri on, zuri ere. Besarkada bat.
¡Bien, zaramatimes! ¡Mu bien! ¡Toy kontigo!¡Toy kontigo! ¡Y de ñoño ná, cagüen riau!
MI estimado cabroncete, si vuelves a escribir una cosa parecida..te denuncio. Uno no puedo ir por ahi incitando a la gente a sentir, recordándo algo que hemos vivido con tanta intensidad.Quizás estamos un poco huérfanos tod@s de esta cosa y sobre todo porque no está acostumbrado el personal últimamente a pasar por ese trance. Bienvenido al mundo de Los Hombres Sensibles ( aunque apenas lo parezcan ). No obstante esto no te eximirá de la querella. Un beso
Joder (slurp), me vais a hacer llorar entre todos (sluorfs) que soy muy sensible aunque no lo barezca (pooooot)
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