sábado, 8 de marzo de 2008
TIRO
Más de veinte años después, aquel tiro seguía retumbando en sus días y en sus noches. Eran tiempos de "compromiso activo", de "jaque al Estado", de "ahora o nunca". Había que demostrar que se iba en serio, que esto era una guerra no un juego de politiquillos. Había que hacer enmudecer al enemigo y , sobre todo, al compañero "tibio" . Así que aquella noche disparó por primera vez a una nuca real y después se alejó caminando, como quien vuelve de echar la basura.
Con el terco discurrir del tiempo se fueron disolviendo lentamente el "compromiso activo", "el jaque al Estado" y el "ahora o nunca" pero ahí seguía el tiro. La sombra de aquel desgraciado se alargaba sin tregua y ya no valía lo de "Un chivato hijo de puta " ni lo de "Una alimaña que hay que exterminar". Atormentado por ese sonido atroz se vio como en el tango "cuesta abajo en la rodada" y no hubo médico que lograra disuadirle . Cuando se metió el último "tiro" de su vida notó nítida, intensamente el impacto en su cabeza. Entonces descansó.
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1 comentario:
Si con no hacer a los demás lo que no quieras que te hagan a tí, además de no haber más tiros,el mundo iría mucho mejor.
Utopías aparte, soy de los que creo hace ya tiempo que hasta que uno mismo no viva en primera persona las cosas, no va a aprender su dimensión real. Idea que dicha con otras palabras expresabas en tu libro "Flores en la basura".
Una excepción a lo anterior: los pistoleros.Soy absolutamente escéptico en que aprendan algo aunque les toque vivir lo mismo que ellos provocan.
Saludos,
El Conde
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