miércoles, 16 de marzo de 2022

JUKE BOX

 Gotzon Bastida.


Solo mucho más tarde nos enteramos de que aquello era una jukebox, para nosotros era una máquina de discos. Un robot prodigioso que no tenía ningún problema en mostrarte a través del cristal cómo lo hacía: el brazo desplazándose solemne hasta agarrar delicadamente el single seleccionado. Una vez atrapado, su arrastre a trompicones hasta el punto de reproducción. Un par de segundos más y la espiral girando ya a cuarenta y cinco revoluciones por minuto. Y por fin, el sonido. Aquello era pura magia. Pero era caro. Por eso, la máquina se pasaba muchísimo tiempo en silencio. Triste y sola, como el arpa de Bécquer, hasta que un corazón partido no podía evitar gravitar en círculos y caer en su órbita, rascarse el bolsillo, teclear la selección y al poco en el aire explotaba una canción horrenda que convertía a todos los presentes en víctimas de un sociópata sónico que ahí seguía aún, el muy cabrón, satisfecho y ondulante, las dos manos apoyadas en los extremos del ingenio, los ojos escudriñando de nuevo el listado de canciones para decidir cuál iba a ser su próximo golpe, ajeno del todo a los puñales que llovían sobre su espalda . Pero otras veces, ah, otras veces era bien distinto y una covacha triste habitada por futbolines y niñatos con acné volcánico se iluminaba con una buena canción. O un bar se sacudía la modorra.                                                                                                   Y así, en el caprichoso mundo de mi memoria, en la sala portugaluja de Desi sonará hasta el día del juicio final la maravillosa “Nutbush City Limits” de Ike & Tina Turner; y en otra sala, posterior y efímera, junto a la casa de mi amigo Flaki, será el Bangla Desh de Harrison; y en una extraña sala de Las Arenas hundida en el subsuelo rebotarán eternamente entre sus bajísimos techos los acordes del “Communication Breakdown” de Led Zeppelin, y en un bar frío y desapasionado que hacía esquina en la plaza de Santurce será el “Rock and roll” en dos partes de Gary Glitter, y…


2 comentarios:

Anónimo dijo...

Juke Box no, pero sí "Sinfonola", por la marca más conocida de este tipo de aparatos.

nineuk dijo...

Cierto . ;-)