Al cumplirse los 20 años de la muerte de Natxo, aquí os
traigo el prólogo que hice al libro sobre la andadura de la banda que anda
preparando Juan Carlos Azkoitia.
Los bolos explosivos eran algo habitual en aquellos años, pero los de Cicatriz eran punto y aparte. Entre los
flashes de la memoria aparece un cartel compartido en Oyón (Zarama, Itoiz, Cicatriz, fíjate). Natxo
provocando a la audiencia con esa gracia espontánea y rompe-esquemas que
tenía...”Me cago en todas las putas banderas, si, ikurriña incluida” (algunos
pitos) ”vaya, ya están los vascos ofendidoooooos” (risas).
Se me aparece también Barakaldo en fiestas, tras una melodramática
mini-actuación de un extraño Eskorbuto-dúo . (Iosu lanzándose al público al
grito de “¡Jualma se está murieeeeendo!”), una marea humana coreando lo que
presentaban como novedad: “Hoy en un
hogar/ lloran sin cesar/ el cabeza de
familia/ se ha vuelto a emborrachar”. Unos niños de raza gitana mirando con
gesto fruncido, como si trataran de entender un problema de álgebra. Una
algarabía de puños y botas en acrobática danza masiva... a nadie se le ocurría
entonces dedicarse a hacer fotitos, los “smartphones” habrían volado por los
aires. Para eso ya estaban los profesionales, Pablo Cabeza y compañía.
Los Zika nunca dejaban indiferente a nadie, sus discos no terminaron de
plasmar con total fidelidad lo que eran aquellos directos caóticos,
arrebatados, masivamente participativos, irrepetibles. Tenían la fuerza hipnótica de los
Eskorbuto y la fiesta de Tijuana in Blue, el sentido del humor de
La Polla y la contundencia de los RIP. Los
Zika fueron siempre una banda austera, seria, hasta malencarada, con un
front-man experto en la agitación de masas que nunca especulaba. Empezaban arriba
y terminaban en catarsis, con Natxo marcando torso desnudo y moviéndose como un endemoniado en primera
línea. Zikatriz no ofrecía shows. Invitaba a fiestas comunitarias. Cualquier
asistente podría terminar tan ronco y tan roto como el propio Natxo. Estos ojos
que se han de comer los gusanos han visto muuuuchos conciertos. Todavía ninguno
comparable, en participación colectiva, a los de Cicatriz.
Natxo Etxebarrieta, sobrino del mítico primer muerto de ETA Txabi Etxebarrieta, disidente del ambiente político abertzale, abraza el rock & roll a principios de los ochenta. Este idilio no terminará hasta que entrados
los noventa la heroína se lo llevara por delante, dejando atrás una trayectoria
tan repleta de tribulaciones que podría eclipsar al guión de “Breaking Bad”. ¿A qué guionista podría ocurrírsele semejante argumento sin que le tacharan de
demente?
Un grupo formado en una terapia de desenganche, que se bautiza a sí mismo
con el celebrado “Cicatriz en la Matriz” de los comienzos. Una primera banda
mixta y bulliciosa a los que llegué a ver en Bilbao, el día anterior a las
inundaciones del 83, en la mítica txozna de “Ipurbeltz”. Una trayectoria que
incluye drogas de todo tipo, cárcel por posesión de Speed , aventuras londinenses
y un terrible accidente de moto al que sobrevive de milagro y del que sale ya
con una seria discapacidad.
Pero esto no le impide volver a subir al escenario y montar, muleta en
mano, nuevas catarsis colectivas, nuevos cantos tribales de reafirmación y
hasta un nuevo disco.
De los ocho miembros que alguna vez pasaron por las diversas etapas de
la banda cuatro están fallecidos. Esos cuatro que yo vi, en Oyón, en Bilbao y
en tantos otros lugares y que son ya una foto vieja, sometida a la implacable
marcha del imperturbable paso del tiempo. Me quedo con el desparpajo de Natxo levantando la muleta orgulloso y bramando una vez más: “Hay un grupo en la
ciudad / que se llama Cicatriz /el más macarra el Pedro/ el mas marica el
Pepín/ La gente que me ve dice que soy lo mejor/ los mas chulos de aquí, el mas
cabrón/Ya hemos llegao /somos de aquí/ somos los Cicatriz!
4 comentarios:
la gente que los ve dicen que son lo mejor;el mas chulo el pakito,el natxo el mas cabron!!!!ya hemos llegau.....
No tengo ni idea, pero cabe la posibilidad de que alguien haya dicho alguna vez algo así como "el punk no trajo más que desgracias". En primer lugar no estoy seguro de que Cicatriz fueran punkys (nunca les escuché) aunque tienen toda la pinta. Y la peculiaridad de que allí no había, según cuentas, división entre artistas o "artistas" y público, en el sentido de que se lanzaba un mensaje participativo que parece que la gente aceptaba y todo el mundo actuaba para todo el mundo, en catarsis (me gusta esa palabra) como dices, debía de ser alucinante (en todos los sentidos, incluído el más literal, de la palabra).
Los que vivistéis el punk como protagonistas y público seguro que recordáis ese movimiento con alegría y sensación de libertad, pero también quizá con deje amargo y muchas veces con fondo muy dramático. No lo sé. Pero mucha gente que hizo punk se pasó a otro estilo por supervivencia literal; lo cuentas tú en el capítulo dedicado a Eskorbuto de "Flores en la basura" (por cierto, lo vi en libro electrónico, por si puedes cobrar algo al respecto) y esa gente que vivió el punk, lo sobrevivió y vive otro tipo de experiencias, seguro que no estará de acuerdo con lo de "el punk sólo trajo desgracias", que quizá no lo haya dicho nadie; pensado igual.
El caso es que yo viví el punk sólo como oyente tardío, además en euskera; mis diecisiete años son inseparables de escuchas apasionadas de Zarama, Kortatu, el primer disco de Hertzainak, algo de Bap (genial y terrorífica la canción "Azkeneko anarkista": "zertarako bizi ote gera? nahiago dut ardo botilla bat..estazioan pasatzen egunak"). Llegué a ver a un grupo punky en el frontón del Antiguo (barrio de Donosti) en el cual el cantante decía "Me voy a suicidaaar!!"; no es mi intención hacer bromas macabras cuando digo que no los ví más. Pero es que la frase, en un concierto, indiferente no le dejaba a nadie.
En fin, era difícil que el punk dejará a alguien indiferente. Hasta para los que lo oíamos con retraso en cintas virgenes. Yo lo recuerdo con mucho cariño, en especial el "Dena ongi dabil", como ya te sabras. Y no sabes lo que me alegro de que en aquella época no hubiera smartphones. Qué horror.
A veces, en este hogar al que me has solido invitar, tengo la sensación de que tú cuentas una cosa y yo de ahí me voy a otra, no demasiado relacionada quizá con el principio. Pero es que la primera vez que le hablo a un prólogo.Besarkadak
Pues sí Antxón. Yo tuve la inmensa suerte de vivir todo aquello muy de cerca. Terminaba la actuación de Zarama y me poníoa a dar botes en la de Kortatu o la de Hertzainak. Los grupos que solían compartir cartel me gustaban casi tanto como el mio, con lo que mi experiencia era multiple. La asociación punk/desgracias e incluso Rock Radical Vasco/Heroina si se ha hecho, incluso en algún documental catastrofista. Espero con impaciencia el documental que asocie drogas/remo o drogas/ciclismo con detalladas cifras sobre consecuencias para la salud y escasa ejemplaridad para nuestros jóvenes (en actividades muy subvencionadas por cierto).
Tu mismo lo has dicho “(nunca les escuché)”, pues empieza por ahí en vez de soltar un tostón sin pies ni cabeza.
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