1977 EL NACIMIENTO DE ZARAMA.

Tal día como hoy, hace 35 añitos, Txuzos, Putre y yo fundamos Zarama. Lo hicimos como se hacen las cosas a los 17, conscientes de que era un sueño estúpido, una quimera, pero decididos a divertirnos mientras durase atacando molinos de viento. Ya para entonces yo conocía la decepción de un proyecto teatral en el que puse mucha carne en el asador.
Esta vez mis camaradas estaban tan decididos como yo. Reclutamos a otros mangarranes similares y nos presentamos allá donde pudimos armados de cuatro acordes y mucha determinación. Ernesto, Josu, Nekane, Javi Losa, Javi Alvarez ... cosechando últimos puestos en concursos casposos, burlas en fiestas de fin de curso, tambien algunas bocas abiertas de incredulidad. Ensayábamos en la calle o en pisos ocasionales. Nos reíamos, era lo importante.

Superamos la falta de local, la escasez de pelas, la incomprensión familiar, la mili obligatoria, los consejos realistas.  Casi sin darnos cuenta llegamos a organizar una formación estable. Nekane y Josu volaron, llegaron Tontxu, Joseba, más tarde Alfonso.
Los suicidas se animaron a apostar por nosotros y nos grabaron aquellos singles defectuosos, gramaticalmente incorrectos, recibidos con recelo inicial entre rockeros y euskaldunes. Pero había tambien hambre de novedades y varias emisoras se animaron a pincharnos. De pronto un día conocimos la experiencia del reconocimiento. Nunca masivo, nunca espectacular, pero si suficiente para conocer algo que no tiene precio: la experiencia del directo, la sensación de que esas notas, esos ruidos, esas actitudes son seguidos, entendidos, aplaudidos. La incomparable vivencia de las emociones compartidas en tiempo real. Durante años todos tuvimos nuestra vida particular, con sus curros, amores y rutinas y la experiencia compartida, "El sitio de nuestro recreo" que diría Antonio Vega. Llegó la explosión de los ochenta y pudimos compartir escenarios bulliciosos con bandas de todo tipo. Unos cosecharon éxitos enormes que les llevaron a recorrer el mundo, otros cayeron en el olvido, o no lograron durar los suficiente, o se vieron cortados de raiz por la mala suerte o los excesos.
Lo nuestro duró hasta el 95 y lo retomamos en el 2009. No tengo ni idea de hasta cuando. Supongo que otros recorridos nos habrían hecho más míticos, más legendarios, pero os aseguro que subir a un escenario o quedar para ensayar entre amigos (amigos que se dicen las cosas a la cara con la confianza que dan los años) sigue siendo una vivencia que merece la pena.