lunes, 29 de agosto de 2016

EL GRITO DE TROTSKY

Alain Delon y Richard Burton en un momento de la pelicula
"El asesinato de Trotsky"
Estamos en 1940. El ejercito de Hitler está a punto de entrar en París. Su campaña expansionista por Europa no hace mas que acumular éxitos militares sin apenas gastar munición.
El joven Jacques Mornard, de origen belga, pero criado en París, asiste a los acontecimientos con cierta preocupación. El no se siente en absoluto motivado para arrojarse a las trincheras a defender absolutamente nada. Jacques es un hombre de negocios perteneciente a la burguesía acomodada y no quiere ver truncadas todas sus ilusiones en un país de futuro incierto a punto de afrontar una mas que probable guerra.
Aunque nadie entiende muy bien que ha podido ver en ella, este joven y atildado varón corteja sin disimulo a una chica norteamericana de confesión trotskista llamada Sylvia Ageloff. Una vez comprometidos ambos saldrán de la capital francesa rumbo a América donde vivirán, entre  México y New York, lo que parece ser una bonita historia de amor. En la capital mexicana Sylvia visita con cierta asiduidad al exiliado Lev Davidovich Trotsky, convertido por sus escritos y actividades políticas en el enemigo número uno de Stalin, con quien compartió glorias revolucionarias en el pasado.
Además de dedicarse a los negocios, Jacques escribe también artículos de actualidad para la prensa, algunos de ellos de corte vagamente político. Gracias a los contactos de su novia, consigue que sea el mismísimo Trotsky quien se los corrija en un par de ocasiones.
Una historia normal, casi hasta vulgar, pero que esconde un trasfondo de auténtico horror: Jackes Mornard no es belga, sino catalán y su nombre es Ramón Mercader. Su idilio no es tal, se trata en realidad de un plan cocinado por los servicios secretos  soviéticos para ganarse la confianza de Trotsky y finalmente asesinarlo. Ramón fue captado por la inteligencia soviética en plena guerra civil española. Su perfil era perfecto: comunista sin fisuras obediente a los dictados de Moscú y con una terribles ganas de alcanzar la gloria.
El 20 de agosto de 1940 se consuma la tragedia. Ramón Mercader, que se ha ganado la confianza de todos los vigilantes, penetra con sus cuartillas en casa de la familia Trotsky, una auténtica fortaleza en pleno barrio de Coyoacán. Escondida en su gabardina lleva preparada su arma. Un piolet destinado a clavarse en la cabeza del revolucionario. Trotsky, según publicó la prensa de la época, estaba escribiendo anotaciones en el artículo de “Mornard” y recibió el impacto justo cuando se dio la vuelta para hacer un comentario.
Cuentan que Ramón Mercader jamás pudo quitarse de la cabeza el espantoso alarido proferido por Leiv Davidovich al recibir el impacto criminal.
El 21 de agosto de 1940, tras varias horas de agonía, el autor de “La Revolución Permanente”moría en un hospital mexicano. Ramón Mercader fue apresado y condenado a veinte años de prisión. Al terminar su condena, solo La Unión Soviética se avino a acogerle y años mas tarde se trasladó a Cuba. Así, pudo pasar los últimos años de su vida contemplando los paraísos por los que había luchado y se había convertido en un asesino.
La era estalinista se llevó por delante a veinte millones de personas. El sueño de muchos revolucionarios devino en una pesadilla. La lucha contra la desigualdad, sin embargo, sigue mas viva que nunca. ¿Seremos los humanos capaces de aprender de los errores del pasado?

        

4 comentarios:

Antxon Rabella dijo...

Roberto, en principio pense que hablabas de una peli, y me dije, ostia que me la esta expoillerand o, y eso no va con el. Veo que ocurrió. Bueno, en sus reflexiones tras micro relatos ni neuk se ha mostrado bastante pesimista al respecto de estas cosas, con lo que la pregunta podría ser una manera de ver como respira el personal.

Si nos fijamos en la historia desde luego de momento, lejos de aprender, vamos para atrás. No sé responder a esa pregunta. Ciñéndonos a la fría razón y la estadística la respuesta es NO. Lo que Stalin hacia se sigue haciendo por medio de las largas manos de la economía dominante, cuyas necesidades se tratan de satisfacer por encima de las desigualdades sociales o por encima de gente que termina muerta "colateral mente".

No se si aprenderemos. Habría que hacer un curso express global y bienintencionado para no irnos a pique,; y no solamente en el terreno de la desigualdad. Repito: ni idea. Habrá que esperar algún milagro ateo que diera la vuelta a esto. OJALÁ no solo aprendamos, sino reaccionemos. Pero...

Juli Gan dijo...

No me digas que han cogido a Ramón Mercader, un militante del PCE que hizo la guerra civil, y lo han convertido en belga. Ogh. Un chiste macabro: ¿Con cuántos años murió Trotsky?, con cincuenta años y pico.

nineuk dijo...

Antxon: Yo creo que ciertos grados de desigualdad van a existir siempre. Sin embargo, la que tenemos ahora (heredada de la que siempre ha estado ahí) supone una ridícula parte de la población mundial acumulando una inmensa parte de la riqueza. El problema es que en esa parte grande del iceberg, se muere de hambre, de guerras salvajes con niños soldado, de enfermedades que podrían curarse... Luchar contra eso es una cuestión de simple dignidad, pero la historia nos demuestra que algunos intentos importantes (como la revolución sovietica) pueden ofrecer un balance tan horrible o peor que lo que se pretendía resolver... ¿Esta esa lección aprendida? ¿Se traduce en las debidas medidas/clausulas de qué aspectos hay que evitar en las estrategias de lucha? ¿Y una vez alcanzado el poder? ¿nos hemos de resignar a que el comportamiento humano siempre tiende al abuso y a la acumulación?... en fin... to be continued.



Juli: No conocia el chiste. Cruel de collons... y politicamente incorrecto. Pero bueno.
Respecto al belga... El autor del libro "El Hombre que amaba a los perros", Leonardo Padura, que investigó durante años sobre el caso, dice que Trotsky estaba muy estrañado de que Jacquesd fuera belga. Le pilló en varios detalles al parecer... pero no los bastantes...

Antxon Rabella dijo...

Si es cierto, tantas letras lo dijeron "la historia es siempre la misma" Boss. "No hemos cambiado desde antiguos tiempos" o "los viejos miedos de siempre" de pink floy y otros, siempre referentes a guerras y desigualdades, pero es importante lo que apuntas. Nunca de la manera tan bestia como ahora. Le están llamando la tercera guerra mundial algunos.

Da la impresión de que nos está tocando presenciar la parte thriller y de suspense más caótica de la historia, en plan, ¿y esto quién lo frena? Yo creo que el problema no es tanto lo que el comportamiento humano posea de por sí. A veces pienso que para subir al poder hay que pasarse los principios (incluidos los derechos humanos) por donde sabemos y que por eso muy buena gente no lo quiere. No me gusta el PNV pero pienso que Ibarretxe fue una excepción, que se tuvo que largar escaldado.

Y nos cuentan que los gobiernos son vasallos de esas escasas manos que poseen cantidades criminales de dinero que evitarán, entre muchos ejemplos, fármacos muy beneficiosos en África. Y miles de cosas más. Ya sé que era obvio pero Rivera diciendo que no se les debía criminalizar.

Le pen, Trump huelen de lejos a totalitarismos que como bien dices, provocaron mayor barbarie que la que había que resolver. Ojalá ni nos dé tiempo a resignarnos y este precipicio pueda servir de algo para reaccionar. Muchas veces pienso que es demasiado tarde. Muchas veces pienso que la razón (que por no dibujarnos Disney, nos trae a la memoria cosas parecidas Auswitch no debe llamarse pesimista sino realista) dice que jumamos un partido muy difícil de resolver. Yo en parte pienso que ahora que estoy bien debo de unirme a los músicos del Titanic y cuando llegue lo que pudiera llegar...