martes, 31 de marzo de 2020

TODO HA PASADO DE MODA

Hace años, cuando apareció la primera televisión de pago, sopesaba yo con un amigo sobre si merecía la pena abonarse. Al fin y al cabo la mayor parte de la oferta consistía en películas y la programación ordinaria de las televisiones en abierto y tenía películas de sobra. Mi amigo, muy moderno el, argumentó algo que se me quedó grabado: “quiero ver en casa a gente que lleve los cuellos de las camisas como yo y no pasados de moda”.
En estos extraños días que estamos viviendo, vivo a menudo esa sensación de ver cosas “pasadas de moda” y no me refiero a aquellas que lo están por ser de hace unas décadas, sino a otras que constituían, hace nada , nuestra realidad cotidiana.
Todo lo que tiene que ver con el fútbol, la liga, la Champions y esa final de copa que tantas conversaciones y bromas producía, son ahora como de un universo paralelo. De pronto Messi, Muniain, Iñaki Williams, Yuri Berchiche parecen personajes casi de otra época. Veo series y películas recientes en alguna plataforma y me ocurre como cuando veía películas (muchas, por cierto) en las que aparecían las torres gemelas. Son de otra galaxia. ¿Que hace toda esa gente andando tranquilamente por la calle sin una barra de pan o un perro que lo justifique? ¿por qué se juntan tanto esos protagonistas e incluso –dios mio- se dan un beso en los morros?
Llevamos varios días en los que no he leído ni una sola vez el apellido Puigdemont. Me lo imagino perplejo en su actual morada. Pocos días después de sentirse estrella del rock en Perpignan ante una masa que ahora se nos antoja demasiado abundante y prieta, ya nadie habla de él. Y algo similar ocurrre con Greta Thumberg. Parece que el calentamiento global no merece ya ni una sola línea.       
Después tantos días de reclusión , ayer recibí un meme que no tenía nada que ver con la pandemia.  Me pareció un auténtico anacronismo. Era un buen chiste, hace solo un mes me habría hecho gracia, lo habría compartido incluso con otros amigos pero ayer...¿que pintaba ese chiste vetusto en mi móvil?  
Personalmente vivo en una paradoja constante. Me cansa y me agobia estar recibiendo constantemente noticias sobre el mismo tema , pero por otro lado, me cuesta evadirme con asuntos que no tengan nada que ver.
Ayer estuve hablando con unos amigos mexicanos. Resulta curioso lo sencillo que es ahora hacer una “videollamada” y las pocas veces que las hacemos. Hace tan solo un mes nuestras vidas podrían tener aspectos comunes –la edad , la convivencia, el trabajo- pero es que ahora nuestra principal preocupación es exactamente la misma: el bicho y sus presumibles consecuencias en nuestras vidas. Ellos viven en el otro extremo del mundo y , si embargo,  nuestra conversación fue similar a la que podría tener con mis vecinos. Cada vez cuesta más creer que todo volverá a ser igual que antes alguna vez. De pronto todo aquello, ha pasado de golpe de moda. Otras modas llegarán. No estoy muy seguro de cuánto me apetece conocerlas.

      

1 comentario:

Antxon Rabella dijo...

Esperemos que lo que venga después no sea demasiado malo y nos apetezca conocerlo pero como has dicho antes en las pandemias sale lo mejor y lo peor de nosotros...