La coreomanía, danzamanía, dancing mania, enfermedad del baile, manía de bailar o, popularmente, baile de San Vito, fue un fenómeno social que se produjo, sobre todo, en los países centroeuropeos entre los siglos XIV y XVII. Se trataba de personas bailando de manera irregular, a veces miles a la vez. Afectaba a hombres, mujeres y niños, que bailaban hasta que se derrumbaban de agotamiento. Uno de los primeros brotes importantes fue en Aquisgrán, Alemania, en 1374, y se extendió rápidamente por toda Europa; un brote particularmente notable se produjo en la epidemia de baile de 1518 en Estrasburgo.
Según la Wikipedia, afectó a miles de personas durante varios
siglos. No fue un hecho aislado y estuvo bien documentado por sus
contemporáneos. Fue, sin embargo, poco estudiada seriamente, y los diagnósticos
se basan en conjeturas. En general, había músicos que acompañaban a los bailarines, pero no siempre.
Algunas teorías proponen ciertos cultos
religiosos detrás de las procesiones de gente bailando para olvidar así la
pobreza del período. Otros, sin embargo, piensan que es una enfermedad
psicógena masiva en la que la aparición de los síntomas físicos similares, sin
causa física conocida, afecta a un gran grupo de personas que se van contagiando unos a otros.
Miles de personas bailando sin parar hasta
la extenuación sin causa aparente. Danzad danzad malditos… En este verano, con
este torbellino de guerras, subidas de precio desbocadas y COVID persistente
son miles los que se lanzan a bailar en festivales, verbenas y demás saraos con furia renovada. Un
día de estos lo mismo le cogemos gusto y recuperamos la coreomanía…. Todo es
ponerse.
3 comentarios:
“Y aquellos que fueron vistos bailando, fueron considerados locos por quienes no podían escuchar la música”.
Un Saludo desde las faldas del Serantes!
Esas faldas inspiradoras .
Esas faldas inspiradoras .
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