
Con los nuevos aires que soplan en la sede de nuestro gobierno, es decir –no nos vamos a engañar- en la Casa Blanca, vamos sabiendo cada vez más cosas sobre los horrores de Guantánamo. La última perla que nos hemos encontrado es una lista con las canciones que usan los militares estadounidenses para torturar a los prisioneros en Irak y Guantánamo. La lista ha aparecido en la revista Mother Jones, una publicación estadounidense de tendencia “progresista”. Según este trabajo las usan para privar de sueño, prolongar el shock que sienten al ser capturados, desorientarles o para que el volumen disimule los gritos.
Entre los tema “preferidos” para estos fines hay canciones de AC/DC, , de Metallica y Eminem. Alguien dirá “Normal, esos gritones del RAP y de Heavy...” pero mira por donde, también Christina Aguilera, los Bee Gees o Bruce Springsteen se encuentran entre los elegidos. La lista se hizo en base de analizar interrogatorios y confesiones hechas por soldados y prisioneros. En éste artículo se demuestra que los militares usaban para torturar incluso música de maullidos de gatos de un popular.
Cuando supieron para qué usaban sus canciones, algunos artistas decidieron protestar. “Rage against the machine”, por ejemplo, escribió formalmente al Pentágono pidiendo que no volvieran a utilizar sus composiciones para “estos menesteres”. Moléstate en hacer un grupo de textos revolucionarios, solidarios, políticamente correctos, transgresores... y resulta que los marines consideran que para torturar prisioneros lo ideal es tu música.
Aun más pasmoso es lo del grupo Metállica, que según se afirma en el mismo artículo de la revista , se mostraron encantados de que su música se usara ,cita textual, para asustar y para combatir el terrorismo.Cuando estos sonidos o incluso canciones pop como el “Dirty” de Christina Aguilera o el “American Pie” de Don McLean se repiten constantemente y a un volumen muy alto al parecer pueden ser un gran arma de debilitamiento psicológico.
Uno puede creer que lo normal sería poner para estos fines música de Georgie Dawn, o de Bisbal o de ZARAMA, pero mira por donde, estos de la CIA han llegado a la conclusión de que el American Pie de Doug Mclean o el Dirty de Christina Aguilera, a gran volumen son un arma de debilitamiento psicológico.
Pero no todo queda en Guantánamo. Hay otros momentos de la historia en los que la música se ha utilizado para torturar, para acosar psicológicamente o incluso en plena guerra, como ocurría en Apocalipsis Now con las Walkirias de Wagner a todo volumen mientras bombardeaban Shaigon. Hagamos memoria.
Las autoridades de Rockdale, al sur de Sydney, en Australia comenzaron a difundir a altísimo volumen los éxitos de Barry Manilow, para de esta manera espantar a las parejas que las noches de fin de semana se reunían en un parque protegido ofreciendo espectáculos eróticos improvisados a los sorprendidos visitantes
“Barry es nuestra arma secreta", dijo al periódico The Daily Telegraph el alcalde Bill Saravinovski, cuatro semanas después de comenzar con los "ataques". "Y parece estar funcionando", explicó. En aquella operación también se usó repetidamente el “Que Será Será” de Doris Day.
En 1989, los soldados estadounidenses bombardearon con hard rock y noticias la embajada del Vaticano en la Ciudad de Panamá, en un intento por atrapar al General Manuel Noriega. El Vaticano itercedió y las tropas cesaron con la música. Noriega terminó por rendirse.
En aquella ocasión se usaron varios temas, uno de los más repetidos e insistentes fue este Never Gonna Give You Up (nunca te voy a dejar) de Rick Asley. Obviamente, la operación fue un éxito
En 1993 la pequeña localidad estadounidense de Waco fue noticia por un enfrentamiento entre agentes federales y miembros de la secta religiosa de los davidianos que concluyó con un incendio que destruyó su centro y mató a más de setenta de sus miembros, que permanecían encerrados y asediados por las fuerzas de la ley desde hacía más de cincuenta días.
El asalto a la granja de la secta de los davidianos, es, según se dice, "la mayor masacre de civiles estadounidenses a manos de su propio gobierno desde la matanza de indios en Wounded Knee ocurrida en 1890".
Estas personas fueron asediadas durante 51 días, en los que fueron hostigados las 24 horas con ensordecedoras grabaciones de chillidos de cerdos en un matadero y la canción de Nancy Sinatra “These Boots Are Made For Walking”.