Estábamos en el halll de la Union Station, en Chicago, sentados en uno de esos largos bancos de madera , cerca de las escaleras donde se rodara la famosa escena de Los Intocables de Eliot Ness. Aquella cara me resultó conocida y lo comenté con mi mujer.
¿has visto a ese tipo de enfrente? Es igual que uno de los delincuentes que buscaban por la tele. Era verdad. Por la mañana nos habíamos reído con aquellos rostros patibularios que se sucedían en un canal local, en busca de colaboración ciudadana. Ladrones, pederastas, estafadores , narcos de poca monta, secuestradores expres. El hombre desapareció de nuestra vista como si se hubiera volatizado y nosotros pasamos a hablar de los planes turísticos para las siguientes horas. Hasta que de pronto, nos dimos cuenta.
._"La niña, ¿dónde está la niña?".
3 comentarios:
Me ha gustado la verdad. Es posible que hayas plasmado (consciente o inconscientemente) un miedo personal por lo que le podría pasar a tu hija? bueno, no contestes y así no nos desentrañes tu ficción.
Un minirelato ambientado en los USA, una entrada sobre la comida basura apuntando al McDonalds...Lo próximo estará ambientado en Las Vegas?
saludos,
El Conde
Pues ya quisiera. Si alguien me financia un viaje, prometo pagárselo con un minirelato de cortar...¡tranquilos-as , sin empujar!
Yo financio, tú financias, el estado rescata...
Yo financio con la condición de hacer el viaje también ,que para eso pago! qué tal una road-movie por la ruta 66? o era 69? me da igual
(No me lo puedo de creer, has ajustado la hora del blog)
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