Paciencia es un disco de base sonera pero absolutamente libre a la hora de volar. Aires tangueros o flamencos irrumpen de forma natural en lo que él llama, con cierta sorna: "azar concurrente" (no confundir con la casualidad). Se refiere con ello a la feliz eventualidad que llevó a la propia Amara Portuondo a asomarse por el estudio de grabación (e inmortalizar su voz en el tema "Arroya Cubano") o que propició que estuviera por la isla el guitarrista flamenco Raul Rodriguez para aportar su toque al tema "Paquito".
Ray cuenta con unas habilidades extraordinarias como artista: Potente voz, capacidad de improvisación, heredada de tradición cubana, y unos textos tan ricos como elaborados en los que te puedes encontrar de todo: despechos amorosos, denuncias sociales al arribista de turno o números cargados de buen humor sobre aspectos cotidianos de todo tipo. Se hace palpable una vasta cultura musical y un notable desparpajo a la hora de atacar diferente palos. Aunque está graduado como cocinero, dicen las crónicas que hemos leído por ahí que se curtió como sonero en la nocturnidad del malecón de La Habana. En su repertorio caben el habla popular y la poesía culta, las raíces criollas y las influencias internacionales, las baladas de amor y las invitaciones al baile. La crítica social y el despecho. Un artista de raza que habla sin complejos sobre lo que le gusta y no le gusta de su país, que tiene palabras de admiración para Pablo Milanes y para Los Aldeanos, para Joaquin Sabina y para Porno Para Ricardo. Bastan dos minutos de actuación para comprender que estas ante un tipo que interpreta como respira y transmite ganas de vivir la vida a tragos. Un grande Ray.
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