Los Aldeanos y “Silvito el
Libre” toman el relevo de “Porno Para Ricardo”, perseguidos por criticar al
sistema.
Es evidente. Cuba está en la
encrucijada. No son solo los nuevos
aires que llegan de los Estados Unidos y que permiten atisbar la esperanza del
fin del bloqueo imperante desde 1960. Las voces críticas contra la burocracia y
el autoritarismo se dejan ya oír, no sin dificultades, en la voz de una nueva
generación de artistas que se atreven a entonar textos como este:
Esta es nuestra realidad/ vivimos encerrados en la
frase “Todo es del pueblo” /pero todo lo controla el estado/ Estamos atados a
sus métodos caducados/ Aquí todo es haz lo que yo digo y no lo que yo hago/
Estoy cansado de seguir su plan/“Socialismo o muerte” no es un lema/ Son las
opciones que te dan.
Estas frases escupidas con
autentica rabia, corresponden al tema “Viva Cuba Libre” del dúo “Los Aldeanos”.
La pareja formada por Aldo Roberto Rodríguez Baquero -"Al2 El
Aldeano"- y Bian Oscar Rodríguez Galá -"El B"- tiene como tema
recurrente la crítica mordaz al régimen imperante en Cuba y curiosamente su
popularidad se ha extendido por todo el continente americano como ningún
artista cubano había logrado desde el boom de “Buenavista Social Club”.
Ellos no son los primeros en
“cantarle duro” a la burocracia dominante pero sí los únicos que han logrado
hacerlo sin que el peso de la ley acabe con su carrera. Bian lo explicaba en una reciente entrevista:
“Cuando el gobierno quiso darse cuenta de lo que estaba pasando, nosotros ya
teníamos miles de seguidores fuera del país, así que tenían que pensárselo dos
veces antes de actuar en nuestra contra nosotros porque la repercusión internacional
no se haría esperar”.
En efecto, el comportamiento
de las autoridades respecto a Los Aldeanos y otros artistas críticos con el
actual poder indica que, también en el terreno de la libertad de expresión, está
cambiando algo en la isla. No hay mas que recordar lo que ocurrió con el
antecedente más llamativo, el grupo punk “Porno Para Ricardo”, surgido en los
noventa y liderado por Gorki Águila. La
banda practicaba un estilo similar al que aquí conocemos en grupos como La
Polla Records o Ska-P pero en este caso
las balas envenenadas y a menudo cargadas de humor satírico estaban dirigidas,
entre otros al mismísimo Fidel Castro:
Estos años de hambre y de sombras/ llevan todos tu
nombre Fidel/ pues los nombres que joden la historia/ cumplen años cada
amanecer/ y si en versos pudiera expresarle/ la profunda razón de mi ser/ le
dijera que quiero pirarme/ pues no puede haber modelo peor/ que al que a usted
le salió comandante/ de su culo imponérnoslo.
Textos como este no les salieron gratis a los punkies
habaneros. A principios de 2003 recibieron un aviso oficial que les conminaba a
cambiar de nombre, de letras y de “modo de actuar en público”. Ante su
persistencia, Gorki fue arrestado y confinado a la cárcel de Pinar del Río, en
régimen de alta seguridad. Meses después llegó el juicio en el que se le
acusaba de “tráfico de drogas”. La única prueba presentada fue el testimonio de
una joven que resultó ser confidente de la policía: Gorki lo explicaba así:
“Usaron el falso pretexto de las drogas. Una chica no me dejaba tranquilo ni un
momento pidiéndome drogas, entonces para quitármela de arriba, me las arreglé
para conseguirle dos pastillas de anfetaminas. Y resultó que ella era una
informante de la policía. A pesar de eso las anfetaminas son legales aquí: las
puedes conseguir con una receta médica en cualquier farmacia”.
En el año 2005 el cantante
Gorki Águila sale de la cárcel bajo fianza, después de cumplir dos años de
condena. Pasa una temporada con familiares en México y trata de reorganizar la
banda, aunque ya no es lo mismo. Actualmente se dedican a organizar conciertos
clandestinos jugando al gato y ratón con las autoridades y colgarlos en
Youtube. El bajista original William Retueta reside en Praga, donde pidió asilo
político en plena de gira con la banda.
Curiosamente el caso no tuvo
la repercusión que alcanzaron las “Pussy Riot” en Rusia. Al tratarse de un
delito relacionado con las drogas y no con la libertad de expresión, su apoyo
internacional se vio mermado.
El caso de los nuevos
trovadores críticos con el sistema, surgidos al calor del Hip-Hop, contiene matices
que lo hacen más complejo.
Al igual que “Porno Para
Ricardo”, Los Aldeanos han sido recibidos con los brazos abiertos en los shows
televisivos nocturnos de Miami, donde Alexis Valdés o Jaime Bailey les han
ofrecido amplios espacios. Sin embargo la comunidad cubana en los Estados
Unidos se muestra dividida al respecto. Aunque sus conciertos han contado con
mucha mejor acogida que los de los punkies, no faltan quienes recelan de sus
camisetas con la cara del Che Guevara (al que siguen reivindicando en su pureza
rebelde) y aun mas de su colaboración habitual con Silvio Liam Rodríguez alias
“Silvito el Libre” , hijo del histórico cantautor Silvio Rodríguez, compositor
de numerosos cantos a la revolución y junto a Pablo Milanés, el más popular
componente de la llamada “Nova Trova Cubana” que alcanzó gran resonancia
internacional en los años sesenta-setenta y que siempre han contado con la bendición
oficial.
Cuando “Silvito” es
interpelado por los periodistas en el aeropuerto de Miami su respuesta es
rotunda: “Para mi es un orgullo ser el hijo de Silvio Rodríguez”. Punto. Aunque
sus textos tocan gran variedad de temas, llegado el caso los dardos envenenados
de Silvito no ofrecen muchas dudas: "Háblame
de ti, de tus mañas, tus estupideces/ Y de un comunismo fusionado con tus
intereses/ Del odio que crece por oírte hablar tantas sandeces/ Y de la miseria
porque el pueblo no se lo merece" (Háblame).
En contra de lo que pudiera
especularse, Silvio padre no escatima piropos hacia su hijo. El pasado Marzo
era interpelado en México por la prensa local y su respuesta no pudo ser mas
clara: "Silvito es mi hijo. ¿Qué te puedo decir? Lo quiero, piense lo que
piense. Es un hijo maravilloso, adora a su familia. En ese sentido, ninguno
tenemos la más mínima queja de él. Piensa como piensan muchos de su generación,
y creo que tienen razones para pensar así y tener esas posturas".
En la misma comparecencia
ante los medios el propio Silvio Rodríguez se mostraba tibiamente crítico con
el sistema: "Los cambios son una rectificación. Yo creo que desde hace
mucho tiempo nos habíamos dado cuenta de que las cosas no andaban como debían
andar. Quizá reaccionamos un poquito tarde, y no solo lo digo aquí, lo he dicho
otras veces en Cuba".
El pasado mes de Octubre, el
autor de “Rabo de Nube” denunciaba el abandono al que las autoridades cubanas
están condenando a su estudio de grabación “Abdala”, donde tanto su hijo como
Los Aldeanos han grabado buena parte de su extensa obra: “Abdala agoniza ante trabas burocráticas y la
inoperancia de funcionarios, fue un proyecto aprobado y supervisado por el
Comandante en Jefe Fidel Castro que agoniza con la complacencia de muchos
funcionarios que conocen su situación y no hacen nada”, publicaba en la última
entrada de su blog personal “Segunda Cita”.
“En vez de ver a estos estudios como un aporte a la cultura, sintieron
que se hacían para poner en evidencia su incompetencia. Los que piensan así no
son músicos, y si alguno lo fue dejó de razonar como tal”, sentenciaba.
El estudio -gestionado en los
últimos años por la corporación estatal Cimex- se encuentra sin electricidad
por falta de pago, pero no puede abonar esas facturas “porque desde hace ocho
meses está en proceso de traslado al Ministerio de Cultura, trámite que no
acaba de concretarse por razones ignotas”, explicó Rodríguez.
Pero poco o nada pueden hacer ya las autoridades cubanas contra el
ciclón rapero anti-sistema. Los Aldeanos y Silvito el Libre, juntos y por
separado rivalizan en seguidores con los puertoriqueños Calle 13 -a los que
censuraban haber aceptado un premio institucional en la isla- y no hay tema que
se resista a sus rimas envenenadas: la caída en desgracia de antiguos aliados
como el general Ochoa, la misteriosa muerte de Camilo Cienfuegos, los cubanos
muertos en el océano intentando huir de la isla, las deserciones, el acoso a
los disidentes como Yoani Sánchez y Guillermo Fariñas, el contraste entre las
privaciones que padece la inmensa mayoría y el lujo en que viven turistas y
poderosos, la prostitución generalizada, que el régimen se vanagloriaba de
haber erradicado por completo, la persecución a los homosexuales...
Donde ya no hay tanta
claridad es en la alternativa que proponen al sistema actual. Otro de los
nuevos trovadores cubanos, Jorgito Liam “Kamankola” que recientemente actuaba
en Durango, nos lo explicaba así en el programa “Aqui Macondo”, de RadioEuskadi: “La gente quiere libertad pero tampoco quiere ser un país más. Estamos
orgullosos de ser distintos y nos gustaría cambiar pero manteniendo nuestra
personalidad en el mundo”.
Los nuevos aires que llegan
desde la administración Obama serán sin duda decisivos en cuanto al rumbo a
tomar.
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