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martes, 8 de julio de 2025

PUNK: SUENA COMO UN PUÑETAZO


 

Era una tarde lluviosa de 1979 y nuestro plan era ir a divertirnos a la discoteca “Vostok” de Portugalete (Bizkaia). Y allí nos plantamos los tres, Josu Expósto, Marilu y yo. Íbamos al “Vostok” porque ponían música cañera y hacían la vista gorda con el fumeteo variado. Ese modelo de discoteca era minoritario, las masas juveniles abarrotaban esas otras donde se bailaba música “disco” o se pedía baile cuando llegaban las lentas. En el “Vostok” solo se bailaba “a lo suelto” y cada cual interpretaba eso a su modo. A las discotecas convencionales solo íbamos en ocasiones puntuales, para ver conciertos como el de “Baron Rojo” en el “Aloha”, el de “Storm” en el “Young’s” o el de Moris en el “Delphos”. Pero aquel día Josu estaba rebotado. Había salido con ganas de quemarlo todo, y el “pinchadiscos” no quería pinchar a sus ídolos, le daban largas constantemente y su paciencia se estaba agotando.                                                                   

 -No nos pueden engañar así siempre tío, ¿Qué cojones es esto? ¿Otra vez la puta “Layla”deprimente esta? ¿Ya ves cuantos bailan con esto? La hippy esa divina que se ha terminado la caja de optalidones de su madre y el moscón de barbas que solo bailotea a su alrededor porque se ve a la legua que está al pille. Mira tío, para esto casi prefiero ir al “Galo’s” a bailar a Travolta o al “Volante”, que siempre hay hostias y es más divertido… ¿Qué ha pasado con este puto garito?Josu lo decía porque, tan solo un año antes el Vostok se había rendido al punk rock. De pronto eran habituales allí Ramones, Rezillos, Sex Pistols, Nina Hagen o The Clash. Los “pogos” y los bailes frenéticos se adueñaron de la sala por un fantástico periodo. Pero de un día para otro, como por arte de magia, el punk era ya pasado, o al menos eso se diría viendo aquel panorama.                                                         

Bien es verdad que, de la mano de aquella moda, los pacíficos y apalancantes porros habían sido sustituidos por sustancias más acelerantes. Los tumultos a la entrada y las visitas policiales se habían hecho habituales y, hartos de quejas vecinales, los dueños del local decidieron cortar por lo sano y volver a la “Steve Miller Band”, “Neil Young” y compañía. Aquello del “punk” fue arrinconado y, como mucho, podría sonar lo que ya todos llamaban “New Wave”, que era como una continuación, pero más asimilable: Elvis Costello, Blondie, Joe Jackson, Nacha Pop… los nombres que llenaban ahora “Tocata” el programa “pop” de la televisión pública que marcaba la pauta. Emulando a su querido Keith Moon, batería de “The Who”, Josu se puso hasta las trancas de ginebra (a pelo y sin hielo) y acabó vomitando en la esquina de un callejón cercano mientras se cagaba en todo lo imaginable. Marilu y yo decidimos acompañarlo hasta su casa en el monte Serantes, subiendo por escaleras irregulares y mal iluminadas que no terminaban nunca y acompañados de una banda sonora de perros excitados durante todo el recorrido.                       

Antes de entrar en su casa me lo soltó con una mezcla de pena y rabia: “El punk ha muerto, Rober, viva el punk vivo o muerto”. Allí mismo le oí decir esa frase que años más tarde cantara con sus Eskorbuto. El dichoso punk parecía seguir la misma suerte fugaz de aquel “Glam Rock” de algunos años atrás: Unos meses de portadas en las revistas de música, unos cuantos temas de éxito, media docena de artículos asustadizos en los suplementos dominicales y a otra cosa mariposa. La muerte de Sid Vicious, sospechoso a su vez de haber matado a su mujer, parecía el feo broche de roña para aquel movimiento.

Pero pocos años mas tarde, entrando ya en los ochenta, ,empezaron a ocurrir cosas. Aquella estética de los pelos de punta y las ropas rasgadas renacía con fuerza en espacios que ya no eran meramente musicales. Los hijos del Baby Boom, ahora veinteañeros teníamos ganas de protagonizar nuestro tiempo. De pronto empezó a hablarse de “arte punk”, de “cine punk”, de “literatura punk”, los movimientos squaters y anti-militaristas también se reivindicaban como tales. Nuevas bandas como UK Subs, GBH o Stiff Little Fingers tomaban el relevo y la onda expansiva se extendía a lo largo del globo de forma imparable. Esta nueva oleada llegaba con un lema fundacional que acabaría por convertirse en mantra: “Do It Yourself” (Hazlo tú mismo).                                                                                                             

En la Euskal Herria de los ochenta, azotada por una intensa conflictividad en varios frentes, el fenómeno cuajó con una fuerza inesperada. En abril de 1983 un grupo de chicas jovencísimas de Bilbao, la “Vulpes” protagonizan un escándalo sin precedentes en el panorama musical español. La emisión en un programa matutino de televisión de su tema “Me Gusta ser una Zorra” provoca una oleada de quejas y protestas airadas desde los sectores más rancios de la sociedad. La fiscalía general del Estado presenta una querella por escándalo público y el programa “caja de Ritmos” es retirado de la programación. El rock volvía a ser transgresor y lo hacía de la mano del punk. Aquello no fue sino la mecha que empezaba a arder. Llegaría después otro auténtico aluvión de bandas que arrastraron a miles de seguidores. Punk era sinónimo de desobediencia, de rebelión, de dedo corazón mostrado a todo lo carca, lo establecido, lo caduco. Fenómenos como Eskorbuto, a quienes se aplicó la ley anti-terrorista por el contenido de una maqueta, o Pussy Riots, encarceladas por realizar un acto de protesta en una iglesia rusa, muchos años después, seguían usando el término acuñado en un fanzine neoyorkino allá por el 76. De hecho, hoy en día la palabra “punk” sigue apareciendo de forma recurrente en todo tipo de artículos. ¡Quién lo iba a decir, querido Josu! 

Pero ¿Qué es en realidad eso del “punk”? ¿Qué lo une o lo separa de tantas otras corrientes rebeldes del pasado? ¿Cuánto tiene de moda? ¿Cuánto tiene de ideología? ¿Estamos hablando de una actitud, de un modo de vida, de una cultura? Han pasado los años suficientes para que estas y otras preguntas sean ahora objeto de estudio académico y de investigación científica. En esa labor de aportar luz y taquígrafos nos llega este pedazo de trabajo firmado por David Vila, que supone un trabajo serio -y a la vez tremendamente entretenido- para situar el fenómeno en sus términos precisos. 

 

domingo, 12 de enero de 2025

LAS VIDAS DE BRIAN

 


-..¿Qué quieres decir? —pregunté.

-Bueno, tenemos que hacer un disco nuevo, ya sabes.

—Tio, no lo entiendo - dije-. Acabo de leer en la prensa que vuestro nuevo cantante es Allan Fryer.

-Ah, no, no, no... Se han confundido, tío. Se han confundido del todo. Ni siquiera vino a la prueba.

Noté una gran tensión en el pecho.

—¿Me estás diciendo... que estoy en el grupo?

Apenas me salían las palabras.

—Bueno, ya sabes... —dijo Malcolm riéndose un poco, esquivando la pregunta.

Dios le bendiga, pero tenía tanto miedo de meter la pata como yo.

—Mira, Malcolm —dije, decidido a ser brutalmente sincero, eres un buen tío, me lo he pasado en grande contigo y con el grupo, pero me cuesta creer que todo esto vaya en serio. Así que voy a colgar el teléfono. Y si de verdad hablas en serio, por favor llámame en diez minutos y vuelve a darme esta noticia. Porque estoy muy confuso, y es como si estuviera soñando.

-Claro, Brian - dijo Malcolm, lo entiendo. Te llamo en diez minutos.

Clic.

Me había dejado helado. Me quedé sentado con la mirada perdida, contando los diez minutos más largos de mi vida. Si esto era cierto, significaba que todo por lo que había pasado en los últimos diez años había valido la pena. Saltar desde un avión para comprar un juego de voces. Renunciar a una buena carrera en Parsons por un grupo que no tuvo más que un éxito en el Top 10. Dejarme la piel en la carretera durante meses - no, años- seguidos. Caer en todas las trampas inventadas por la industria discográfica. Acabar tan arruinado que tuve que ir a juicio para que no me quitaran la casa. Ver cómo se desintegraba mi matrimonio. Volver a casa de mis padres. Aguantar a esos pomposos coordinadores de conciertos con sus normas y sus leyes y sus medidores de decibelios y sus tribunales disciplinarios...

—Hola, Brian, soy Malcolm de nuevo, ya he dicho que te iba a llamar. Mira, tenemos que irnos de Londres en una semana o dos para empezar a grabar el nuevo disco, así que necesitamos que bajes mañana al local de ensayo y empieces a prepararte. Si estás dispuesto..

—Entonces, ¿de verdad me habéis cogido? —pregunté-. ¿No voy a ser solo el cantante suplente o algo así?

Hubo una larga pausa. Malcolm respiró hondo.

—Bueno —dijo con un punto de malicia en la voz, como si disfrutara de tenerme en vilo. Siempre que tú quieras, colega.

Y de ese modo pasé de ser un instalador de techos de vinilo a ser el cantante de uno de los grupos más flipantes del mundo. Fue un momento... bastante increíble. De hecho, estaba paralizado.

—¿Brian? —dijo Malcolm al cabo de unos instantes— ¿Estás ahí?

-Sí —acerté a decir.

-¿Quieres entrar en el grupo?

=JODER, CLARO QUE SÍ! ¿Dónde hay que firmar?

-Sabes que te van a meter bastante caña, ¿verdad? Porque nuestro grupo... es muy odiado. Por los críticos. Por el establishment. Y a los fans les va a llevar un tiempo hacerse a la idea. ¿Estás seguro de que podrás aguantar toda esa presión, Jonna?

-No -dije sonriendo, pero ia quién coro le importa? Estoy en el grupo.


(Brian Johnson, “Las Vidas de Brian)

martes, 1 de diciembre de 2015

SOSTIENE RICHARDS

Keith Richards & John Lee Hooker
Sostiene Richards que lo de sus cambios de sangre en Suiza es una leyenda urbana. Un día se le ocurrió gastar esa broma a unos periodistas y hasta hoy.
Sostiene Richards que no esnifó las cenizas de su padre. Las usó para nutrir un roble, aunque eso sí, en el proceso quedaron unos restos en su mano y -casi mecanicamente- las dirigió hacia un orificio nasal.
Sostiene Richards que  tampoco se cayó de ninguna palmera. Era un arbusto en el que se había acomodado cuando le llamaron para comer. Al bajarse se le resbalaron las manos en una rama y cayó dándose un fuerte golpe en la cabeza (que acabó llevándole al quirófano).
Sostiene Richards que el nombre Rolling Stones fue puesto al vuelo. El dueño de un club al que llamaron para tocar preguntó por el nombre del grupo y Brian Jones, agarrando el primer disco que tenía a mano enunció la primera canción que figuraba en el mismo...
Sostiene Richards que aquellos primeros Stones eran una especie de misioneros. Su meta era predicar el Rithm&Blues por Londres y su sueño grabar un disco. Para cuando quisieron darse cuenta un ejercito de chicas enloquecidas les estaban persiguiendo por las calles, llegando a hacerles temer por su integridad física.
Sostiene Richards que Brian Jones no digirió bien la fama. Se convirtió en un gilipollas insoportable y poco a poco el ácido y su falta de disciplina lo fueron alejando de la banda.
Sostiene Richards que la relación entre Brian Jones y Anita Pallemberg (a la que describe como la gran musa de aquellos años) era tormentosa y violenta. En un viaje de los tres a Marruecos Brian acabó en el hospital y el se lio con Anita; "era inevitable". Aunque no se muestra tan comprensivo cuando ella tuvo un lio con Mick Jagger durante el rodaje del filme "Performace".
Sostiene Richards que de pequeño era el "canijo" de la clase y como consecuencia, cada dos por tres le daban palizas. Tuvo que buscarse la vida para sobrevivir en un ambiente tan hostil y eso marcó su caracter.
Sostiene Richards que lleva treinta años sin chutarse y que la heroina es "la seductora más hija de puta" que existe.
Sostiene también que Mick Jagger ha cambiado mucho y que a menudo se comporta como una diva , se convierte en "Brenda". A Jagger y a Bill Wyman los describe como auténticos depredadores sexuales. Para sí mismo dibuja un perfil mucho más dulce en su trato con las mujeres, con las que nunca ha buscado batir records.
Estas y otras muchas cosas sostiene Keith Richards en su autobiografía. La historia de un chico que soñaba con tocar la música de negros americanos que escuchaba en la radio y para cuando quiso enterarse, estaba tocando con ellos.  La historia alucinante de un grupo que pasó de malvivir en clubs de mala muerte a llenar grandes recintos en el plazo de dos años y que han alargado su leyenda hasta el día de hoy, cuando ya rebasan los setenta.
El libro se llama "Vida", sin mas y es que relata una vida realmente intensa. La locura psicodelica de los sesenta. El sueño hippie convertido en pesadilla. Cómo sobrevivir airosos al punk y a la musica disco y todo ello con un hilo conductor fundamental: el amor a la música y en particular a la guitarra, algo que rara vez se plasma en los "biopics" (donde las canciones parece que se hacen solas) y que en cambio ocupa buena parte de las lineas más apasionadas del libro.
Keith acaba de publicar otro disco. Como él mismo dice, a los negros nadie les pide que se retiren del Blues así que...lo tomas o lo dejas baby.  Aunque desmienta una por una todas las fábulas que le acompañan, le encanta ese personaje que él ha diseñado para sí mismo. En el fondo le encanta su fama de canalla y que todos digamos al verlo "Menudo pedazo de cabrón el Keith"
     

martes, 29 de julio de 2014

LA LLUVIA DEL TIEMPO

Con Jaime Bayly me pasa un poco como con Woody Allen. No tengo muy claro que ellos me gusten, pero sus obras me interesan y las sigo. Siempre hay algo que me resulta interesante en ellas.
Las novelas de este peruano son siempre directas, plagadas de diálogos e inclementes con su país, que indefectiblemente es retratado como un nido de corruptos donde impera la ley del mas sinvergüenza. Tienen también mucho mucho sexo, en todas formas y colores, aunque a menudo esto no significa precisamente que se trate de literatura erótica. En "La Lluvia del Tiempo", su último libro, basado en hechos reales, las escenas con carga sexual, especialmente las heterosexuales, tienden a ser casposas, sudorosas, abusivas, feas.
Jaime Bayly
En este trabajo Bayly retrata una sociedad de oportunistas que hacen carrera política, periodistas que pagan caro no plegarse a las órdenes de sus jefes-empresarios, los cuales  besan a su vez las alfombras por donde pasan políticos sin escrúpulos. ¿Las mujeres? o bien son arpías que se aferran al poder de sus cónyuges o bien son puritanas emputecidas por las circunstancias y finalmente víctimas propiciatorias.
Dicho todo esto también conviene aclarar que Jaime Bayly cuenta con un arma muy eficaz para hacerlo todo digerible: el humor. El uso constante pero bien dosificado del habla más popular, hace que la risa se te escape sin querer cada poco tiempo. Muchos de los tacos son desconocidos por aquí, pero eso, lejos de hacerlos incomprensibles, los convierten en una bomba. ¡Una bomba que te estalla en el poto!
       



  

sábado, 28 de julio de 2012

CLARKE STREET 64

Andrew Holmes
Ahora que Londres brilla en esplendores olímpicos y su conservador gobierno trata de convencer a dinerolandia sobre lo próspero y sostenible de todo lo construido, llega a mis manos esta novela ácida y cargada de maldad sobre la vida en los extrarradios de la capital "in" de Europa. Me dejé seducir por las comparaciones que me vendían en el fajín: Martin Amis, Nick Hornby. Era un buen reclamo, aunque Andrew Holmes me ha resultado bastante más inquietante que los dos anteriores. Clarke Street 64 nos permite una visita guiada, no exenta de sobresaltos por ese otro Londres donde tu vecino acecha para levantarte hasta el microondas. Un lugar donde reina la picaresca, la corrupción policial, los reyezuelos del crimen semi-protegidos por la ley y legiones de jovenzuelos granujientos que sueñan con ser auténticos rastafaris. Reconozco que por primera vez en mucho tiempo, tenía que coger fuerzas para reanudar la lectura. Los dos "perdedores" que protagonizan la trama están tan puteados que a veces hay que apartar la cara del libro para que no te salpique una hostia. Además el hilo argumental se basa en el secuestro de un niño, lo cual, resulta a menudo muy indigesto de leer. Finalmente merece la pena llegar hasta el final. Sobre todo si eres, como yo, partidario de finales rotundos (a lo AC/DC) y no de menifluos "fade outs".

martes, 28 de febrero de 2012

EL TIEMPO ES UN CANALLA

Hay libros que gustan y libros que disgustan, otros simplemente entretienen y algunos, muy pocos, marcan. Eso me ha ocurrido a mí con El Tiempo es un canalla (Minúscula). Uno de esos textos sorprendentes, con mucho mar de fondo. Una historia con constantes alternativas espacio-temporales que apela a la inteligencia del lector como cómplice y te deja la inequívoca sensación de haber leído algo necesario, una historia de las que huelen a signo de los tiempos, y sabes que disfrutarás aun más en una segunda lectura, y en ello estamos.

Jennifer Egan

Los personajes de esta historia, como en la vida misma suben y bajan, conocen glorias y penurias y su trayectoria, nunca es previsible. Su autora ha sido ya incluida en la lista de los personajes más influyentes de Estados Unidos y la HBO prepara su adaptación televisiva.
La estadounidense Jennifer Egan (Chicago, 1962) ganó el premio Pulitzer 2011 con esta novela. Egan es una escritora y ensayista de enorme prestigio (ha aparecido en la lista de las personas mas influyentes de su pais) y publica habitualmente relatos en medios como The New Yorker, Harper’s y McSweeney’s. Su producción comprende cuatro novelas y un libro de relatos. "El tiempo es un canalla" cuenta la historia de un ejecutivo de la industria discográfica, Bennie Salazar, que fue en su juventud miembro de una banda punk y que bebe polvo de oro con café para tratar de combatir su disfunción erectil. A su vera está Sasha, su asistente, una cleptómana incorregible que teje jerséis de vivos colores para intentar controlar la ansiedad. También hay una relaciones públicas de moral dudosa y un periodista que estuvo en prisión por abusar de una estrella de cine adolescente y esto solo es una pequeña parte. A su alrededor mucha música, en una historia que comienza en los sesenta y que llega hasta el futuro en un 2020 tan creíble como inquietante.




sábado, 27 de noviembre de 2010

NICK HORNBY: JULIET DESNUDA

Es difícil que Nick Hornby se interesara por esta reseña sobre su obra, publicada en castellano en un modesto blog. Sin embargo, si el ego, la curiosidad o un afán desmedido de conocer la repercusión de su obra le hicieran llegar hasta aquí y el tío decidiera mandarme unas líneas... hostias, estaríamos cerca del planteamiento de su última novela: JULIET DESNUDA
Yo no me atrevería a llamarme a mí mismo "Hornbytólogo" pero desde el día en que Bruno Pekín me pasó su primera novela (que grande es tener amigos que te conozcan tan bien) he ido rastreando toda su obra con la misma o similar pasión que ofrece Duncan, uno de los protagonistas, a su ídolo musical retirado, un tal Tucker Crow.
Hornby se rie de la mitomanía, retrata una Inglaterra que huele a formol, desconfía de los "inquebrantables" lazos de la sangre y de los finales felices pero en todos estos aspectos, al final, se impone la visión piadosa de quien se esfuerza en equilibrar su cabeza y su corazón.
No se si será por cuestiones generacionales o vivenciales o literarias o de todo un poco, pero en Hornby, hasta en los títulos más precarios, siempre tengo algún referente de reflexión sobre temas que me interesan.
Me quito la boina ante "Juliet Naked", si señor... y ahora me doy cuenta de que hago lo mismo que Duncan... aunque no exactamente... bueno. me lo he pasado de puta madre leyendo esta historia. Que lo sepas.

lunes, 24 de mayo de 2010

HISTORIA UNIVERSAL DE LOS HOMBRES GATO

Olariz está cerca de Obaba pero no se parecen demasiado. Olariz conserva algunos términos de origen euskaldún pero son ya como fósiles de una época pasada. Claro que no hay que fiarse, quien aparece como ecologista medio hippie proclamando la reeuskaldunización y la vigencia del término “Olartitz” puede reaparecer como policía foral, de la misma forma que los “rojos” pueden reaparecer como requetés y el párroco puede ser ladrón de antiguedades y pervertido.
Fernando Amescoate Ulíbarri hijo del pueblo,  narra en primera persona las peripecias de este recóndito lugar, con 14 habitantes, que viven anclados a un modo de vida condenado a desaparecer. La muerte violenta y en extrañas circunstancias es una constante en este idílico paraje. Todos allí saben cuando alguien va a morir. Incluidos los omnipresentes gatos, que siempre están dispuestos a lamer la sangre del cadáver.
Josu Arteaga, periodista, escritor y director de cortos de Mondragón, acaba de publicar en la editorial Alberdania su primera novela: “Historia Universal de los Hombre Gato”. Hablamos de un relato crudo, a veces sórdido, nada complaciente y con unos perfiles que nunca son lo que parecen. Si alguien busca aquí Arcadias, se encontrará arcadas.

Si te interesa la entrevista que le hice en Radio Euskadi , la tienes aquí

viernes, 23 de abril de 2010

AGUA PARA LOS MUERTOS


Aprovechando que hoy es el Día del Libro os adjunto este texto que incluí en el último libro en el que he tomado parte. Es el epílogo de "Agua Para Los Muertos" de Beñat Arginzoniz. Acabo de ver que han publicado ya la segunda edición. Zorionak, por la noticia y porque hoy es San Jorge, Santurtziko Patroia!


Allí estábamos cuatro gatos. Así de claro.Aunque la blogosfera y varias redes sociales habían extendido la noticia y no eran pocos los que anunciaban su presencia, a la hora de la verdad, la “inauguración” del monumento a Iosu Expósito en Santurtzi se realizaba entre unos pocos, muy pocos amigos. Allí estábamos una docena de fieles entre los que se encontraban, como no, los promotores del acto: Jabi Subversión, su hermana Irantzu (DCA)y Meri (entre otros).

Era Septiembre del 2008, sábado por la tarde y el barrio de Mamariga, casualmente, celebraba sus fiestas. Desde días atrás, el extraño monumento estaba ya (aunque tapado con una lona) atornillado en el enorme muro que abre el camino a Vallejo, una barriada de casas humildes que van trepando por la ladera del monte Serantes. En una de ellas nació y creció Iosu Expósito, con una vista imponente que abarca las dos márgenes del Nervión hasta Bilbao, presidida por el “orgulloso puente colgante”.

Solo unos meses antes, el festival en homenaje a Iosu, organizado también por ellos había sido un éxito rotundo. Llegaron al barrio de Kabiezes, provenientes de los confines más inesperados, riadas de personas. Aunque la prensa mayoritaria y la televisión apenas lo habían reseñado , la noticia se extendió como la pólvora durante meses y en aquellos días de junio, el pueblo se llenó de crestas y chupas de cuero... Era una especie de Woodstock punkie que alarmó a los espíritus más timoratos del lugar. Desde el ayuntamiento, augurando lo peor, tomaron la decisión de alejar el festival del centro de Santurtzi. Una colorista masa de jóvenes de variadas edades subía por la cuesta en busca del valle encantado. Allí, en las estribaciones del monte Serantes, pero más cerca del territorio Juanma Eskorbuto que del de Iosu, se situaba el escenario, con una enorme pantalla al fondo y una txozna que muy pronto se mostró incapaz de abastecer a tanta garganta seca.

El espectáculo se celebró sin mayores incidentes y todos los que allí estuvimos lo recordamos como algo grande y emotivo.

La consecuencia de todo aquello era la estatua a Iosu, un viejo sueño de Jabi que se hizo realidad unos meses más tarde. Por supuesto ninguna autoridad acudió y no solo eso, el mismo día del acto Jabi tuvo pelearse con todo quisque en el ayuntamiento para que retiraran los coches del lugar condición imprescindible para poder trabajar el mural (les “amenazó” con unas cámaras de ETB que tampoco aparecieron) .

El acto inaugural era , ya de por sí, un tanto indefinido. Unos grafiteros reclutados para la ocasión se afanaban en plasmar sobre aquella fea pared de hormigón un mural donde desatacaban la cara de Iosu y una enorme calavera.

No había mas que escuchar la música que eligieron como fondo para intuir, que a ellos, Eskorbuto, ni fu ni fa.

Justo enfrente de esa escena, se encuentra un bar de esos que ya solo resisten en los barrios: poteadores, fotos de fútbol, enormes ensaladeras de cristal con aceitunas. El dueño andaba mosca: “Pues han estado preguntando toda la semana a ver quien era el del busto tapado...yo no tenía ni idea”...

La escultura en cuestión es una crestada cabeza de “punkie” que surge de la pared junto a un puño que parece también haberla atravesado con rabia. Cuando se publicó en la página de Subversión X fueron muchos los que la criticaron. En general se le achacaba que ese “no es Iosu” y que Iosu “nunca llevó cresta”. A mí me gusta. Solo de imaginar un busto real con la cara del pobre Iosu me tiemblan las carnes. La opción de Juanjo Egizabal, mucho mas abierta y cargada de simbolismo, me parece mucho mejor. Abarca además a toda una actitud, lo cual, estoy convencido, sería del gusto de Iosu.

Tras unos cuantos viajes al bar y algunas fotos, me decido a dar un garbeo por el barrio a mi aire. Solo con doblar un par de esquinas se me aparece otro Mamariga: festivo, colorista, folklórico... por lo que me explica algún viejo conocido se ha celebrado un simulacro de “boda vasca” tradicional y ahora todos los participantes bajan en comitiva. Reconozco a varios compañeros de clase, a mi vieja amiga Karmele a la que abrazo (años sin verla) y a un antiguo vecino que porta una enorme ikurriña. “Pero Roberto ¿qué aparición es esta? ¿de donde coño sales?” .Cuando le explico mi presencia allí arruga la nariz y aventura una explicación: “bueno claro, tu estás en ese mundillo ¿no?” Pues no, no se en qué coño de “mundillo” puedo estar yo pero estoy allí por amistad y por reconocimiento. Simplemente. ¿Es tan raro?

Lo que me está diciendo aquel tiarrón disfrazado de arrantzale, es que Iosu era un drogadicto y los que le homenajean también, y que solo por alguna cuestión social me podía ver a mí en eso.

Terminada la bajada, algunos jóvenes, vecinos de la zona, se acercan por allí. No muchos ni mucho tiempo. Sus ropajes de zarzuela de Sorozábal no acaban de casar con el paisaje .

Y es que en realidad Iosu, al igual que Jabi son productos de ese barrio sí, pero ninguno de los dos se han plegado al gregario pensamiento único que les imponía tal circustancia.

Aunque el ayuntamiento acabara por ceder a financiar el festival y permitiera (solo eso) que el monumento se erigiera en ese muro... lo cierto es que ni Iosu ni Eskorbuto son aun reconocidos como “orgullos del pueblo” aunque eso si, tantos años después de su muerte, ya empieza a haber una generación en el poder, que comprende la alucinante dimensión internacional que han alcanzado y temen hacer el ridículo.

Justo al lado del bar se encuentra también, en ese recóndito rincón urbano, el estudio de grabación de Tontxu, nuestro guitarra. He vuelto por allí en varias ocasiones y el dueño del bar me habla ya de otras cosas: “Joder, no hay semana que no venga alguien preguntando por el Iosu, ya me he hecho experto, joder, me paso el día haciéndome fotos con rockeros , hasta de Italia han venido”.

Poco a poco las cosas van cambiando. Hace unos años, desde el ayuntamiento, a Jabi (con b, porque así lo eligió él) le dijeron aquello de “cómo vamos a hacer un homenaje a un yonki”. Ahora el trabajo y la perseverancia han dado sus frutos.

Este estilo de actuar, aprendido en buena medida en sus andanzas con Iosu, ha influido también en su modo de llevar su banda: Subversión X, un grupo que ha conseguido a base de muchos sudores hacerse con una nutrida discografía y con unos abundantes y entusiastas seguidores. En aquel concierto de Kabiezes tuve ocasión de comprobar el alto nivel que han alcanzado en un directo demoledor que no decae ni por un instante.

Por suerte, amigos, en cada barrio, en cada pueblo, en cada nación... sigue aún habiendo quien se revela contra el pensamiento oficial, las tradiciones gregarizadoras y la cultura como pesada losa heredada.

Eskerrik Asko Jabi , eskerrik Asko demeciales chicos/as acelerados/as.

miércoles, 1 de julio de 2009

THANK YOU AGAIN NICK



"Todo Por Una Chica" es la última novela de Nick Hornby. En realidad lo digo para que sepamos a qué libro me refiero ya que no es ni título original ni traducción aproximada. No sería la primera vez que la traducción espantosa de un título de Nick Hornby acaba cambiando tras su paso por el cine (si no estás atento te puedes encontrar con que ya has leído esa novela). En fin.
En este caso es doblemente grave porque traducir SLAM por "Todo por Una Chica" se puede comprender aduciendo razones comerciales , pero al leer la historia no puedes por menos que dudar de la catadura de quien haya tenido la idea. Nos habla -en líneas muy generales- de un quinceañero cuya vida se convierte en un gran problema tras dejar embarazada a su chica -que decide además tener el niño- , vamos, que lo de "Todo Por Una Chica" se puede interpretar como "menudo marrón por culpa de una chica"... que alguien se lo diga a Nick, please.
Comprendo que lo dicho hasta ahora no anime demasiado a la lectura.
Podría interpretarse, con razón, que es un libro para público "juvenil" con poco que aportar a quien no esté interesado en una trama tan antigua como repetida. Pero claro, en la mera descripción de la trama faltan los sentimientos y esto que digo, es una reflexión también sacada del libro.
Así que no te cuento más sobre el argumento. Sí te diré que Hornby vuelve a demostrar que es mejor que sus múltiples imitadores, que consigue sorprender con recursos inesperados y que, de nuevo, (y me la cojo con papel de fumar para decirlo)sirve de referente para el lector masculino y desde luego para el femenino que quiera conocernos. Bien, no se puede generalizar, pero mi impresión es que muchas de las reflexiones del protagonista, dejando a un lado su edad, son a menudo esas que muchos hombres no logramos verbalizar porque parecen inconfesables, pero están ahí, forman parte de la lógica del comportamiento humano, aunque no sean "sentimetalmente correctas". Es una historia entretenida, bien contada y plagada de momentos divertidos. Cuenta con un desarrollo convincente y un final original pero no feliz (Tras "Alta Fidelidad" debió de decidir que ese era el último happy end de su carrera). Tambien , a pesar de lo dicho, hay algunos detalles que no me gustan. Hornby nos presenta a un bebé que bien podría ser un muñeco. Hasta el más capullo de los hombres babea ate las gracias de su recién nacido. Tampoco la fase de amor loco por la chica me resulta muy creíble. No acabas de ver porqué el chico flipa tanto con ella si al final la describe como una chica muy bonita pero no demasiado inteligente que quiere ser "modelo". Dicho sea para matizar lo que pudiera parecer la opinión de un fan. Fan sí, pero no incondicional.

martes, 20 de enero de 2009

LA MARAVILLOSA VIDA BREVE DE ÓSCAR WAO


Esta vez os voy a hablar de un libro. Aunque no soy el lector intensivo que me gustaría, si tengo cerca otros que saben aconsejarme y dan a menudo en el clavo (a sus pies señor Pekín). El título que preside este comentario, firmado por Junot Díaz (Dominicano de nacimiento aunque yanki desde los nueve años), ha conseguido de nuevo ese prodigio que espero, me siga ocurriendo durante el resto de mi vida: me ha revuelto las tripas. Podría decirse que la expresión denota más bien asco que placer, pero realmente, prefiero no corregirla porque aunque imprecisa (en realidad el libro me ha renovado el placer por la lectura), sí hay algo de eso, me explico.
El protagonista de la historia es un gordo "nerd" de origen dominicano negado para todo excepto para devorar ciencia-ficción. Su vida, como la de toda su familia está marcada por el fukú, la maldición que "el almirante" introdujo en el nuevo mundo junto al "descubrimiento" (no escribiré su nombre, por si acaso). Con estas premisas el autor nos conduce a gran velocidad narrativa por una historia que va y vuelve vertiginosa desde la isla hasta New Jersey viajando en el espacio y en el tiempo con un estilo engañosamente sencillo que rompe reglas sin ninguna impostación, o al menos, sin aparentes pretensiones "cool". Hay tanto ritmo y tanta frescura en sus párrafos que cuando llegan las pesadillas, en efecto, las tripas se te revuelven sin haberte dado tiempo a tomar la medicina.
Estoy hablando de todo un premio pulitzer, escrito originalmente en inglés, aunque trufado de expresiones en castellano. La traducción de la cubana Achy Obejas (sí con b)me ha resultado tan convincente que casi pierdo una apuesta al respecto.
Es una fokin gozada bros.

miércoles, 3 de diciembre de 2008

LLUVIA, HIERRO Y ROCK & ROLL



"Lluvia, Hierro y Rock&Roll" es un recorrido a través de la historia del rock bilbaíno, comenzando a finales de la década de los 50 hasta llegar al año 2008. Un viaje en el tiempo que nos acerca a los grupos, los discos, los programas de radio, las drogas, los fanzines, las revistas y los conciertos. Desde Platero y Tú, Los Mitos y Dinamita Pa' Los Pollos, hasta Fito y Los Fitipaldis, Atom Rhumba y Eskorbuto. Compuesto a partir de más de 150 entrevistas realizadas a músicos, promotores, aficionados y periodistas, (incluido el autor de este blog) el libro está ilustrado con más de 400 fotografías, carteles y entradas de conciertos .Especialmente emotivas me han resultado las opiniones recogidas a Kike Turmix y a Seni López que nos han abandonado durante el largo periodo de gestación de un libro que ha superado al propio autor. Según confesaba ayer en una entrevista concedida a Radio Euskadi, cada nuevo interlocutor con el que hablaba le iba abriendo nuevas betas por tratar, de forma que el libro crecía constantemente fuera de su control. Es la razón por la cual se ha ido alargando a traves de los años su publicación.Estamos ante un curro intenso, detallado y repleto de vida al que sólo le falta el disco.
Precio: 25 euros
PUNTOS DE VENTA.Bilbao: bar muga, street warriors, discos bolan, power records, gatazka gunea y anti liburudenda.Barakaldo: gong discos (max center) y from hell. (www.fromhell.es)Getxo - Leioa: gong discos (centro comercial artea) y brixton denda (romo).venta por correo: munsterama shop@munsterama.com www.munsterama.comtel.: 946087869 / 695786632
MAS INFORMACIÓN EN:Tel.: 616.818.860 (ALVARO) www.myspace.com/historiarockbilbaohistoriarockbilbao@gmail.com

jueves, 6 de noviembre de 2008

"EL PERRO QUE ESCRIBÍA SU NOMBRE SOBRE LA NIEVE"


Hoy presento un libro y lo hago porque me ha gustado. Oscar Losa Vega compartió conmigo jornadas de “Taller de Literatura” universitario y aunque todo lo que allí ocurría podría habernos disuadido definitivamente de ejercer la escritura , lo cierto es tanto él como yo, nos hemos recuperado del susto muchos años después y al final nos hemos animado a juntar letras con la esperanza de que le interesen a alguien.
Cuando tu primer libro lo publicas superada la cincuentena, es muy probable que contenga mucha vida y este es el caso. Oscar te manda al trópico y cuando empiezas a sudar estás en el Himalaya. Cuando piensas que los espacios abiertos son un hilo conductor te manda a espacios opresivos del Madrid competitivo y cuando parece que el triunfo del amor se impone en sus textos, van y se tiran los trastos a la cabeza.
“El perro que Escribía su nombre Sobre la Nieve” (Tantín Ediciones) es un libro de relatos que huyen de la pretenciosidad formal (el temible “observad que frases construyo” habitual en las óperas primas) y van directos al estómago. Historias con mucha actualidad, tierna ironia (a veces trasnformada en carcajada) y muchos referentes comunes para los hijos de los sesenta.

lunes, 15 de septiembre de 2008

PÉGATE UN TIRO PARA SOBREVIVIR


Entre otras cosas esto del Blog me está sirviendo para conocerme a mí mismo. Repasando todas mis entradas es evidente que tiendo a hablar de música , incluso para hablar de otras cosas. Aunque suelo tener siempre un libro pendiente de terminar, lo cierto es que nunca lo cuento. Quizá sea que es un territorio en el que me siento menos autorizado, o me resulta mucho más difícil transmitir mis impresiones sobre lo que tengo entre manos. Además, siento que mis gustos y tendencias en literatura no son demasiado trasferibles...
Esta vez voy a hacer un esfuerzo. Acabo de terminar "Pégate un tiro para Sobrevivir" de un tal Chuck Klosterman.
Se trata de un viaje en solitario de un periodista musical en busca de los lugares de Estados Unidos donde han muerto prematuramente ídolos del rock (o se ha producido alguna desgracia relativa a ese mundillo).
Es evidente que el autor se ha metido en vena a Nick Hornby, hasta el punto de terminar citándolo. De hecho en muchos pasajes su narrativa recuerda un huevo al inglés. Esa cocktelera donde se agitan amoríos, desamorios, pasiones musicales y reflexiones más o menos filosóficas con fondo de guitarras distorsinadas y alguna querencia deportiva. Me atrevería a decir, en ambos casos, que es literatura bastante masculina y vitalista, aunque Hornby (que me encanta) se ha puesto mucho más serio desde tuvo un hijo autista.
En algunos temas el tal Klosterman es mucho más explícito que Nick Hornby, especialmente en el de las drogas, de las que habla desde el consumo y el "no saber decir no". Aunque me supone un esfuerzo un tanto coñazo (lo confieso) os voy a trancribir lo que dice sobre el suicidio de Kurt Cobain:
"No es una revelación sorprendente: el suicidio aportó simpatía a Judas, convirtió a Sylvia Plath en irrefutable y a Marilyn Monroe en desafortunada. Sin embargo el suicidio de Cobain es de una nueva variedad posmoderna: su muerte cambió la historia de los vivos. El suicidio aportó profundidad a las chicas de las hermandades universitarias, un alma a los chavales punks y nihilistas y cerebro a los amantes del heavy metal reformados. Lo único que había que hacer era recordar lo mucho que te interesaba Nirvana, a pesar de que no fuese así. Y no es que dichos revisionistas mintiesen, más bien se debía a que necesitaban con todas sus fuerzas creer que esa emoción era verdadera. Kurt Cobain fue ese chico (popular por una parte, impopular por otra) que tuvo que morir por los pecados de su personalidad".