Ya me voy, amigos. Aunque parece que llegué ayer mismo, ya
estoy en la recta final de mi vida. Como todos mis antecesores, a mí también me
ha llegado la hora de despedirme. Todos ustedes sabrán qué tal año he sido para
ustedes. Cada ser humano tiene sus circunstancias. Lo que para uno ha sido el
mejor periodo de su vida, para otro puede ser un desastre. Los años somos
buenos o malos, según quién los juzga. Para unos los recuerdos relacionados
conmigo serán inmejorables, otros preferirán olvidarse cuanto antes de mí. Qué
le vamos a hacer.
La historia dirá hasta qué punto va a tener importancia el
número que compongo. Yo ya no puedo hacer nada al respecto.
En estos doce meses, me ha dado tiempo a ver de todo. He
visto guerras, cómo no, en Siria y Yemen, entre otras, pero desgraciadamente,
llevan ya tanto tiempo que ya ni
aparecen en titulares . He visto el fuego en cientos de barricadas: en
Catalunya, en Hong-Kong, en Chile, en Bolivia, en Irak, en Irán, en Francia... por
una razón diferente en cada lugar, aunque, en todas partes, la libertad y la
justicia estén entre los objetivos.
Desgraciadamente, cuando se habla de mí, demasiadas veces
aparece la palabra amenaza.
Y no puedo negarlo. Hay sombras por todas partes:
una nueva crisis económica que va a empequeñecer a las anteriores; las
consecuencias desconocidas del brexit británico; la emergencia climática que ha
supuesto el calentamiento de nuestro planeta; el ascenso de los partidos de extrema
derecha en las democracias occidentales. Tras vivir dos elecciones generales,
España también ha entrado en la lista. Mientras
tanto los cadáveres de quienes huyen de la guerra y la miseria se pierden en el
mar. Me temo que por esto también me citarán en el futuro.
Pero también he dejado motivos para la esperanza. Estas han
sido fechas importantes en la lucha por la igualdad. He visto a mujeres en pie
reivindicando sus derechos en la calle, a veces incluso creando nuevas danzas
de guerra. A raíz de campañas como Mee-Too se han denunciado violencias y
abusos y la tendencia de la justicia ha sido mucho más clara a la hora de
castigar. He sido un año muy malo para violadores y abusadores.
En este tramo que está a punto de terminar he visto a miles
de jóvenes llenando las calles en varios países. Me recordarán por nombres como
Donald Trump, Nicolás Maduro, Jair Bonsonaro o Vladimir Putin, pero también por
otros como como Greta Thumberg o
Rosalía. Estas dos en áreas muy diferentes, pero creo que serán símbolos de una
nueva etapa. Greta ha conseguido el apoyo de muchos jóvenes de todo el mundo
para hacer frente a un problema que condicionará su futuro, y Rosalía ha logrado
un éxito extraordinario poniendo en marcha una carrera muy personal diseñada
por ella misma.
Para los ciudadanos vascos no he sido un año tan malo, al
menos en comparación con otros que queremos olvidar. Hemos sabido que la
corrupción es también nuestro problema, que es posible firmar acuerdos entre diferentes
y que tanto en el cine, como en la literatura y en la música, aun siendo un
pueblo pequeño, se puede hacer mucho
ruido.
Ya me voy, amigos. Con el paso del tiempo mis recuerdos se
perderán como lágrimas en la lluvia.
URTE BERRI ON.
3 comentarios:
Es una pena k tengas k marchar preo espero k nos volvamos haber k seguro k si rober x suerte o x desgracia eso k lo valoren otros pero para mi siempre y digo siempre es un gran placer
De momento, ya me han pasado dos veces el calendario de 1936 que tiene la misma estructura que el de este año, incluido el 29 de febrero. Y tal y como están en el congreso hoy, parece que muchos estén conspirando porque vaya a salir un gobierno del frente popular. ¡Qué mal rollo!
Ya te digo. A mí tambien me lo han mandado por triplicado. Algunos parece que tengan hasta ganas... En cuanto a Unknow... yo no me voy... solo 2019, que es el papel que adopto en el texto. Se agradece el comentario. Urte Berri On.
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