Cuando el sueño le vencía, su Avatar se integraba en esa civilización autóctona de costumbres ancestrales. No era fácil, dada su falta de costumbre, pero poco a poco lo fue logrando gracias a su tesón y a la ayuda de una inteligente y valerosa mujer que, desafiando a los suyos, se había decidido a ayudar a ese intruso de origen desconocido. Inevitablemente se enamoraron y cuando estaba a punto de besarla… su verdadero yo despertó dolorido en el duro suelo del piso-patera.
4 comentarios:
Que gran verdad, les vendemos el sueño Occidental y cuando llegan aquí se encuentran con la cruda realidad.
ven saltando el muro de berlin,ven hacia este mundo libre,sonriendo.
muy bueno el zuzen por cierto,se hace corto eso si.
Como decía la famosa frase: hay otros mundos pero estan en este. Lo que pasa es que muchas veces, no los queremos ver. Un saludo
siguiendo a jimmy "del este hacia el oeste , escapa, y en el oeste la decepcion"
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