Naomi Shemer |
El cinco de Mayo de 2005 el diario israelí 'Haaretz' divulgaba la increíble noticia: la compositora había admitido por escrito el plagio. En los años sesenta escuchó la canción vasca de boca de una folklorista israelí, Nehama Hendel, y la melodía reapareció en su vida cuando se la oyó cantar en euskera a Paco Ibáñez, en un programa nocturno de la televisión israelí.
"En el invierno de 1967, cuando estaba trabajando en la escritura de JERUSALEN DE ORO, la canción debió deslizarse dentro de mí inconscientemente", dice la compositora a su amigo. Shemer añade que "afortunadamente, una mano invisible me dictó varios cambios en el original", de manera que añadió "ocho notas nuevas que me conceden los derechos de mi versión, aunque todo fue, como he dicho, involuntariamente".
JERUSALÉN DE ORO se convirtió en el himno de la guerra de 1967. Todavía hoy se programa regularmente en las emisoras de radio y todos los israelíes la conocen de memoria. A su éxito contribuyó el conflicto bélico en el que Israel ocupó Cisjordania y Gaza, y especialmente la ciudad amurallada de Jerusalén. Este acontecimiento llevó a Shemer a introducir algunas pequeñas modificaciones en la letra.
En la carta a su amigo, la compositora le escribe: "Tú eres la única persona en el mundo -al margen de mi familia- que debe conocer la verdad sobre JERUSALÉN DE ORO, y ésta es la verdad". El plagio corresponde únicamente a la melodía, ya que las letras de ambas canciones no tienen nada que ver. La letra de Shemer relata de forma desgarrada la "milenaria añoranza de los judíos por Jerusalén", con descripciones de la Ciudad Santa donde, hasta entonces, los israelíes no podían entrar.
"Mi único consuelo es que me digo a mí misma que quizá la melodía fue compuesta por judíos convertidos por la fuerza al cristianismo durante la inquisición en España y Portugal, y todo lo que yo hice fue restaurarle su pasada gloria. Ahora, Guil, tú también conocer la verdad y te permito que la publiques". La canción fue un éxito en la interpretación de la cantante Shuli Natan. Pocos meses después del ser estrenada, fue elegida por los paracaidistas israelíes al entrar en la Ciudad Vieja de Jerusalem . A partir de ese momento se convirtió para los israelíes en todo un símbolo, incluso hubo peticiones en el Parlamento de que se convirtiera en el himno nacional. Si Xenpelar levantara la cabeza...
5 comentarios:
También, aparece en La lista de Schindler.
Curioso, ya que son hechos muy posteriores a la Alemania nazi los que narra...
Es curioso como puede viajar una melodía. Esta vez, como cuentas, fue Paco Ibáñez el que la llevó a Israel en los 60. La compositora del "Jerusalén de oro" negaba la apropiación en épocas en que se firmaban los derechos de autor, claro. No como en otras épocas, que todo se hacía "popular" y sin derechos. Un día estaba escuchando el Cascanueces de Tchaikovski y encontré el Satandantza de las pastorales de Zuberoa. Ni Tchaikovski ni zuberotarra, también es una canción infantil francesa "Bon voyage mnsr. Dumollet", y, por lo visto, el origen es inglés. Es flipante, ¿Verdad?
Mucho July. El caso más alucinante que conozco es el de "La Paloma" de Sebastian Iradier. Es popular en países de varuios continentes y todos la consideran suya. Existe un documental muy bueno al respecto.
Jesús Guridi que escribió la zarzuela'"el Caserío"ya metió esa canción en la zarzuela. . Podéis comprobarlo. Está en Youtube. Sobre los minutos 40 a 45. La historia que cuenta Paco Ibáñez parece cierta. Y aunque la canción es popular no se anónima.
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