Según entró en la cafetería, comprendí que
era el amor de mi vida. No hizo falta que me hablara ni que supiera nada en
absoluto sobre quién era. Algo había en aquella figura, en aquella mirada, en
aquella sonrisa que me decía, que me gritaba… soy para ti…
Bueno, pues así, hasta treinta veces en una
tarde.
3 comentarios:
Jaaajaja. Love is in the air, sobre todo si está cargado.
Enamoradizo el personaje?
¿Enamoradizo-a? ¿salido-a? ¿Condición humana?, no lo se. Seguro que el-ella tampoco ;-)
Publicar un comentario