sábado, 3 de noviembre de 2007

PIRATERíA

No te lo vas a creer. Estaba yo sentado sólo en el cine, dispuesto a disfrutar de la gran pantalla, cuando proyectaron un cartelote intimidatorio : "Está prohibido grabar" -pero además- "Si observa a alguien con cámaras tiene la obligación de denunciarlo". Qué casualidad. De los miles de cines donde podría ocurrir, resulta que fue el mío el elegido. Dos butacas a mi derecha un tipo facineroso, con esa cara inconfundible de los amigos del mal, sacó un artefacto del bolsillo de su gabardina mientras dibujaba una torva sonrisa en su cara de granuja. Le recriminé su actitud pero no me hizo caso . Me obligó así a cumplir con mi deber de ciudadano. Aquel necio malhechor fue llevado por la oreja hasta los pies del acomodador que supo dar buena cuenta de semejante pájaro. Ahora ya se que la recaudación del cine está en los bolsillos adecuados y que el bien ha triunfado una vez más. Gracias, autoridades, por recordarme mi obligación de chivato. Hasta el infinito y más allaaaa!

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