martes, 3 de marzo de 2020

MAQUINAS COMO NOSOTROS

Alan Turing con 16 años


Se dice a menudo que los avances en inteligencia artificial nos van a seguir sorprendiendo sin parar en los próximos años. Se dice que sus aplicaciones para la medicina, para el transporte, para la comunicación e incluso para combatir los efectos del cambio climático serán muy beneficiosos.
En la parte negativa, también dicen cosas, claro, el desarrollo de la inteligencia artificial aumentará el control sobre nuestras vidas, acabará con miles de puestos de trabajo y hará mucho más destructivas y crueles las guerras del futuro.
Se lo escuchaba decir a uno de los cerebros más brillantes en este campo; el algorteño Xabi Uribe-Etxebarria. En 2012, Xabi fundó la empresa “Sherpa A.I”, que actualmente es referente a nivel mundial en Inteligencia Artificial.  Según nos decía, los expertos en la materia datan para 2045 el llamado “punto de singularidad”.
Cito la Wikipedia: La “singularidad tecnológica” es el advenimiento hipotético de inteligencia artificial general (también conocida como «Strong A I.»). Esto supondría que la inteligencia artificial fuera capaz de mejorarse a sí misma.
Partiendo de esta premisa, el escritor Ian McEwan publicaba “Maquinas Como Nosotros” una interesante distopía con la inteligencia artificial como protagonista. El autor nos plantea una década de los setenta en la que AlanTuring sigue vivo. El que inventó la primera máquina precursora de los actuales ordenadores no se ha suicidado y sus investigaciones consiguen crear máquinas imposibles de distinguir, a primera vista de los seres humanos. Estas máquinas están conectadas en red y son más inteligentes que cualquier ser humano. El problema es que éticamente también nos superan , y es aquí donde surge el conflicto con sus creadores.
A diferencia de otras distopías, este trabajo no nos sitúa en el futuro sino en un pasado transformado. El mero hecho de que Turing haya podido seguir con sus investigaciones nos diseña un mundo bastante diferente. Los británicos pierden la guerra de las Malvinas y ni Lennon ni Kennedy son asesinados. Un libro escrito con trazo fino y sembrado de la mejor ironía . Un trabajo de los que generan más preguntas que respuestas. ¿Serán las máquinas capaces de escribir algo así algún día?

1 comentario:

Antxon Rabella dijo...
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