Documental de Mikel
Toral y Txutxi
Paredes en torno a los años de intensa industrialización en la ría de
Bilbao y alrededores. Testimonio de un tiempo en el que la siderurgia lo
condicionaba todo, para bien y para mal.
Más allá de la nostalgia y de la evocación curiosa de
aquellos paisajes y aquellas formas de vida, este documental y su potencia
evocadora nos obligan a repensarnos mejor en este inicio del siglo XXI, desde
la reflexión de lo que fuimos y la proyección coherente y solidaria con lo que
seremos y serán quienes vengan después. Es una reivindicación histórica de la
clase trabajadora que forma parte de la historia invisibilizada porque que sin
ellos y ellas difícilmente puede explicarse el presente y el futuro. Ni olvido,
ni mitificación nostálgica del pasado. Por el contrario, con propuestas como
este ‘La fábrica de mi padre’ proyectamos una mirada honesta hacia el pasado y
a la vez hacia el futuro, agradeciendo y reconociendo tanto trabajo y tanta
lucha. Porque con memoria sí hay rumbo cierto.
Imanol Larzábal, Oskorri y Zarama en la banda sonora.
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