miércoles, 9 de febrero de 2011

1962: EL ENIGMATICO NAUFRAGIO DEL "KADOR"

Animado por mi animoso amigo Txolarte, que vivió como niño asombrado los sucesos que voy a relatar, he estado buceando de nuevo en las páginas de LA VANGUARDIA, para rescatar información sobre un misterioso naufragio que sucedió la noche del 18 al 19 de Abril de 1962. El buque langostero francés de nombre KADOR fue hallado en alta mar, con tan solo cuatro metros de proa
 asomando a la superficie. El pesquero ondarrutarra “Artadi” fue quien lo descubrió y lo remolcó hacia el puerto de Bilbao. Este proceso se produjo tras grandes penalidades, como relataba el patrón Jesús Akarregi en una crónica publicada: “No se sabe si los tripulantes del Kador están con vida o han muerto”:


De esta manera hemos llegado hasta este punto, no sin grandes sacrificios, como supone arrastrar durante siete días una mole de 170 toneladas, con gran resistencia, a la velocidad, tres veces menor que el paso de una persona y con gran peligro de ser arrastrados por el peso hacia el abismo.

En cuanto a la tripulación del pesquero siniestrado, el patrón del Artadi declaraba lo siguiente: Se cree que estén a bordo del barco siniestrado, bien en el frigorífico, en la sala de máquinas o en cualquier otro departamento, pues de otra manera se hubieran hallado algunos restos personales (ropas, etcétera), al rededor del "Kador"

La extraña posición en la que había quedado el buque (cuatro metros de proa asomando y el resto de los 25 metros de eslora hundidos) hicieron imposible llevarlo hasta el muelle de Santurtzi. Como informaban entonces: El «Kador» ha quedado sujeto en las proximidades de Ciervana (...) a unos 600 metros de la costa de Punta Lucero, y a unas tres millas de la bocana del puerto de Santurce, cuyo fondo es de diez metros, por lo que la entrada del «Kador» sólo podrá hacerse si se consigue ponerle horizontal.
Finalmente, tras días de maniobras con varios remolcadores, el pesquero recobró la horizontalidad y fue arrastrado hasta la playa de Portugalete (donde actualmente se encuentra la Escuela Nautica).

Las primeras noticias sobre las dificultosas inspecciones realizadas en el barco, contribuyeron a generar una incertidumbre que hizo correr ríos de tinta. Era todo un caso para el CSI. El dos de mayo la agencia Cifra mandaba una crónica de las que crean afición. Títular y ante título no podían ser más prometedores: “El naufragio del Kador sigue siendo un misterio”, "hallado el cadáver de uno de los tripulantes, amarrado a una escalerilla".
El corresponsal describe un panorama que deja al lector boquiabierto:

Según el plano, en un rancho de proa deberían haberse hallado seis literas, y solamente se ha encontrado una, pero no había efectos personales de ninguna clase. Tampoco los había en la parte superior del puente, donde estaba el camarote del patrón, se tiene la creencia de que hay cadáveres, pues no es admisible que se abandone un barco llevándose el equipo completo y dejando a bordo los botes salvavidas. No se ha observado síntoma alguno sobre las causas que hayan podido producir el hundimiento, pues no hay señales de abordaje en la quilla de la embarcación. Posiblemente quede todo aclarado cuando se inspeccione la parte de popa.

Pero más que aclararse, todo parecía tender a la confusión. El único cadáver que se encontró en el interior del barco se halló en circunstancias dignas de película de terror:

Aun cuando faltan todavía por explorar las bodegas, los técnicos tienen la impresión de que no existen a bordo más cadáveres que el que ha sido rescatado en la tarde de hoy, el cual corresponde a Jean Moulin
de. 33 años, marinero, natural de Mergat. Fue posible su identificación porque llevaba una cartera en el bolsillo de la camisa, con alguna documentación. También se le encontró un reloj parado en las 9'30. Tanto las autoridades de Marina como los técnicos, creen que Jean Moulin fue atado por los pies, la cintura, las manos y el cuello a una escalerilla que asciende desde el cuarto de máquinas a la cubierta

La crónica incluía ya la relación de los 11 tripulantes desaparecidos , casi todos de la misma localidad de Mergat .

¿qué demonios había pasado en ese barco? ¿tenía alguna relación ese cadáver atado de pies y manos con el naufragio? ¿por qué no se usaron los botes salvavidas? ¿dónde estaba el resto de los cadáveres? . Todas las noticias hablaban ya abiertamente de misterio y de extrañas circunstancias. Recordaba al caso del “Mary Celeste” un bergantín goleta que fue descubierto navegando a la deriva y sin tripulación a bordo, a la altura de la isla de Madeira, en diciembre de 1872.

Por fin, el 5 de mayo se publicaba el informe técnico oficial, que en principio aclaraba varios aspectos sobre su naufragio, aunque tambien dejaba dudas en el aire:
El «Kador», cuyos tanques de combustible van situados en la parte inferior del casco (...) llevaban muy poco combustible, (...) por tanto llevaba poco lastre. Por otra parte, en la popa había sido montado Un «tendedero», en el que se •habían colocado las redes y aparejos de pesca, con un peso total de seis toneladas. Además, las «portas» de la barandilla de la cubierta, que deben ir sueltas para que el agua que pueda entrar por el oleaje salga con la máxima facilidad, iban sujetas con puntos de- soldadura. Estos, en caso de peligro, hubieran podido ser suprimidos en unos minutos.


Él «Kador» navegaba con mar de popa, no mucho oleaje, pero si el usual en alta mar. Una ola más grande de lo corriente pudo entrar por la popa, lo que viene a representar un peso dé unas veinte toneladas de agua. Al no tener ésta rápida salida por las «portas» desequilibró el barco hacia un lado. En ese momento, las seis toneladas de aparejos cayeron sobre este lado, volcando el barco..


Que el vuelco fue rapidísimo lo confirma el hecho de que al. dar la vuelta la embarcación en las operaciones de reflote salieron de la misma gran cantidad de flotadores que, de haberse producido el accidente, con lentitud, hubieran quedado en el mar.
Por otra: parte, apenas si quedaba combustible en los depósitos, habiéndose comprobado que todas las válvulas de mar del «Kador» se encontraban, cerradas. En cuanto al cadáver del marinero encontrado a bordo —sigue el informe— estaba «enredado» entre las diferentes cuerdas existentes en el lugar en que fue hallado. Es evidente que al intentar salir por la escalerilla —dice— se
quedó enganchado en las cuerdas y luego, en los dieciséis días de vueltas del barco en uno y otro sentido, se enredó mucho más.

El informe no aclaraba nada sobre el paradero del resto de los –presuntos- cadáveres, con lo que deberemos deducir que se perdieron en el naufragio. Ni una sola noticia más aclara nuevos aspectos sobre el accidente. Todo lo que puede leerse a partir de aquí son cuestiones técnicas sobre el cobro por el rescate, siempre de forma muy breve y sin hacer mención a las circunstancias del naufragio. El aún misterioso naufragio del KADOR.

6 comentarios:

El Conde de MonteCristo dijo...

En este otro caso de minucioso periodismo de investigación que has realizado, sólo puedo decir:
ONDO (sin hache).

(qué cosas tan misteriosas pasaban entonces)

nineuk dijo...

Gracias por las onduras. Según he podido saber después de escribir esto, si un barco encuentra otro hundido y sin supervivientes en alta mar, tiene derecho a quedárselo...

El Conde de MonteCristo dijo...

Osea, que se "rescata" a un país si su economía va a pique, pero será porque hay todavía supervivientes? Cuánto tardarán en aplicarnos la ley del mar?

Txolarte dijo...

Siendo un poco malicioso y amigo del misterio negro.
Arrastrar el barco fue un esfuerzo importante y peligroso.
Imaginemos que alguien ambicioso y con pocos escrúpulos encuentra un barco hundido, pero con con supervivientes.
creo que he leído por algún recorte de la hemeroteca,que el barco se vendió por un precio muy inferior a su valor real.
La verdad, es que la historia del Kador tiene miga.

nineuk dijo...

Boquiabierto me quedo cual pez con esos dos comentarios. Gracias Blogpañeros.

Pedro M. Martínez dijo...

Recuerdo haberlo visto anclado delante de los entonces astilleros Celaya en Erandio. Fue un "misterio" que no quisieron desvelar.