viernes, 16 de diciembre de 2016

PERFECTO



Algún día en algún lugar, ocurrió la siesta perfecta, el silbido perfecto.
El directo perfecto, la muerte perfecta, el poema perfecto, el sexo perfecto, la conferencia perfecta, el cuadro perfecto, la canción perfecta, el colocón perfecto.  La luna llena perfecta.  Y al final, todas esas perfecciones alcanzarán  el olvido perfecto.

2 comentarios:

Antxon Rabella dijo...


Que puede ser el más perfecto de los estados, porque si una llega al perfecto más allí, y tiene que soportar o enterarse que en el aquí le siguen recordando cada dos por tres y además tergiversando sus hechos y sus palabras antes de pasar a mejor (o no tan mejor) vida, la impotencia sentida podría llegar a ser perfecta, porque ¿quién dice que no existan los males perfectos? Uno puede encontrarse mal a la perfección.

Estoy delirando de una forma cercana a lo perfecto.

Antxon Rabella dijo...




Oye Roberto, el comentario anterior me lo ha dictado Lisergio que suele venir a mi casa a veces y anda, le ha dado por delirar, dictándome todo eso y quedando él impune de delirio (aunque tengo dudas de que lo que me ha dictado sea un deliro o una obra maestra).