Compró con gran ilusión aquel disco que marcó su pubertad. Era una edición remasterizada incluida en una caja junto a un cuadernillo en papel cuché con una extensa información sobre aquellas remotas sesiones de grabación.
Lo compró sin pensarlo y tan pronto llegó a casa lo puso a sonar. Por los auriculares fueron fluyendo aquellas notas tan familiares. Ahora eran nítidas, limpias, balanceadas en un estéreo exquisito. Nada que ver con aquel crepitante vinilo de antaño, que bramaba desde el sufrido altavoz del tocadiscos de maleta. Ahora cuarenta años después, oyendo ese mismo directo de los Rolling, se sintió íntima, profundamente estafado.
6 comentarios:
Hay discos del año de la castaña que son verdaderas joyas. Me ha venido a la cabeza un directo de los Beatles en Hamburgo antes de grabar ningún disco de estudio. Rock en estado puro.
Saludos!
La lucha de formatos again? La (supuesta) perfección sonora del cd no tiene la magia y el encanto del vinilo, pero también es verdad que la sensación de oirlo por primera vez no se vuelve a repetir. La edad, el momento, las circunstancias, etc. Creo que aunque nos pongamos "ese vinilo" de antaño, las emociones no son iguales.
¿La tercera persona debería ser primera, no? Los que te hemos leído un poco, aunque no te conozcamos, sabemos al menos que los Rolling fueron tu gran grupo de juventud. Ahí te he pillao jeje
Bueno, como se dice en plan cursi: "Touché", pero el caso es que a mí no me ha llegado a pasar eso...en realidad no es nada nuevo. Con tus propias experiencias y las ajenas imaginadas moldeas algo y lo pones en una "vitrina". Como haces tú de vez en cuando (me gustó aquel cuento del navajazo, seguro que tambien tenía algo de experiencia propia....)
tooooda la razón para esa sensación. dicen que mick jagger ha metido mano para quitar todo lo de "tóxico" (tradúzcase por "las mezclas 'codirigidas' por un richards abrazado a morphia") que había en los surcos. eso desde el punto de vista meramente técnico. desde el vórtex sentimental: de alguno de mis discos cuento hasta cinco adquisiciones diferentes (llamémosle "actualizaciones") del cassette grabado, se pasa a la cinta original, luego el vinilo, el cedele a pelo (esas primeras ediciones que eran mero transfer, sin pulir ni ná) y el cedele remasterizadorl... pero el subidón de la primera escucha no tiene parangón, los oídos hacen "pop!" y todo eso...
Salvo casos muy puntuales, mi escucha decisiva suele ser la tercera. Antes ya me suelo oler algo, pero es en la tercera-cuarta cuando sé si esa canción se va a quedar a vivir conmigo.
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