Se
habían enamorado. ¿Quién puede ver mal algo tan bello como el amor? Se había
producido el milagro. No podían comer ni trabajar ni dormir ni vivir de pura
desazón.
Se
habían enamorado. ¿Quién puede ver mal algo tan bello como el amor?
Sus
padres. Sus hermanos. Sus hijos. Sus vecinos. Sus respectivas parejas. Sus
jefes. El
cartero,
el
panadero,
la
frutera...
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