viernes, 11 de abril de 2025

LA BALLENA

 


 A pesar del tiempo desapacible con el que ha amanecido, la playa está repleta de curiosos. La noticia ha corrido por todo el pueblo desde la madrugada. Una ballena moribunda ha llegado hasta la playa de Atxabiribil.

- ¿Pero una ballena de verdad?

- Sí, sí, una de verdad, no como aquello que vimos hace años en la playa salvaje. Dicen que es un bicho enorme... Eso hay que verlo.

El cetáceo, de unos ocho metros de largo, ya no muestra signos de vida. Las olas van meciendo mansamente su cadáver. Entre la muchedumbre concentrada, algún madrugador asegura haberlo visto con vida...

- Antes movía la cola arriba y abajo, parecía que intentaba volver al mar, pero ahora...

Entre los asistentes, presuntos jubilados, familias ataviadas con vestimentas deportivas de moda, surfistas habituales; pequeños que corretean hacia la mole, mayores que los obligan a volver, algún periodista... Media docena de perros sueltos giran y ladran excitados por la presencia de ese bulto desconocido, otros tantos son sujetados con dificultad por sus dueños. Entre la ballena y la multitud se ha desplegado una cinta de seguridad. Dos chicas con chalecos amarillos advierten a gritos:

- No se acerquen, la marea está subiendo y el animal es muy pesado. Si se vuelca puede aplastar a alguien... Además, al parecer está enfermo, puede ser contagioso...

Las chicas pertenecen a una asociación de biólogos voluntarios para la protección de la fauna marina y parece que saben gestionar este tipo de situaciones. Sin embargo, un muchacho se desliza bajo la cinta y corre hacia la ballena para tocarla. Un vozarrón entre la multitud sentencia; "Hay que ser gilipollas". Smartphones y cámaras de fotos inmortalizan el momento.

-Aita, hil da balea?

Un niño de cuatro o cinco años que está a mi lado ha hecho la pregunta. Su padre, de aspecto bastante joven, está muy concentrado en su grabación

-Aita, hil da balea?

-Hala dirudi maitea...hilzorian edo hilda dago, bai...

- Eta zergatik hil da?

- Auskalo maitia. Neskari entzun diozu... beharbada gaixorik zegoelako... edo istripuren bat izan du...

El gesto del niño se descompone por momentos.

-Eta zergatik dago bakarrik? Baleak ez al du amatxorik?... Aita?

Pero ahora mismo la prioridad de su padre se centra en el magnífico vídeo que causará sensación en el grupo de whatsapp. El llanto compulsivo del chaval interrumpe su momento reportero...                    

-Baina laztana, zergatik egiten duzu negar?

Empujada por un violento golpe de mar, la ballena se ha volcado y muestra en su vientre unas líneas sanguinolentas. El padre intenta a la desesperada cambiar de estrategia:

-Ez egin negar, Erlantz, egia esan ez dakigu hilik ala bizirik dagoen. Oraintxe etorriko  dira albaitariak ospitalera eramateko...

- Baina beitu, odola dario... balea hil daaaaa...

- Ez egin negar, polit hori, balea zeruan dago  -se le escucha decir a una señora desde atrás-,

Consciente de que se ha convertido en el nuevo espectáculo el padre, nervioso, da por terminado el show y hasta el uso del euskera:

- ¿No decías que querías ver la ballena? ¿Te traigo y ahora te pones a llorar? Pues hala, "Pa casa", que es donde mejor estás. Joder.

La pareja se va dejando atrás un murmullo. Un cielo plúmbeo sirve de decorado ideal. Entre los comentarios abundan las tesis proto-ecologistas, parece necesario culpar a alguien de la triste escena. Se escucha la voz de una chica acusando "indudablemente" de la muerte de la ballena al plástico que abunda en los océanos. A otro tipo le parece "vergonzoso" dejar el cetáceo morir así "sin ningún tipo de asistencia". A lo lejos, los llantos del niño, que ahora son alaridos, añaden a la escena la banda sonora adecuada.

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