sábado, 8 de octubre de 2016

DISCURSO



Aplauden porque me hacen la pelota.

Todos ellos saben que este discurso es una mierda.

Aburrido, topiquero, vacio.

Igual que el de mañana.

Como el del pasado lunes.

Leer discursos coñazo,

que me escriben tipos tediosos.

Ya me lo dijo mi padre...

En eso consiste ser rey.

2 comentarios:

Antxon Rabella dijo...
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
Antxon Rabella dijo...

En imagen, en dar siempre la impresión de que soy intachable, casi perfecto. En decir frases como:

"Estimados señores, es bueno y necesario para todos los países que conseguimos seguir avanzando, el hecho de continuar estableciendo, o más bien ampliando, nuestros campos de conexión diplomática en aras de un afianzamiento de la defensa de nuestro bien común y así poder llegar a un fortalecimiento aún mayor de nuestras bases democráticas en aras de llegar hacia cumbres de objetivos de cohesión máxima". O sea, me parece que me hacen decir que estoy aquí porque he venido, pero, o no se enteran, o me aplauden para seguir con la farsa, pues con esos batiburrillos, con esas expresiones de mis "guionistas", ni yo mismo puedo distinguir si esos textos dicen algo a derechas.

Pero no, cuando leo esas frases en casa en calma, veo que son vacío, hablar y no decir NADA, pues los que las escriben sólo pretenden cubrir de humo la decadencia.

Soy un muñeco que sonríe, que parece encantado de su personalidad sencilla pero elegante y triunfante siempre, de su caballerosidad y algo de vehemencia ponderada (si eso es posible semánticamente), tengo que vivir en un gran hermano de glamour elegante, en donde sólo actúo y tengo que decir lo que me dicen que diga en los discursos; y dicen que estoy muy preparado; preparado para qué. Para decir estas cosas que me hacen decir:

"Es importante la cohesión y unidad de nuestro país"

Pero no quieren, ni yo tampoco, hablar de los problemas de la crisis; en medio del disparate, y para seguir acomodado en estos asientos aristocráticos, tengo que sonreír a la cámara y con cara entusiasta y movimientos estudiados de mis manos declarar lo siguiente:"Vengo a daros, ciudadanos, un mensaje de FUERZA Y ESPERANZA".

Y desde que mi padre dijo "Podemos", antes de que esos venzolanos aparecieran, yo debo de evitar esa palabra, que por cierto, fue nuestro punto básico para ganar la eurocopa de fútbol con la selección en 2008. Aragonés y compañía decían Podemos y pudieron; sin saber que esa palabra quemaría muchos platós y periódicos, porque me ponen en peligro, además.

Doy el pego, eso es lo triste, que soy actor de un papel crónico y sin salida, estrecho manos sonriendo, integro y completo, intachable. Quienes me miran con emoción y admiración ante lo que consideran mi grandeza, no saben que por la noche, y si veo a todos dormidos, acudo al W.C a llorar amargamente al pensar que no puedo salir de aquí y nunca saldré. A veces me gustaría no ser yo. Ser un tipo corriente y ser actor pero de los de verdad, pues es claro que virtudes tengo.
Tengo que pedir a mi padre que me explique más concretamente, qué es ser rey.