jueves, 25 de diciembre de 2014

SOBRE LA AMISTAD

Los amigos que elegimos. Los que nos eligen. Los que surgen, impuestos de alguna manera, en la infancia. Los que vamos haciendo a medida que pasa la vida. Los que están vinculados a un tiempo concreto. Los amigos que se vuelven enemigos. Los que desaparecen de repente, los que se alejan con el paso del tiempo. Los que nos fallan. A los que fallamos. El amigo de nuestros amigos, que según el conocido dicho también son nuestros amigos. Y los supuestos amigos de la era digital: el “amigo” de Facebook, o cómo tener mil amigos sin necesidad de conocerlos. La amistad entre hombre y mujer, que algunos consideran imposible y que, desde luego, nunca existe tras el consabido “Te propongo que seamos buenos amigos”.

¿Quien no ha sufrido a cuenta de la amistad? ¿Hay alguien que no se haya preguntado alguna vez si tiene algún amigo de verdad?

Bon Scott quería llevarse al infierno con él a todos sus amigos en “Higway To Hell”.  Victor Manuel parecía tener claro quienes son amigos de verdad: “Nunca piden nada y siempre dan”. Xabier Lete  demostró en “Xalbadorren Heriotzean” cuan inspiradora puede ser la muerte de un amigo...

La amistad, como no, alimenta numerosos refranes. Abundan los que la asocian con el dinero y que podrían resumirse en éste: “Quien tiene dineros, tiene compañeros”.  Muchos otros vienen a relativizar la grandeza de la amistad: "Amigo bueno, sólo Dios del cielo", "Amigo del buen tiempo, múdase con el viento". No faltan los consejos, quizás porque la preocupación de los padres por las amistades de los hijos no es algo que empezara ayer mismo:  “Amigo que no presta, cuchillo que no corta, que se pierdan poco importa” , “Quien te visita en la boda y no en la enfermedad, no es amigo de verdad”. “Al buen amigo, corrígelo en secreto y lóalo en público” . Y sí, por supuesto, también están los que ensalzan su valor: “Amigo cabal, tesoro ideal”, “Mejor disfrutar de poco con amigo que de gran placer solo”. “Más vale amigo que pariente ni primo”. Y no me resisto a reproducir algunos ciertamente enigmáticos: “Quien presta a un amigo, compra un enemigo”, “En casa de tu enemigo, la mujer ten por amigo”, “Las pulgas no temen al amigo del perro”.

En política suele usarse aquello de “hay amigos, enemigos y compañeros de partido” sentencia que podría extenderse a una de nuestras más arraigadas instituciones, la cuadrilla, esa difusa amalgama donde conviven amigos íntimos con enemigos larvados, pactos secretos y escisiones, idilios y traiciones.

Estas fechas suelen ser dadas al reencuentro con viejos amigos. Los que viven fuera, los que dejamos en el país natal, los que te envían chistes al móvil, los que saludamos con alegría y los que preferiríamos no haber encontrado...

En cualquier caso yo creo en la amistad. Los amigos que he tenido me han ayudado a ser como soy y los que tengo son imprescindibles para hacer mi vida más habitable. El ensayista norteamericano Elbert Hubbard lo definió con acierto:  “El amigo es una persona que lo sabe todo de ti y a pesar de todo, te quiere”.

4 comentarios:

Mario dijo...

No hay amigos, ni enemigos, lucha abierta. Todos contra todos.

nineuk dijo...

Lucha necia...Un abrazo mario

susana dijo...

¡Cuenta conmigo!
Buen post, y abrazo a la family.

nineuk dijo...

Por supuesto. Lo mismo digo. Urte Berri On.