Siempre había alguien que soltaba la frase fatal: “ha
pestañeado”.
La actriz vocacional ,herida en su orgullo trabajó
intensamente en la concentración. Estudió con detalle cada una de las estatuas
de la ciudad y finalmente, tras largos meses de intenso trabajo lo consiguió.
Hace años que ni los pájaros ni la lluvia ni los comentarios estúpidos alteran
un ápice su mirada de mármol.
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