“Libertad, igualdad y fraternidad” ¡que bonito lema! La pena
es que hoy en día esos valores se ven continuamente vulnerados.
La sentencia del TEDH número 43835/2011, presenta una
cuestión que hoy en día se aborda en varios debates, y tertulias; ¿ Debemos prohibir el velo integral?
Los recientes acontecimientos políticos, como la victoria de
Donald Trump, y el imparable ascenso de la ultraderecha europea, dejan en
evidencia lo exitoso que esta resultando el discurso anti-inmigración. Uno de
los países que más de cerca esta viviendo este auge, es Francia, donde la
ultraderecha dirigida por Marine Le Pen esta alcanzando unos porcentajes
desconcertantes, imponiéndose en las urnas, con el 30% de los votos. Por
supuesto, la islamofobia es un punto común en todos estos partidos
ultraderechistas, y me atrevo a decir, que si les preguntáramos a sus
dirigentes sobre la prohibición del velo integral, su respuesta sería
afirmativa. Alegarían la amenaza que supone esta vestimenta para la seguridad
del país, como ya de forma más adornada afirma el Estado francés en la
sentencia, y mostrarían varios ejemplos o argumentos, que a mi humilde parecer,
no merecen ser mencionados en el presente artículo.
Por otro lado, tenemos el argumento que yo llamare,
“post-moderno”, donde la libertad, es el Derecho estrella, es el centro de todo.
La libertad de
expresión absoluta, la libertad de ejercer prostitución ( y por supuesto la
compra del sexo) ,la libertad de vestir como quiera...Y si estamos bajo cero y
me pongo una minifalda, ¿Porque no? Soy libre.
La libertad de comprar lo que quiera, y la libertad de vender
lo que quiera y por supuesto, la libertad de taparme la cara si quiero. Libertad
en todas sus formas y actividades, vaya.
Defendiendo la libertad ante todo, nos creemos tolerantes,
nos creemos abiertos y utilizamos la libertad como un adorno para demostrar que
somos muy progresistas. Lo vemos como algo moderno.
No quiero negar la importancia de la libertad, ni mucho
menos. Por supuesto que creo que el derecho a la libertad es uno de los mayores
logros del ser humano, pero opino, que mucha gente, sólo se centra en la
libertad al argumentar cualquier hecho, y me gustaría sacar otros Derechos que
considero igual de importantes al debate.
Aquel querido tricolor que manifestaban los constituyentes
franceses, “Libertad, igualdad y fraternidad”, llevaba otro elemento
esencial, que muchas veces, no por casualidad, olvidamos completamente: La
igualdad.
Me gustaría analizar esta Sentencia, y el fenómeno del velo
integral desde un punto de vista feminista. No tanto analizando la capacidad
del Estado, para tomar estas medidas, sino la capacidad del ser humano, de ver
más allá de la libertad religiosa.
Sinceramente, considero que la problemática que deriva de la
prohibición o no del velo integral, sirve para ocultar la auténtica catástrofe
que se desarrolla ante nuestros ojos y que una y otra vez se evita encarar: el
sometimiento de cientos de millones de seres humanos, mujeres, a las que
determinados regímenes políticos no reconocen sus derechos humanos, civiles y
políticos, sin que el resto de la comunidad internacional alce su voz.
¿Es inocente el empeño en que las mujeres tapen su cuerpo y
su cabello? En absoluto. Responde a una clara voluntad de sometimiento de las
mujeres a los varones y ha respondido a ese propósito en todo tipo de
religiones: el cristianismo, el islam y el judaísmo. Contra esa imposición,
contra esa exigencia de sometimiento, se han levantado todos los movimientos
feministas del mundo. Incluido el mundo musulmán.
Quiero recordar, que nuestras madres, abuelas o tatarabuelas,
hace setenta años debían ir al banco
acompañadas de sus maridos, debían dejar el trabajo cuando se casaban, debían
taparse la cabeza en sendas ocasiones, y por supuesto, no podían ejercer el
derecho a voto.
Fue su constante lucha la que nos saco de aquella situación.
Esas mujeres, fueron objeto de burla, desprecio, fueron tachadas de malas
madres, de mandonas, de brujas, y sufrieron muchísimo para llegar hasta donde estamos
ahora. En este sentido, no me parece tan descabellado como alega tanta gente
pedir que en nuestra sociedad se invoque a la igualdad de género a la hora de
legislar o tomar medidas. Atendiendo a lo establecido en la sentencia, el
Tribunal no lo considera alegable, y su razonamiento es acorde al Derecho. Ello
no quita, que podamos olvidar lo difícil que ha sido la lucha por la igualdad,
y todo el sufrimiento que ha conllevado, antes de marcarlo como un mero
argumento “simplista”.
En cuanto a la alegación del Estado francés del respeto a la
dignidad humana, he de decir que en mi opinión, el burka o el niqab, que ocultan
completamente el rostro, niegan la
condición de la mujer como ser humano y van contra lo que es propio de una
persona, lo que la caracteriza sobre todo lo demás, la identidad.
Aún así, no creo que sea el mayor problema. El mayor problema
es lo que esta detrás de eso.
En un tranquilo y
maravilloso viaje que hice con mi familia a Estambul, hace un par de años, llegue a esta
conclusión. Observaba a todas estas mujeres con el velo integral, por las calles, y veía como llevaban entre
dos manos, que ligeramente asomaban de su vestimenta; dos niños, un carrito,
biberones, dos mochilas, neceseres, y muchos otros objetos. Mientras tanto, su
marido caminaba airoso por delante, sin ningún tipo de preocupación. El problema no es sólo el taparse la cara o
no, el problema es el siguiente: ¿Que papel juega la mujer en el Islam?
Por supuesto no puedo ignorar el argumento estrella de los
que critican la prohibición: Las mujeres quieren hacerlo, no están bajo
coacciones.
Vuelvo a las preguntas: ¿ No es la religión suficiente
coacción?
Sabemos de lo que hablamos. La religión ha sido una
herramienta para controlar a millones de masas a lo largo de la historia. La
obediencia ha sido su mayor logro, y ¿ su medio? el temor. El miedo a vivir una
vida miserable después de la muerte, si no se obedece. Así, invocando a dioses
y profetas, existen las mujeres que apoyan y reciben, la mutilación genital en
África, con pleno consentimiento, y existen mujeres que deciden tapar al
completo su rostro, aún estando comprobados los problemas de salud que causa.
Ya que estamos en el artículo de las preguntas, me gustaría que nos
preguntáramos si es casualidad que las víctimas ( si, víctimas ) sean mujeres. Opino
que hay que negarse a contemplar la polémica del velo integral, como una
cuestión exquisitamente multicultural, sin significación de género.
A esto me gustaría añadirle, que cuando se dice que hay que
dejar que sean las mujeres musulmanas las que decidan si quieren llevar velo
integral o no, es absurdo ignorar lo que dicen los movimientos feministas del
mundo musulmán, que siempre lo han considerado como un símbolo de sometimiento
de la mujer. Son los movimientos feministas
los que han luchado en todo el mundo por conseguir la equiparación de derechos
de las mujeres y los hombres, y gracias a ellos se ha avanzado en el
reconocimiento de los derechos de la mujer.
En un mundo donde el movimiento feminista del norte y del sur
reclama autonomía, libertad e igualdad para las mujeres, la religión pervive
como escenario donde la superioridad del hombre es representada sin crítica.
Por último, me gustaría añadir, que no mantengo la misma
postura en cuanto al burkini, o al velo. En mi opinión el bien jurídico
protegido debería de ser la identidad. Y ello se vulnera con la ocultación del
rostro, no del pelo. Además, la religión Islam, en su más amplia y ajustada
interpretación, establece lo siguiente: “El profeta dijo que a nosotras solo se
nos puede ver la cara y las manos”. No
debemos olvidar, imposición del velo integral, viene dada de la mano de los más
radicales islamistas como los talibanes en Afganistán, o de la mano de las políticas más extremistas
como la de Arabia Saudita, donde las mujeres no pueden salir a la calle sin
estar acompañadas de un hombre.
Los símbolos del
sometimiento de millones de seres humanos son lo que son. Para nada una mera
demostración de identidad cultural.
Mi mayor miedo es que, en los tiempos que vienen, donde la
islamofobia y el racismo aumenta a niveles colosales, el discurso de la teofobia
se apodere del discurso feminista, sólo para ir en contra de esta minoría, y
aumentar el odio.
Yo no tengo claro si
la prohibición del velo integral surtiría el efecto deseado por parte del
colectivo feminista. Lo único que pretendo, es sacar a la luz argumentos
aplastados por el discurso progresista moderno. Dejando claro, que no hablo en
nombre del feminismo, sino de muchas feministas que defienden esta postura. Aún
así, no se es menos feminista por pensar de manera diferente.
Lo que si tengo claro, es que, con vistas al futuro, el
movimiento a favor de la educación de las mujeres impulsada por activistas como
Malala, debe ser expandido e impulsado en todo el mundo. A mi parecer, ese es
el inicio de un gran cambio significante y rompedor.
Para finalizar, me gustaría decir, que aunque esta
argumentación parezca algo radical, y políticamente incorrecta, puede que en un
futuro lejano, las jóvenes musulmanas la estudien, y entiendan, que toda esta
lucha, todos estos artículos, y todos los discursos que defienden los límites
al velo integral, tienen un único e importante objetivo: La igualdad de la
mujer, en todo el mundo.
Magali Moso Urkia
7 comentarios:
Enhorabuena a Magali, escribir y discernir lo lleva en la sangre.
Estoy de acuerdo con cada palabra que ha escrito y gran frase "no se es menos feminista por pensar de manera diferente".
Es rompedora, cómo me alegro!
Un abrazo familiar...
Estoy de acuerdo contigo Susana. Es un artículo brillante y valiente. Magali, no sé si eres hija o familiar de Roberto, pero tienes madera, aunque no te apellidases Moso.
Tú no puedes dejar de escribir Magali, aunque tal y como está la cosa, y por muy bien que lo hagas quizá lo tendrás que hacer en blog. Van a ir desapareciendo autores jóvenes en forma de libro. Nadie arriesga. Pero escribe, que seguro que por tu fluidez lo haces con bastante satisfacción.
Pero qué tontería he dicho. Y cómo no vas a ser familiar de Roberto. Ya sería algo muy extraño que Roberto te cediera tu espacio sin ser familia pero muy curiosamente, apellidándote Moso. Y si Roberto dedica "La radio encendida" a Carmen "buena madre (o mujer) y mejor persona" podrías ser hija de Roberto y de Carmen. Pero está claro con lo que dice Susana sobre abrazo familiar.
Bueno, repito, me ha gustado tu análisis.
¡Bien Magali! La cara no es una parte cualquiera del cuerpo, es el lugar de la identidad, del yo y del inconsciente, de la expresión de emociones y sensaciones. El velo integral convierte a la persona (siempre mujer, no por casualidad) en un objeto neutro, carente de todo significado excepto que es una mujer, una mujer sometida, encerrada, anulada. Incluso si se lleva por decisión propia ha de prevalecer el derecho de los otros de ver la cara de la persona y notar que es eso: una persona.
Susana, muchísimas gracias por tu comentario.Me ha hecho muchísima ilusión, me agrada que te haya gustado mi artículo ya que tu opinión es muy valiosa para mí. Espero que todo te vaya genial, en mi familia nos acordamos mucho de ti. Un beso muy fuerte y espero verte pronto.
Eccemomo: Estoy completamente de acuerdo, mucha gente cree que los que tenemos esta visión del velo integral estamos en contra del multiculturalismo, pero no es así, esta crítica va más allá de eso, y me alegro mucho de que te haya gustado.
Antxon Rabella: Soy la hija de Roberto y muchas gracias por tus amabilísimas palabras, me alegro mucho de que te haya gustado mi análisis.
Un abrazo a los dos.
Querida Magali
Debido a un multiculturalismo mal entendido y a un difuso sentimiento de culpa europeo, los "progresistas" están siempre dispuestos a comprender y disculpar al islamismo radical pero lo cierto es que como dice Alain Finkielraut "el islamismo radical es una reacción no ante lo que Occidente tiene de opresivo sino ante lo que tiene de emancipador"
Enhorabuena por tu artículo
pedro
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