De una
forma sutil y casi imperceptible parece que nos vamos convirtiendo en uno de
esos capítulos terroríficos de la serie “Black Mirror” casi sin enterarnos. Hay
incluso quien se manifiesta feliz al respecto. Yo reconozco que, en algunos
aspectos, me pueden ser útiles, pero son muchos los expertos que advierten de
que el tiempo de exposición ante una pantalla no debe alargarse demasiado. Habrá
que ver cuantas de estas actividades se quedarán definitivamente a vivir con
nosotros cuando acabe esta pesadilla. La semana pasada participé desde la sala
de mi casa en la iniciativa “Getxoblog”. Me daban el premio SU por mi actividad
bloguera, algo que no me esperaba y me hizo ilusión. El acto, dadas las
circunstancias, tuvo que ser por videoconferencia y lamentablemente se vio
seriamente afectado por una serie de ataques que impidieron el normal
desarrollo. Mi intervención, entre otras, fue boicoteada con videos asquerositos y músicas
extrañas. Tengo que confesar que nunca había sentido de forma tan evidente un
ciberataque. Uno cree en su ignorancia que está bastante protegido con su
anti-virus y que, realmente, no tiene nada de interés para nadie y resulta que
el día menos pensado alguien te puede dar un disgusto de la manera más
inesperada porque esas pantallas que ocupan tanto espacio en tu vida, están al
alcance de quien quiera usarlas contra ti.
Empujado por ese hecho inquietante me
puse a buscar información. Resulta que el aumento exponencial del teletrabajo y
la escasa formación y concienciación de muchos usuarios han multiplicado las
amenazas en ciberseguridad. El Centro Avanzado de Operaciones de Seguridad
“Secure & IT” ha detectado hasta octubre más de 700.000 alertas, amenazas,
vulnerabilidades y ciberataques. El riesgo de un ciberataque en una empresa es
cada día más amplio. Las estadísticas señalan a España como el tercer país que
más ataques recibe del mundo, tras Estados Unidos y el Reino Unido. La situación
afecta de manera grave a las pymes y autónomos porque la capacidad de respuesta
aún es precaria. Según el citado centro seis de cada diez empresas no pueden
volver a iniciar la actividad empresarial tras sufrir un ciberataque. De hecho,
los costes para ‘solucionarlo’ son cuantiosos “la media de coste de un ciber
ataque es de 50.000 mil euros” una cantidad que puede quebrar cualquier
actividad empresarial. El número de ciberataques aumentó un 25% el año pasado y
la COVID-19 ha provocado un fuerte incremento de las amenazas este año. La
amenaza no viene solo de los llamados ciberdelincuentes, según este centro la
escasa formación y concienciación, los empleados descontentos, los errores
humanos, la falta de medidas técnicas, o el incumplimiento legal son factores
para tener muy en cuenta.
Un amigo me envía un meme de humor: “Lo bueno de tener más de cuarenta años es que hicimos todas nuestras estupideces antes de que existiera internet”. Justo cuando me estoy riendo, creo escuchar la voz de Siri: “Yo no estaría tan seguro” …
2 comentarios:
Ya estamos en Black mirror
Pues sí. Yo me siento a menudo como parte de la serie.
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