LEÑO |
Aquel revoltijo de gentes y variadas transacciones era también el “compos” donde germinaban bandas de rock. En Santurtzi había varias y de diversos estilos. Nuestras relaciones eran muy cambiantes y la rivalidad, siempre mal disimulada, iba evolucionando en función de alianzas concretas, en base a eventos decisivos: un nuevo local de ensayo a precio razonable, un nuevo bolo en algún barrio de la zona o fiesta estudiantil…
Es ley de vida amigos. Llega un momento en el que a unos les va mejor que a otros y no siempre manda el talento. Hay factores como el estilo escogido, el carisma de los miembros (incluso su atractivo físico) , el don de gentes, los contactos… Lo cierto es que nuestra banda, en aquel agosto de 1981 estaba ya ligeramente destacada del pelotón. Habíamos trabajado duro y contábamos con una canción grabada en un disco recopilatorio, consecuencia del segundo premio logrado en el concurso “Euskal Musika 80” celebrado en la discoteca Mandiope de Itziar (Gipuzkoa). Además, a diferencia de los otros (Eskorbuto aún estaba en pañales) ya contábamos con un “manager” que nos buscaba algunas actuaciones en fiestas de pueblo y similares.
Supongo que hoy en día será incluso difícil de creer, pero en esas circunstancias, aún no teníamos ni lonja propia ni el equipo completo. Cada bolo era un nuevo reto: ¿A quien pedimos el bafle de bajos? ¿Podremos alquilar una batería mejor? ¿Qué tal si nos arreglamos con el otro grupo para compartir equipo? .
En junio de aquel año, sonamos en varias FMs gracias a “Bildur Naiz” (Tengo Miedo), la canción incluida en el recopilatorio ese. El sonido conseguido en los estudios de IZ nos situaba en unas expectativas muy superiores a nuestras auténticas posibilidades.
El caso es que de pronto, sin comerlo ni beberlo , nos vimos enfrentados a un reto de los que quitan el sueño: “Bueno, no os preocupéis, tampoco es necesario que toquéis demasiado tiempo, la gente estará de fiesta y la mayoría ni se enterará de vuestro bolo. La mayoría va por THE BEAT y por LEÑO”.
Joder. Solo de escuchar esos nombres ya nos temblaban las canillas. THE BEAT, que arrasaban en el mundo del Ska y LEÑO, los que nos ponían las pilas en la discoteca COTTON CLUB de Sondika, los autores de “ Este Madrid” de “ El tren”, de “La noche de que te hablé”…
Se trataba de uno de los primeros macro-festivales que se organizaron en Euskadi. Como corresponde con la época, era un festival antinuclear y se celebraba al aire libre, en las campas de Aixerrota en Getxo. Actuaba lo más granado del incipiente rock euskaldun y como fichajes especiales , de cabeza de cartel, estaban los citados grupazos, ambos en su más absoluto esplendor.
La actuación de THE BEAT fue una de las primeras y aunque la expectación era enorme, el sonido fue bastante deficiente. Desfilaron después algunos otros, que no llegamos a ver porque estuvimos concentrados en la furgo y luego llegaron los Leño, a los que vimos desde las primeras filas, recuerdo que junto a los miembros de FASE, entonces la banda referencial bilbaína. Rosendo Mercado, con su buzo blanco y su Estratoscaster, Ramiro Penas, un maquinón sacando chispas a los tambores y Tony Urbano , machacando las cuerdas mientras saltaba, se agachaba, subía , bajaba…
La verdad es que los recuerdo como algo contundente, convincente, con una puesta en escena dinámica y muy currada y unos temazos arrolladores. Lo malo es que yo no podía dejar de pensar que en breve yo tendría que subirme a ese mismo escenario y las comparaciones serían odiosas.
Aquella fue una de esas ocasiones impagables en las que uno siente que está viendo a una banda en el momento perfecto. Cuando lo dan todo pero aún no han sido descubiertos por las masas, cuando aún se sienten con hambre de conquistar públicos, cuando no se van de escena ni con aceite hirviendo.
He visto varias veces a Rosendo con posterioridad, siempre entre públicos masivos, pero nunca ha sido, ni de lejos, nada comparable a aquello.
Nuestra actuación se retrasó hasta las ocho de la mañana. Nos dedicamos a sacar a la gente de los sacos de dormir a base de ruido y conseguimos disimular nuestras carencias a base de vacile y de morro. Cuando bajamos de escena el personal nos decía que se habían divertido pero con un rictus bobalicón en la cara...
11 comentarios:
Joooder, Leño. No voy a ir de joven, pero eso es lo que escuchaba mi tía la pequeña. A Rosendo lo "descubrí" ya en solitario.
A por los Pecos, que eran insufribles, jaaajaja. (El rubio me parecía incluso feo para que tuviera tantas "fanes")
y lo k se avecinaba años mas adelante,no?
k buea historia!!!
jim
Muchos años despues vi a Rosendo en semana grande donostiarra y me pareció "como ausente" . Pronto tenedremos libro sobre Leño. Que lo sepais
Istorio ederra!!!
Y tambien lo vimos una vez en el antiguo Ilargi una noche que andabamos tomandonos unas birras escuhando la musica a tope, que ya parece que el alzheimer te este afectando, caguen sos!!
¿A Rosendo en el Ilargi (Giroa)? Que no, que no era conmigo copón!
Yo los vi en un festivalote en La Casilla uno o dos años después, (mis padres me dejaron ir de milagro, con un amigo mayor que estaba en 2º de BUP). Atención al cartel: 091 (banda local con clase). Coz (los hermanos De Castro antes de formar Barón Rojo). Asfalto (Capitán Trueno). Y Leño con su primer LP flamante. Que ambientazo enrrrrrollao que había en aquel pabellón. Esos mecheros encendidos, esos bises obtenidos por aclamación, esa primera vez en un concierto grande… Cuando el alzheimer me ataque esta le va a costar sacármela.
Buen relato, man.
Thanks Reman! Revisitando videos de Leño en Youtube me llama la atención la diferencia de respuestas en el público del 79 y el del 2010. En su breve concierto de la sala Caracol, los presentes (muchísimos desde luego)están pendientes de grabarlo con sus cacacharritos electrónicos... en fin. Como dicen por ahí "Medio Mundo se rie del otro medio"
yo los vi en portu en el zubi alde je je estuvieron de muerte aun conserbo la entrada
Que buena historia Rober.Ademas como solo tú sabes contarlas.
Gracias Kepa. Un abrazo tio
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