VISIONES EN LA CASA AZUL

Moi, Miguel, Armando.

Al principio de este vídeo: LA CASA AZUL 19/5/2012  se puede escuchar un grito repetido: ¡Armando! ¡Armando!. Armando es un compañero de la técnica en Radio Euskadi. Lleva varias semanas abducido por La Casa Azul y su revelación lo ha convertido en una especie de predicador de la verdad.
Pocas noticias tenía yo del susodicho anteriormente. Que era el autor en las sombras de "Amo a Laura", que protagonizó un intento de ir a Eurovisión frustrado por el "affaire" Chiqui-chiqui... poco más.
El entusiasmo Armandiano llevó a la organización de una macro excursión a la que se apuntaron numerosos efectivos. En su campaña llegó a regalarme el CD "La Polinesia Meridional", último álbum del proyecto Guille Milkiway.
No diré precisamente que me atrapara desde el principio. Esa combinación entre sonido discotequero y letras, a menudo, depresivas me producía sensaciones encontradas. La escucha completa del disco se hace, además, un tanto repetitiva. Aun así, para el momento del evento, ya tenía fichadas mis dos o tres favoritas y tras un repasito en Youtube, me hacía una idea de que era un show digno de verse.
Pues sí, lo es. En directo La Casa Azul aparece con una potencia sónica que hace olvidar sus carencias y el aspecto visual es sencillamente arrebatador. Guille comunica una sinceridad y una fe en lo que hace muy convincentes y el público que concita (abundante y entusiasta) es variado en edad, perfil y género. Alguien de mi troupe llegó a decir "gafapastas, Chuecas y marcianos" y yo aun añadiría algunos perfiles más...
En todo momento me dio la sensación de estar viendo a alguien en su esplendor. Al pobre Armando lo tuvimos que recoger con pala y arrojarlo en el metro donde se traslado pálido y feliz hasta su casa de Portu.
Los chicos hoy saltarán a la pista
Y arrasarán porque ya no tienen miedo a gritar
Como si fuera el último día
Como si el Golden Torch hoy fuera a resucitar
Ya no se van a agachar
Ya no les pueden parar
Hoy los tabiques se empiezan a tambalear
Se van a desplomar
Sí.