Cuando el patito feo comprendió la inmensa suerte que tenía
de ser un hermoso cisne, se deslizó feliz sobre las aguas del estanque para
unirse a los suyos. Los altos bellos y agraciados miembros de la familia
Anatidae.
Tras la emoción de los primeros días, comenzó a rumiar una
obsesión: “Se van a cagar esos patos de
mierda”.
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