PLANTA

Obsesionado con aprovechar al máximo la vida se dedicó en cuerpo y alma a todo tipo de actividades, probó todo aquello que pudiera procurarle placer, se empeñó hasta las cejas, perdió la salud y solo cuando la absurda vorágine en la que se había metido le mandó a la lona, descubrió cual era su verdadera fuente incomparable de gozo. Sentir la tierra y la hierba, la lluvia y el sol, dejarse acariciar por el viento con un rumor de arrollo al fondo. La dicha completa en la vida vegetal. Ser planta. En la inmensa y silenciosa entrega a tan reconfortante forma de existencia no reparó en la realidad de los hechos. No se sentía... era planta.